Firmaron un convenio de cooperación

La Granja La Esmeralda aloja 10 caballos entregados por carreros

  • En total fueron recuperados 33 animales y ubicados en diferentes lugares. A través de un acuerdo con la Municipalidad y la UNL, la granja recibirá y cuidará a los equinos hasta que se les encuentre un destino.
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Los animales están en un corral en la granja, recuperados, con un buen estado. Permanecerán ahí un tiempo más hasta que se les encuentre un destino. Foto: Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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La Estación Zoológica Experimental Granja La Esmeralda (A. del Valle 8700) de la ciudad es el destino que encuentran algunos de los caballos entregados por carreros dedicados al cirujeo. Esta mañana, se rubricó un convenio entre la Municipalidad, la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNL y autoridades de la granja, para formalizar la tenencia y cuidado de los equinos.

En total, son 33 los caballos que se retiraron de la calle, de los cuales 10 ya se encuentran en La Esmeralda, otros 10 fueron entregados a instituciones de equinoterapia y 13 más, están en un campo. El acuerdo con la Facultad de Ciencias Veterinarias tiene por objeto la cogestión de actividades para la recuperación de los caballos y la granja, el resguardo transitorio hasta el traslado definitivo.

Detrás de cada animal subyace el problema el problema de fondo que es la pobreza y la cantidad de familias dedicadas a la recolección informal de residuos en la calle. La Municipalidad desde hace un tiempo, está implementando acciones para la transformación de la actividad que realizan, el cirujeo. En este sentido, esta mañana el intendente José Corral detalló que alrededor de 15 ex carreros se convirtieron en Transportistas Tipo B, según la ordenanza de Gestión de Residuos de Manejo Especial, otros 10 forman parte de la Cooperativa Recicladora Santa Fe, encargada de recolectar materiales reciclables en la peatonal San Martín. Además, 8 recolectores se sumaron a las cuadrillas de mantenimiento y limpieza de barrio Barranquitas Oeste. En todos estos casos, los caballos recuperados, luego de recibir tratamiento veterinario, fueron entregados a instituciones de equinoterapia y ubicados en campos de pastoreo donde no realizan trabajos forzados.

Política a largo plazo

El ministro de Producción de la provincia, Carlos Fascendini, fue el encargado de firmar el acuerdo en representación de la granja, ya que funciona bajo la órbita de dicha cartera.

“La recuperación de animales es la finalidad con la que fue creada La Esmeralda. Ponerla al servicio de la Municipalidad, en este objetivo de recuperar equinos, sacarlos de la calle y del maltrato es una satisfacción”, dijo el funcionario. Posteriormente, Fascendini ofreció al intendente, las 2.300 hectáreas del Centro Experimental que el ministerio posee en Las Gamas como un lugar para alojar a los animales de manera definitiva. En ese lugar, actualmente, hay “más de 15 que fueron recuperados en la ciudad de Rosario”.

Por su parte, Albor Cantard —rector de UNL— remarcó que la experiencia sirve no sólo para que la Facultad de Veterinaria atienda a los equinos, sino también “para la formación de los alumnos, docentes e investigadores”. Respecto de la colaboración entre las partes dijo que “cuando el trabajo es conjunto se valoriza aún más”.

Finalmente, el intendente José Corral brindó algunos detalles del programa de recuperación de carreros. Según precisó, actualmente en la ciudad de Santa Fe hay unas 1.000 familias que viven del cirujeo, un número que da cuenta de que la tarea que queda por delante es ardua y demandará la coordinación de políticas de varias gestiones.

“Podríamos prohibir los carros de un día para el otro, pero decidimos resolver el problema de raíz”, dijo Corral a la vez que enumeró las acciones detalladas previamente. Respecto del cirujeo mencionó que es “una actividad informal, sin condiciones dignas, sacrificada y mal remunerada que trae problemas a la propia gente que la realiza”. En ese sentido, hizo referencia a los problemas ambientales que se generan de la convivencia con los residuos en los barrios del oeste, como consecuencia de la clasificación informal.

“No va a ser fácil, 1.000 familias es un número importante, pero si lo planteamos seriamente y con compromiso creemos que es posible”, concluyó el intendente.