Nueva sala teatral en Santa Fe
En el nombre de Carolina
Santa Fe tendrá a partir de este sábado una nueva sala teatral, además en un espacio emblemático: el antiguo cine Roma, en pleno centro de la ciudad. Lleva el nombre de Sala Carolina, en memoria de la actriz María Carolina Contardo, fallecida en 2013.
Una fuerte inversión -sillas, cortinados, planta de luces, sonido, etc.- dotó de todos los elementos necesarios a la bandeja superior del ex cine Roma, uno de los más activos de la ciudad en su momento. En la foto, el Dr. Gustavo Monasterolo, presidente del Ceted, y Adolfo Ruscitti, miembro de la Yesca. Foto: Luis Cetraro
Néstor Fenoglio
Se admite que resiliencia es la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas. Cuando un sujeto o grupo es capaz de hacerlo, se dice que tiene una resiliencia adecuada, y puede sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecido por éstos. Es también un proceso dinámico que nos ayuda a tomar actitudes positivas en contextos adversos. Se ejemplifica, por caso, con la rotura de un costoso jarrón. En vez de tirar los pedazos, alguien los une con hilo de oro. No es el mismo jarrón, no puede ser el mismo, que ya no existe como tal; es otro, diferente, quizás más valioso.
Cuando María Carolina Contardo, joven actriz santafesina, falleció inesperamente en 2013, fue un golpe para todos. En el caso de La Yesca, el grupo teatral del que era fundadora, contadora, maquilladora, encargada de prensa, musicalizadora y también actriz, durante tres meses siguieron reuniéndose para llorarla, incapaces de hacer nada: ni la obra para chicos que tenían en escena, ni el par de comedias que también actuaban entonces. La Yesca siempre fue un grupo numeroso y activo, pero la muerte de Carolina los dejó sin voz...
En algún momento, ese grupo que comanda el actor y director Sergio Cangiano y que seguía reuniéndose para hacer catarsis, alumbró la idea de una sala teatral, un modo de redoblar la apuesta (algo que era una marca registrada en el carácter proactivo de su amiga muerta) y de encontrarle una salida a ese dolor paralizante.
Contaban con el espacio: el viejo y mítico cine Roma, ubicado en calle San Jerónimo, en pleno centro de la ciudad, que fuera uno de los más activos en la época dorada de los grandes cines, que luego fueron devorados por los cambios culturales que llevaron al cierre de la mayoría de las salas.
En el caso del Roma, perteneciente a la Asociación Ítalo Argentina Roma de la cultura y ayuda mutua de la ciudad de Santa Fe, una entidad siempre ligada a la cultura de la capital de la provincia, donde siempre tuvo un rol protagónico, se transformó después de sucesivos emprendimientos, en el prestigioso instituto educativo Ceted (Centro de Educación Técnica para el Diagnóstico), que se había formado en 2001 y que trasladó su sede a la Asociación Roma en 2011. Sus titulares son el Dr. Gustavo Monasterolo y su esposa Lilian Gómez, integrante ella del Grupo La Yesca. Allí está la génesis de la idea.
Porque en la sala tradicional del ex cine Roma, hoy están las aulas del instituto cumpliendo una importante tarea educativa y social. Pero quedaba sin uso la bandeja superior, igualmente muy amplia, según el concepto arquitectónico de los cines de entonces.
Manos a la obra
Allí nace la sala Carolina. El grupo entero se puso a trabajar para hacer de ese esqueleto al que le faltaba todo, una sala moderna y confortable. El doctor Monasterolo dejó literalmente su profesión para comandar los trabajos y ponerle el cuerpo personalmente. Sus nuevas profesiones: carpintero, electricista, pintor, pulidor e inversor también. Ayudado por el comediante Adolfo Ruscitti (otro de los integrantes de La Yesca), y por todo el grupo, salieron a armar la sala. Y más allá de la pasión y las horas que pusieron allí, también hay una fuerte inversión.
En todo este primer semestre del año se amplió significativamente el escenario (que era mínimo y que hoy tiene cómodas dimensiones), se hizo planta de luces nueva y sala de control (en lo que era la salita de proyección del cine); se compraron e instalaron confortables butacas; se pintó toda la sala, se construyó hasta una rampa para discapacitados a la par de la amplia escalera, se compraron e instalaron telones y se tapizaron partes del lugar; se construyó un amplio camarín (no había ninguno antes); sonido, aire acondicionado... Una inversión millonaria. Que ya tenía nombre puesto de antemano: sala Carolina.
Se contó para ello con todo el apoyo de las autoridades de la Roma, encabezadas por su actual presidente, Néstor Farabollini, y así ahora además de la biblioteca, del propio Ceted, la institución suma o recupera (según quiera verse) una sala para las artes escénicas santafesinas, un emprendimiento en línea con los objetivos mismos de la institución.
El sábado 13, con autoridades locales y provinciales (han sido invitados el gobernador de la provincia, Antonio Bonfatti y el intendente de la ciudad, José Corral), con sus amigos de La Yesca y de muchísima gente del teatro y la cultura santafesinos, la Sala Carolina será inaugurada oficialmente. Es, además del concreto aporte al acervo cultural de la ciudad (que ahora tendrá una sala nueva “con todo” en el centro), una lección de vida que La Yesca nos dio a todos. En el nombre de Carolina.
