Mano a mano con Luis Spahn en Tandil luego de la suspensión del partido

“Los barras de Unión llegan en moto o en modelo 95”

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Luis Spahn, mano a mano con El Litoral, en el hotel donde concentró Unión en Tandil. Fue una extensa charla, después de la lluvia y la suspensión.

Foto: El Litoral

Hizo una diferencia con otros clubes, “donde llegan en autos importados último modelo”. “No estoy para mentirle al hincha de Unión”, dijo el presidente, quien admitió “que el pacto con la barra es que no se altere el orden en el club”.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Tandil)

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Se fue mojado por la lluvia del estadio Municipal. “Te espero en el hotel y charlamos”, fue la contestación a la propuesta de El Litoral de tener un diálogo tranquilo y relajado luego de la suspensión del partido. Y así fue. Sobre el final se sumaron varios de los dirigentes que están en Tandil y que acompañan al presidente Luis Spahn. Los hechos ocurridos en el club y vinculados con la fuerte interna que vive la barra, fue el tema principal pero no el único. Spahn habló de un “pacto” en la semana. Y amplió el concepto.

—Una semana convulsionada, Luis, con un tema que puso a Unión en una vidriera no deseada con esta interna de la barra. ¿Fastidiado con este tema?

—Son cosas que pueden pasar. Yo, personalmente, tuve cinco años de una tranquilidad absoluta hasta ahora en el club, en orden, con dos o tres conflictos con la barra que sólo se reducían a pirotecnia o a subirse al alambrado, pero es evidente que el deterioro de la relación entre ellos llevó a este conflicto. Estoy seguro que lo del domingo no fue algo premeditado, no se armaron para ir a la cancha a pelear. Y lo del lunes fue algo confuso, si hubo o no un tiro de afuera o si hay heridos o no, así que ahora estamos esperando que a partir del trabajo que está haciendo el doctor Pablo Farías y la policía, se pueda llegar al final de la investigación. Hay un bosquejo de medidas que no vamos a anunciar por el momento, pensando en el partido con Crucero del Norte. Ya pasó en algún otro club de la provincia, así que esperaremos a mitad de semana para que todos podamos conocer las medidas que se adoptarán.

—¿Se pudo haber prevenido?

—Muchos nos venían reclamando sanciones para ordenar la situación y en Unión nunca fue necesario ordenar nada porque no había desorden. No podíamos hacer una caza de brujas para sancionar socios por cuestiones que presuponemos o que eran ajenas a la institución.

—¿Estabas al tanto de la interna de la barra?

—Hace cuatro o cinco meses me enteré pero en ese lapso, hasta el domingo, no había pasado nada en el ámbito del club.

—¿A qué te referís cuando hablás de “caza de brujas”?

—A que la gente pedía que sancionemos y nosotros no podemos hacerlo por presunciones o por algo que pasa afuera. Nuestra misión como directivos es sancionar por cosas que pasen adentro del club, no por lo que hagan afuera.

—Hay material fílmico que analiza la policía y la Justicia. ¿Qué se puede hacer desde el club?

—Aportar el material de 25 cámaras que instalamos. Estamos en manos de la Justicia y son ellos, con la policía, los que deben esclarecerlo.

—¿Y si se comprueba que son socios, qué se hará?

—No lo analizamos. Sabemos que es muy firme la decisión de la Secretaría de Seguridad Deportiva de limitar el ingreso a la cancha de banderas para trabajar con más limpieza en el área visual, entre otras cosas.

—Existe hipocresía, lo digo en general y no en particular, a la hora de hablar de las barras. Esto se da a nivel general y vos admitiste hace unos días la vinculación con la barra

—Es que vine a Unión para administrarlo y no para mentirle a la gente. En todos los clubes hay barras, el que diga que no, miente. Admito que hay distintos niveles de impunidad y de permisos si se hace una comparación de los clubes argentinos. Los conocemos, a muchos de ellos por el apodo, y la relación es que dejan bombos y banderas en el club, combinan con la policía para que los autoricen a entrar con estos elementos, los conoce la gente de la subcomisaría cuarta y los jefes regionales también saben quiénes son. El pacto del que hablé es el de portarse correctamente en el club.

