Problemas en las inmediaciones de la planta de Nestlé Purina
Problemas en las inmediaciones de la planta de Nestlé Purina
Curva Riccheri: quejas por camiones que estacionan frente a viviendas
Los vecinos sostienen que, a pesar de que la empresa ya construyó la playa de estacionamiento propia, los vehículos de gran porte siguen haciendo largas e interminables colas para pesarse, antes de ser derivados a la zona de carga
Principal motivo. Los reclamos de los vecinos tienen que ver con el tránsito de camiones de gran porte. El problema más serio surge cuando no pueden entrar a la planta de Purina y empiezan a estacionarse en los alrededores.
Foto: Agencia Santo Tomé
Ariel Durán y Sergio Ferrer
En las últimas semanas se reactivaron los reclamos y quejas de los vecinos de Nestlé Purina Petcare en Santo Tomé, relacionados con el tráfico pesado que viene a cargar productos balanceados en la planta fabril que dicha firma posee en la zona conocida como Curva Riccheri (avenida Riccheri y Fidela Valdés Frutos). Oportunamente, la empresa construyó la playa de estacionamiento en el lugar que el municipio santotomesino le donó para tal fin (según ordenanza Nº 2.741, de 2009) y que está situado en el lado este de la fábrica. A partir de su utilización, se suponía que los camiones no iban a estar parados frente a la fábrica más de cinco minutos, o no iban a estacionarse más sobre las banquinas aledañas (el predio tiene capacidad para alojar 150 camiones, aproximadamente), pero los vecinos advierten que el problema continúa.
Los primeros días de habilitada la playa no hubo inconvenientes, pero las dificultades resurgieron, al parecer, porque la empresa adoptó, a modo de reglamento interno, la medida de que al llegar a la fábrica y antes de ser derivado al estacionamiento, cada camión tiene que ser pesado en la balanza que está en el ingreso de la planta. Todo esto empezó a generar, como antes, larguísimas colas frente a sus hogares y comercios, las que muchas veces les impiden salir de sus casas, atender sus negocios o ir a trabajar con normalidad.
“Empezó a quedarse un camión, después dos, tres y así sucesivamente. Llegó un momento que ya no pude salir de mi casa, y tenía que hacer magia para poder hacerlo”, narró a este medio la vecina María Raquel Gómez, que vive frente a la entrada de Nestlé Purina.
“El principal problema se da en los cambios de turno, o a la noche, a eso de las 10; en un ratito tenía tres o cuatro camiones delante de casa. Al principio conseguías que sacaran los vehículos, pero a los dos minutos caía otro y así volvía a empezar todo de nuevo”, describió luego.
“Cada vez que necesito salir de casa tengo que ir a pararme frente a la fábrica y taparles el portón; hace como cinco años que sucede esto”, añadió.
Luego completó: “Un día pedí hablar con un supervisor y tampoco vino nadie, así que se me ocurrió poner el auto delante del portón; ahí sí vino el supervisor, pero me dijo lo mismo, que iba a llamar a la policía y que nos iba pasar por arriba del auto si no me corría”.
El testimonio de Gómez concuerda con el de Daniel Olivares, vecino que tiene un comercio a escasos metros de Nestlé Purina. “El principal problema es el tránsito de los camiones, porque estacionan en cualquier lugar, a pesar de que tienen un sitio exclusivo para hacerlo. Encima, orinan y hasta defecan en las veredas. No exagero es un problema serio, gravísimo”, describió Daniel. “Nunca pudimos hablar con nadie de la empresa, que es la que tiene que dar una solución, no los camioneros, pero no te dan respuestas", concluyó.
La posición del municipio
“En el caso de los camiones, el municipio logró tener un principio de solución a partir de la donación de calles para que la empresa construya su propia playa de estacionamiento”, recordó Palo Oliver. “En 2009 tomamos la decisión de derogar la ordenanza 2.267/2001, por la cual se exceptuaba a la empresa Purina del pago del tributo de Registro e Inspección”, acotó.
“Por una cuestión de justicia tributaria, consideramos que debíamos derogar la ordenanza y lo hicimos, a la vez que empezamos con la empresa un proceso de acuerdo, mediante el cual nosotros donamos las calles para que se hiciera la playa y ellos pavimentaban el frente de la planta, por Riccheri”, completó.
"Por el motivo que sea, siempre los peores perjudicados somos los vecinos. Acá, muchas veces, estacionan, orinan, comen en las veredas y hasta defecan. Parece que exagero, pero es así”.
Daniel Olivares
Vecino de Curva Riccheri
"Lo que me indignó mucho es que en una oportunidad me dijeron que si no sacaba el auto de frente de la planta, me iban a pasar por arriba. Esa fue la respuesta de gente que estaba en la portería de Purina”.
María Raquel Gómez
Vecina de Curva Riccheri
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