editorial

  • Santafesinos y santotomesinos esperan la construcción de un puente que alivie al Carretero. Sigue sin cumplirse el compromiso asumido por el gobierno nacional kirchnerista en 2007.

Un puente y una vana promesa K

El próximo mes se cumplirá un nuevo aniversario de la inauguración (por tramos) de la obra que transformó en una autovía, a la parte santafesina de la Ruta Nacional Nº 19.

El 31 de octubre de 2011 hubo un acto que encabezó el entonces gobernador Hermes Binner, quien invitó a su antecesor, Jorge Obeid. En la gestión del fallecido ex gobernador se habían dado los pasos necesarios para que comenzara la ejecución de los contratos para la concreción del emprendimiento, y Binner tuvo ese gesto para con Obeid.

Es que aquella labor de la provincia -sobre una jurisdicción de la Nación- fue una política de Estado santafesina, y ese encuentro de Binner y Obeid, la demostración práctica de que es posible la convivencia política y el respeto por los objetivos comunes, más allá de las circunstancias y los roles de oficialismo y oposición.

El socialista completaba el cuarto año de su gestión y aunque no lograría completar el trayecto, alcanzó a mostrar que su administración había logrado -peso sobre peso- hacer avanzar los trabajos en una proporción más que importante, sin ninguna ayuda nacional.

La presencia del Obeid en aquel acto fue también un reconocimiento al gobernador del PJ que torció el rumbo de un préstamo internacional, decisión que fue clave para el emprendimiento al conseguir cambiar el destino de un típico crédito de ajuste de los '90, por otro de infraestructura para el desarrollo.

Hace casi cinco años, la alternancia en el poder era en Santa Fe un hecho, aunque novedoso, ya consolidado. Se habían fijado durante el gobierno de Binner las reglas del consenso para la gobernabilidad.

El resultado electoral de julio de 2011 (cuando Antonio Bonfatti se impuso por escaso margen al PRO de Miguel Torres del Sel, pero el PJ ganó la mayoría en ambas Cámaras) obligaba aún más a dialogar, tal como hoy puede verificarse entre los santafesinos.

Lamentablemente, los puentes políticos que los integrantes del Frente Progresista, Cívico y Social y del Partido Justicialista supieron construir en Santa Fe, no tienen pilares firmes a nivel nacional. Sin fundaciones sólidas, basadas en la idea de que el rival político no es un enemigo, es difícil que se tiendan puentes.

A la intolerancia nacional la sufren los ciudadanos de la provincia. No debe olvidarse que el gobierno nacional, en boca del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, había prometido -en plena campaña electoral de su esposa, la presidente Cristina Fernández de Kirchner- que la Nación compensaría a Santa Fe por la Ruta 19 con la construcción de un puente entre Santa Fe y Santo Tomé.

Aquella promesa K del 29 de agosto de 2007 sigue pendiente. El puente que iba a compensar la inversión santafesina sobre jurisdicción nacional (donde el Estado central tiene una concesión que cobra peaje) quedó incluso bajo la formalidad de un convenio, firmado por el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, Julio De Vido (bajo la presidencia de Néstor Kirchner), por Obeid y por el entonces senador por La Capital, Juan Carlos Mercier, quien impulsó desde su banca que el anuncio de campaña electoral fuera algo más formal. Siete años después seguimos esperando.

Sin fundaciones sólidas, basadas en la idea de que el rival político no es un enemigo, es difícil que se tiendan puentes.