Estilo Besson 100 %

Estilo Besson 100 %

Scarlett Johansson, es la protagonista de “Lucy”, escrita y dirigida por Luc Besson. Fotos: Gentileza Universal Pictures.

 

Laura Osti

Taipei parece ser una ciudad atractiva para el turismo occidental, incluso estudiantes la encuentran interesante para profundizar sus conocimientos acerca de la cultura china. Así es como la muestra, al menos, el director y guionista francés Luc Besson en su película “Lucy”.

El caso es que la populosa urbe oriental se convierte en el escenario donde comienzan las aventuras protagonizadas por una chica estadounidense en viaje de estudios y de placer por esas tierras lejanas. Lucy (Scarlett Johansson), que así se llama la joven, no sabe cómo sacarse de encima a su última conquista, un pegajoso amante ocasional de nombre Richard (Pilou Asbæk). El film empieza con la pareja discutiendo en la calle en una escena típica de esas en las que la chica quiere poner fin a una aventura sin importancia y el muchacho se pone cargoso. Tan cargoso, que hasta llega al uso de la violencia para obligarla a hacer de correo y llevar un mensaje a un mafioso chino.

Lucy tiene que entregar un maletín a Mr. Jang (Min-sik Choi), un capo que está alojado en un hotel y que anda rodeado de matones y también de cadáveres sangrantes que se acumulan a su paso. Resulta que el contenido del misterioso maletín es una sustancia que Mr. Jang y su banda comercializa por el mundo, y para ello, utiliza a mulas reclutadas por las calles de Taipei. Esas mulas son como Lucy, jóvenes que caen ingenuamente en las redes de la mafia china y son obligados a llevar inserto en sus propios cuerpos un kilo de un producto denominado CPH4, que se trata de una droga sintética con la cual están experimentando algunos laboratorios multinacionales diseminados en las grandes ciudades de Occidente.

Junto con Lucy, quien deberá llevar su kilito a Estados Unidos, son reclutados tres muchachos que deberán hacer lo mismo con destino a Berlín, Roma y París.

Paralelamente, un científico, el profesor Morgan (Morgan Freeman), difunde su tesis en distintos auditorios académicos que refiere a la evolución humana y a la capacidad cognitiva del cerebro. Según Morgan, la especie humana utiliza solamente un 10 % de su capacidad cerebral y se pregunta qué pasaría si de pronto incrementara esa capacidad de alguna manera.

Los caminos de Lucy y de Morgan se cruzarán imprevistamente, cuando la chica tenga una complicación en su entrega y debido a la rotura del envase, la sustancia insertada en su cuerpo empiece a ingresar en su organismo.

El CPH4 es una droga capaz de modificar su cerebro y ampliar su actividad tan rápidamente, que Lucy puede interferir todas las comunicaciones y así, rápidamente se entera de qué es lo que está pasando con ella misma a raíz de esa contaminación y también puede contactar con Morgan para que la ayude a descifrar el proceso, que curiosamente vendría a corroborar las presunciones hipotéticas del profesor.

A la vez, Lucy adquiere poderes sobrehumanos y se convierte en una fría y eficaz máquina de matar. Pero como todos imaginarán, Mr. Jang no aceptará tan fácilmente que su plan fracase y es así como la película se convierte en un thriller de ciencia ficción, con muchas muertes y persecuciones espectaculares.

Cóctel explosivo

Los que conocen la filmografía de Luc Besson saben de su gusto por la violencia, el mundo del hampa y cierta exageración que busca un efecto impactante y reñido con la verosimilitud, pero que es su marca de estilo. Besson da rienda suelta a sus fantasías, tal como sus colegas Quentin Tarantino o Ridley Scott hacen lo propio, por nombrar a algunos de los directores de una generación que ha tomado a la violencia y a la ciencia ficción como materia recurrente en sus narraciones.

En esta ocasión, el divertimento del francés tiene como protagonista a la estrella del momento, la versátil Scarlett Johannson, que a sus órdenes responde con gran ductilidad y convicción, asumiendo el principal atractivo del film. Johannson se está convirtiendo en una actriz fetiche dueña de su propia marca y que se da el lujo de trabajar para los directores más taquilleros de la actualidad, incursionando en diversos estilos con su natural solvencia. Una aventura propia que le está saliendo bastante bien. Ningún reproche para esta bella y talentosa actriz.

Morgan Freeman pone su cuota de profesionalismo y con su figura paternal, le da contención a un tema un poco traído de los pelos, pero eficaz para el entretenimiento. En tanto que el malo de la película, Min-sik Choi, tiene entre sus antecedentes el haber protagonizado uno de los films coreanos más inquietantes de los últimos tiempos: “Old Boy”.

De modo que “Lucy” es un cóctel explosivo que reúne a varios talentos del ambiente cinematográfico y que entretiene con su fórmula que mezcla ciencia-ficción, intriga y violencia, en dosis adrenalínicas.

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“Lucy”

Idem. Francia. 2014. Acción, thriller, ciencia-ficción. Dirección y guión: Luc Besson. Interpretación: Scarlett Johansson, Morgan Freeman, Choi Min-sik, Amr Waked, Analeigh Tipton. Producción: Virginie Besson-Silla. Música: Eric Serra. Fotografía: Thierry Arbogast. Montaje: Julien Rey. Diseño de producción: Hugues Tissandier. Vestuario: Olivier Bériot. No recomendada para menores de 16 años. Duración: 89 min. Se exhibe en Cinemark.