Medio Oriente ante los ojos del mundo

“Israel debe asegurar la rutina de sus ciudadanos”

  • Alejandro Mellincovsky interpretó la fuerte presencia de información sobre el conflicto árabe - israelí en la prensa internacional.
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Mellincovsky: “Israel es el país con mayor número de corresponsales extranjeros per cápita del mundo”.

Foto: Luis Cetraro

 

Mario Cáffaro

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Alejandro Mellincovsky llegó a Santa Fe invitado por la Comunidad Israelita, Daia y ADE para exponer sobre “Medio Oriente ante los ojos del mundo: lo que se ve de acá, no se ve desde allá”. Sobre la conferencia le explicó a El Litoral que “el eje es enfocarnos hacia la percepción, en cómo es la percepción de la realidad del Medio Oriente, ¿dónde se pone el foco?, en el conflicto o en otras cuestiones; ¿cuáles son las estrategias a la hora de definir una política comunicacional?; ¿qué hay y quiénes son los distintos públicos detrás de esto? Empiezo con los públicos destinatarios que es el ABC de la comunicación. Al momento de delinear una política comunicacional no es lo mismo un público latinoamericano que uno europeo o que uno norteamericano. También cómo entender la coyuntura de un corresponsal extranjero, de la prensa internacional, que está en Medio Oriente. Después de Estados Unidos, Israel es el país con más cantidad de corresponsales extranjeros, o sea es el país con mayor cantidad de corresponsales extranjeros per cápita. Esto significa que Israel tiene una lupa muy grande. El mayor genocidio de estos días está ocurriendo en Siria y a los medios de comunicación y a la mayoría de la gente no le mueve un pelo a la hora de informar o mandar corresponsables para saber qué pasa. El corresponsal que está trabajando en Israel, todos los días tiene que decir algo, tiene que enviar notas. ¿Cuál es la lengua franca de los periodistas en Israel? El inglés o el mal inglés y esto significa que ninguno habla el idioma de las fuentes, hebreo, árabe. Me dirán los israelíes hablan bien el inglés, pero no escuchan nada en vivo y directo en hebreo. Van a la edición en inglés de los diarios israelíes que a veces no es lo mismo que la edición en hebreo. Al ver todo intermediado -no dijo tergiversado- no pueden acceder a las fuentes. Imaginate en Buenos Aires, corresponsables extranjeros que no hablen español”.

Se define como especialista en medios de comunicación y cómo deben trabajar en situaciones de crisis y tiene en su haber títulos de universidades internacionales; también es licenciado en Historia y es creador, fundador y director del sitio El Otro Mate y se desempeña como corresponsal en Buenos Aires de varios diarios del mundo. Acompañado de Horacio Roitman, presidente de Daia, visitó El Litoral donde se reencontró con Gustavo Vittori con quien había compartido cursos sobre periodismo en Israel.

¿Por qué crees que el foco periodístico está puesto en Israel?, se le preguntó. Para Mellincovsky convergen dos hechos. “Uno que los editores o dueños de los diarios creen que a la gente le interesa más eso que otra cosa; es un conflicto sobredimensionado. Es un conflicto que pudo haber sido trágico, pero no es el que produjo más muertos en los últimos años ni en la historia de la humanidad. Mirá lo que pasó en Darfur, en Siria, Libia, Nigeria. Hoy el campo de refugiados más grande del mundo está en Tanzania y ¿algún diario escribió algo sobre eso? A veces no van a buscar la noticia, van a buscar el conflicto, o la noticia dentro del conflicto. Está sobreexpuesto. El segundo punto que converge es que a un periodista le es cómodo hacer base en Israel porque hay libertad de expresión y facilidad de movimiento, especialmente si lo compara con cualquier país de la región”, en referencia a Egipto, Jordania, Siria, El Líbano, Irak, Arabia Saudita.

La línea roja

Mellincovsky subraya la libertad de prensa que reina en Israel, reconocida por los propios corresponsales que muchas veces se nutren de la propia prensa israelí que suele ser muy crítica con los gobiernos de turno.

En estos últimos días, el secuestro y muerte de tres jóvenes israelíes volvió a poner el foco periodístico en la región porque a esa acción siguieron ataques del ejército de Israel. “Una de las primeras noticias en la cobertura del tema no fue el secuestro, sino fue la reacción israelí. Tenemos que ver la sucesión de los hechos, que fue lo primero. Un diario dice ‘después de los secuestros, Israel hace allanamientos y gente que se resistía, lamentablemente hubo muertos del lado palestino’. Dijeron ‘las muertes reavivaron las tensiones’, cómo fueron las muertes, no los secuestros. ‘Israel arremete contra Gaza’, titulan. No es que arremete contra Gaza, es que hay disparos de cohetes desde el año 2000 e Israel tiene la responsabilidad de defender a sus ciudadanos. Obviamente que el ataque israelí se va a tornar más poderoso y va hacia la fuente de los disparos. Cuando hay menos espacios en los medios, hacen la fácil, hablan de ataque israelí, la pregunta es ¿dónde es el origen de los disparos? A veces en escuelas, en casas de civiles porque los terroristas que disparan se escudan allí. Una cosa es donde está el origen del ataque y otra a quién le cabe la responsabilidad. Cuando a alguien le cabe la responsabilidad de defender a sus ciudadanos intentando de que haya la menor cantidad de daños colaterales y el otro quiere atacar a poblaciones civiles, lamentablemente hay gente en el medio. La pregunta es qué tiene que hacer un gobierno para defender a sus ciudadanos que son atacados con misiles.

Para reafirmar que la zona vive en tranquilidad señala que “el turismo es un ingreso muy importante para Israel. Cuando algo está en conflicto, se piensa dos veces en ir a una zona. Desde el 2004 que se terminó la segunda Intifada, no existe más la temporada baja en Israel, siempre es alta; no deja de verse turismo. Es interesante analizar cuál es la línea roja para Israel. La línea roja es un ataque que altere la rutina de sus habitantes. Si un ataque te altera la rutina, tenés que defenderte. Israel debe asegurar la rutina de sus ciudadanos; no que la rutina sea la guerra o el conflicto”, afirma.

"Se debe entender que la crítica es buena; la prensa israelí es crítica del gobierno y es una fortaleza de la democracia israelí".

Alejandro Mellincovsky

periodista