El año más difícil

A partir del mes de Agosto, las rurales de la provincia exponen el potencial productivo de cada región. Un esfuerzo para seguir demostrando todo lo que se puede hacer, pese al freno de mano que sigue trabando la actividad.

Federico Aguer

[email protected]

El pasado lunes los representantes de las 5 Sociedades Rurales de mayor peso en la provincia anunciaron la realización de sus respectivas exposiciones. Estos eventos, que a lo largo de la historia sirvieron para reflejar de manera virtuosa los beneficios de los sistemas productivos en la mejora de la calidad de vida de la gente, se vienen complicando año a año, a medida que el freno a la producción detiene la rueda del interior.

Pero si el parate preocupa a las rurales de Reconquista, San Cristóbal, Rafaela, San Justo y Venado Tuerto, impacta con mayor dureza en las localidades más chicas, donde el campo y la comuna suelen ser las únicas salidas laborales.

Para todos, el 2014 fue el año más difícil de la historia para organizar la exposición local; y para todos también fue el compromiso de las empresas y entidades de cada lugar de apostar a estar presentes pese a todo, para demostrar que todavía se puede. El cóctel inflacionario y de incertidumbre inhibe la inversión y castiga las economías regionales. El cierre de las exportaciones de granos, junto con las retenciones confluyó en un monocultivo tan forzado como poco rentable en las zonas más marginales.

“Esta es la década perdida de las oportunidades para la producción y el resto de la sociedad, pero las rurales siguen apostando al futuro. Se trata de un acto festivo y gremial, para ayudar a mejorar la genética ganadera y las nuevas tecnologías”. dijo Francisco Mayoraz, titular de CARSFE en el acto de lanzamiento.

A tomar nota: el modelo soja dependiente terminó. El replanteo de la matriz productiva y territorial debe comprometer a las entidades rurales y sobre todo a la política, para que las localidades del interior reasuman mayor protagonismo desde lo pyme a lo global. Tantos desaciertos -intencionales y fortuitos- deben marcar un camino donde el largo plazo sea la meta, y las ventajas comparativas de nuestra agroindustria sean política de Estado en la Argentina.