Problema eterno

Colastiné Sur marchó en reclamo de agua potable

  • Por desperfectos mecánicos de los vehículos que llevan el agua, no están recibiendo la cantidad necesaria. Insisten con la construcción de una planta potabilizadora.
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Reunión. Cansados de restringir el uso del agua, más de 40 vecinos se encontraron esta mañana en la sede vecinal. Buscaron baldes vacíos y se fueron a la ruta para hacer más visible el reclamo. Foto: Mauricio Garín

 

De la Redacción de El Litoral

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Hay luz eléctrica, un centro de salud y una escuela pública. Pero Colastiné Sur sigue sin tener agua potable. Hoy los vecinos se hartaron. Y tras reunirse en la sede vecinal, marcharon por la Ruta 168 hacia La Guardia. Para simbolizar el reclamo, llevaron baldes vacíos y gritaron una única palabra: “agua”. Los acompañó, por detrás, un móvil de Gendarmería. El tránsito no se interrumpió pero quedó reducido a la mitad de una sola mano.

Es que en la última semana, el servicio de provisión se resintió aún más de lo que ya estaba durante este año. Como el barrio carece de una red de distribución, todos los días llegan camiones cisternas y depositan agua en grandes tachos que los vecinos disponen en el frente de sus casas.

Hasta el año pasado, la Municipalidad brindaba este servicio con dos camiones propios, uno modelo 2005 y otro de 1995. Pero este año, ninguno funciona: a uno se le fundió el motor y el otro tiene fallas en la caja de cambio, relató a El Litoral personal encargado del abastecimiento. Estos vehículos recorrían el barrio unas 10 veces al día, y así garantizaban la provisión.

Para paliar la ausencia, el municipio decidió trasladar un camión nuevo desde la zona norte de la ciudad, cuya misión es regar las calles por donde circula el colectivo en barrios como Punta Norte y Policial, entre otros. Hoy, El Litoral lo encontró en Colastiné Sur. Este móvil se rompió el fin de semana y estuvo tres días sin ir, lo que agravó la desesperación de los vecinos. Aguas Santafesinas salió a auxiliar pero no fue suficiente para calmar los ánimos.

“Desde que no tenemos los camiones, pasan una ó dos veces al día y no nos alcanza”, se quejaron los vecinos en la reunión. “¿Hasta cuándo vamos a tener que estar con los tachitos y el camión?”, reclamaron.

Yanina Vivas contó las complicaciones que padece: “Es imposible vivir sin agua. La necesitás desde que te levantás cuando querés lavarte la cara, hasta para cocinar y lavar la ropa. Tenemos que medirnos para todo porque si al otro día no viene el aguatero, no podemos hacer nada”.

“Antes, el camión venía varias veces al día y alcanzaba para abastecer a las 400 familias que viven acá. Ahora, están rotos y vienen sólo una vez”, agregó Joaquín Torrealday, otro vecino.

Respuesta

Desde el municipio reconocieron los desperfectos de los vehículos pero aclararon que se produjeron este fin de semana y no hace 9 meses como dicen los vecinos. Agregaron que hoy uno de ellos ya estaba de nuevo en funcionamiento (el que vio EL Litoral y se comparte con los barrios del norte) y que iba a recorrer el barrio seis veces al día: tres a la mañana y tres a la tarde. El otro sigue en reparación.

Los vecinos esperan una solución definitiva al problema. Hoy, volvieron a plantear la posibilidad de que se construya en el barrio una planta potabilizadora. El municipio elevó hace algunos años un proyecto ejecutivo al gobierno provincial, comprometiéndose incluso a realizar las conexiones domiciliarias si financiaban la obra. Pero, al ser una zona vulnerable a las crecidas del río, no hubo avances.

También quieren acercar el reclamo a la Defensoría del Pueblo.