—¿Hay prebendas económicas para ellos de parte de ustedes?

—Más que por una declaración mía, deberían ver cómo llegan los barras de Unión a la cancha y cómo lo hacen los barras de otros clubes. Hay clubes en donde los barras llegan en autos importados que hasta yo desconocía de su existencia. Hace poco estaba en un club y ví que unos diez barras llegaron en dos autos franceses último modelo. Los nuestros llegan en autos modelo 95 o en motos. Eso da la pauta de la connivencia económica que podemos tener con ellos.

—Pero algo les piden

—Reconocimiento, entradas, colaboración para comprar algún bombo. En otros clubes tienen injerencia en el manejo del estacionamiento, por ejemplo. Piden entradas para los espectáculos que se hacen en Unión y se las hemos dado.

—¿Y pensás que está bien hacerlo?

—En la historia argentina hay presidentes que no han sido correctos en el orden económico y están libres. Argentina tiene un problema cultural de permisividad a la transgresión que nadie traza la raya para dividir lo que está bien de lo que está mal. En este país hay gente que puede robar un auto y salir en libertad a las 24 horas. Por eso, a veces es difícil sancionar gente porque se pegan algunas trompadas o se suben a un alambrado, porque tenemos un problema cultural que complica.

—¿Sentís que los dirigentes son rehenes de estos grupos de poder?

—No creo, pero en este país hay cosas instaladas y no se pueden torcer con facilidad —¿Te puedo hacer una pregunta?

—Sí, claro

—¿Qué sucede cuando una persona comete un delito y un ciudadano que lo vé, no lo denuncia?

—El ciudadano es cómplice. La prostitución es un delito y la evasión fiscal también. Te pregunto: ¿nunca viste ninguno de los dos casos?, ¿qué hiciste?, ¿los denunciaste?... Aquí está el problema cultural: las leyes tienen una forma y los hechos otra.

—No abro un juicio puntual de la barra de Unión, pero creo que en estos grupos hay delincuencia y los dirigentes terminan apañando esa delincuencia

—Si supiese que los barras de Unión roban, venden drogas o sustraen cosas dentro del club, no lo permitiría. Ese es el orden de convivencia que hemos planteado con ellos. Y a diferencia de otros clubes, sé que los más reconocidos barras de Unión tienen un trabajo y no viven de esto, como, te repito, ocurre en otros clubes.

—¿Hay hipocresía a nivel general en el fútbol argentino con este tema de las barras?

—Sí. Hay que decir las cosas como son. Yo digo que es básico el conocimiento y aceptación de la realidad. Canteros, el presidente de Independiente, declaró una guerra y la perdió, dejando al resto de la dirigencia como indolentes a este problema. ¿Hasta qué punto podemos solucionar este problema los dirigentes, si no hay un marco cultural, social y político para reprimirlo?. A la sociedad la ordenan los gobernantes y no los dirigentes de los clubes.

—¿Tenés apoyo externo?

—Santa Fe no está enviciada como capital y Buenos Aires, donde los barras son activistas políticos. Se está avanzando y tengo fe que encontraremos soluciones.

—Esa hipocresía de la que hablábamos recién, ¿se manifiesta en el seno de la Afa ahora sin Grondona?

—Don Julio tenía un estilo de conducción muy claro. A mí me sorprende que a los pocos días de fallecido, se empiece a cuestionar el cambio de torneos siendo que el comité ejecutivo era el que decidía. Entonces, ¿decidían los 27 miembros del comité o decidía don Julio?, ¿en qué quedamos?.

—¿Sigue siendo inviable el club en lo económico?

—Tenemos déficit. Este año entramos en la locura de las “súper contrataciones” para el torneo de los “súper ascensos”. Yo veo que tenemos un plantel con una cantidad importante de chicos del club. En buena hora que así sea y ojalá este cambio lo podamos solidificar porque la venta de los jugadores es la única manera, en Unión, en Vélez, en Estudiantes o en cualquier otro club, de equilibrar el presupuesto.

 

 

“Está bien que Castro no haya viajado”

—¿Qué opinás de este comienzo de campeonato?

—Nosotros fuimos artífices del resultado en los dos arcos, contra Atlético Tucumán. Yo veo que tenemos un peso ofensivo que antes no teníamos, eso es lo que me abre la ilusión. Perdimos jugando bien y creo que es más fácil arreglar la defensa que el ataque.

—¿Hablaste con el arquero Matías Castro?

—Viajé a Buenos Aires y desde allí a Tandil. No hablé con él pero estoy al tanto de la situación. Se encontró con una situación personal imprevisible y considero que está bien que no haya venido. Necesitaba oxigenarse un poco para tomar aire y rendir mejor. No arrancó bien y, como te decía en la respuesta anterior, contra Atlético Tucumán tuvo responsabilidad directa en el resultado.

—Este torneo de diez ascensos da muchas chances pero también crea muchas presiones. ¿Coincidís?

—Seguramente, habrá un par de equipos de los que no están “obligados” a ascender, que van a molestar, deportivamente hablando.

—¿Y cuántos son los que están obligados a ascender?

—Por lo menos, quince. Y hay diez ascensos. Creo que habrá un par de sorpresas entre los diez. Nadie puede asegurar que, por ejemplo, Nueva Chicago o Temperley no van a ascender. Fijáte lo que pasa con Boca y lo digo sólo a los efectos de ser gráfico. Hace dos años que está navegando en la inconsistencia futbolística, tienen posibilidades económicas majestuosas, trajeron un ídolo como Bianchi y no se le dan los resultados. Está visto que nada es previsible en el fútbol. Se fueron al descenso River e Independiente, salieron campeones Argentinos y Banfield. O sea que las sorpresas y los desastres futboleros se pueden dar en este país.

—Unión tiene 18 jugadores del club en el plantel. ¿Se puede pensar en que el ascenso y las canteras son la salvación económica para Unión?

—Mirá, los planteles están conformados porque todos hicieron contratos de un año y medio, como mínimo. Aparentemente se haría un corte de temporada en invierno, el año que viene, pero se avecina un tiempo en el que los clubes armaron los planteles y no habrá tanto movimiento. Contestando tu pregunta, te digo que la venta de jugadores es clave para el equilibrio de los presupuestos.

“La Tatenguita es altamente deficitaria”

—¿Seguís pensando en la idea de vender el predio de La Tatenguita?

—Con honestidad, le tengo que decir a los unionistas que La Tatenguita es altamente deficitaria, que requiere un alto costo en empleados y en seguridad y que ha perdido el rol que habían pensado los fundadores cuando planificaron ese espacio deportivo en un barrio cerrado. La gente construyó piletas en su casa y la vida social se retrajo en comparación con lo que era hace 40 años.

—¿Qué utilidad tiene en lo deportivo?

—Limitado y con un alto costo también. Además, el valor es importante por la zona en la que está. La idea es generar una cantidad de terrenos, con la autorización de la Municipalidad de Santo Tomé y de nuestros socios, para conseguir los recursos y comprar un predio en el que podamos construir 8 o 10 canchas de fútbol, tal vez con alguna cancha de rugby y de hockey. La idea es un lugar en el que compatibilicemos los entrenamientos del plantel profesional y las inferiores.

—¿Tenés el lugar en el que se compraría el nuevo predio?

—No, lo haremos como se debe, con publicaciones. Estimo que debería ser para el lado de Santo Tomé o de Recreo.