Pulsos de la política provincial

Los políticos deberían leer el rumbo de la economía

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Observados por la Casa Rosada, María Eugenia Bielsa pone condiciones mientras Omar Perotti recorre la provincia. Por el lado de Scioli, Eduardo Buzzi atraviesa un frente de tormenta en el interior de la FAA. Y en el oficialismo, Antonio Bonfatti hace cuentas para fortalecer al candidato socialista. Fotos: Guillermo Di Salvatore, Luis Cetraro y Flavio Raina

por Darío H. Schueri

“La campaña ya empezó”, se sinceró Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner y actual operador de Sergio Massa. Y no de la mejor manera, agregaríamos nosotros. En medio de tanta confusión económica es donde los buitres -para estar a tono con la moda denominativa- y marginales de toda laya, mejor se mueven. La clase política, entre tanto, muestra una contraproducente excitación que no contribuye a calmar las ansias de una población desconfiada y asustadiza. Es peligroso fumar cerca del depósito de garrafas.

Santa Fe es una provincia política e institucionalmente madura, donde el oficialismo y la oposición que controla el Parlamento cohabitaron de manera pacífica. Pero ahora, la atmósfera electoral se carga de peligrosa electricidad. Y los cruces entre oficialismo y oposición se multiplican.

En este nuevo clima sería importante que cuestiones sensibles como el narcotráfico, la inseguridad o la trata de personas no formen parte de la agenda de campaña política para que no se contaminen con las tendenciosas manipulaciones que son habituales en estos ciclos. Creer que se le puede propinar daño al adversario embardunándolo con estos temas, es desconocer el alto grado de susceptibilidad de la población. No hay que jugar con fuego cerca del polvorín.

Políticos en acción

Quienes aspiran a acceder al Olimpo de un cargo electivo, o pretenden permanecer en el mismo, siguen idénticas coordenadas: caminar el territorio (les resulta más fácil a los que ya ostentan cargos) local, departamental o provincial hasta el mes de diciembre. Antes de las fiestas, encargar una encuesta confiable a una encuestadora “seria” y, con el resultado en la mano, diagramar los pasos a seguir hasta el cierre de listas, que podría ser a fines de febrero del año próximo.

Por caso, la enigmática ex vicegobernadora y renunciante diputada provincial María Eugenia Bielsa habría convenido con el “núcleo duro” de cuatro diputados de su ex bloque a mostrarse a partir del mes que viene en lugares estratégicos de la provincia para auscultar en persona la adhesión de la gente y el peronismo. Y si la percepción fuera favorable, también sobre el final del año, optar por ser candidata a gobernadora “o nada”, pronombre indefinido que aquí se asocia con la no aceptación de convite alguno para cargos electivos provinciales o nacionales.

Omar Perotti, como ya hemos dicho, comenzó hace rato la faena de recorrer la vasta geografía provincial, y habría recibido de parte del por ahora jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, de asidua presencia en territorio santafesino, la asombrosa novedad de que si para dentro de un plazo prudencial María Eugenia Bielsa no responde al llamado de Carlos Zanini para formar un “tándem ganador” con él, sería el bendecido por Balcarce 50, toda vez que el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, difícilmente ranquee para precandidato.

Mientras tanto, la anhelada cumbre por la unidad del peronismo sugerida por Carlos Reutemann a pedido del “Chueco” Mazzón “dentro de un plazo prudente”, corre serio riesgo de morir en el intento. La injerencia de los precandidatos nacionales en la provincia (cosa que Reutemann no quería), sumada a recelos, proyectos personales, objeciones ideológicas y otras yerbas, conspiran contra tan noble intención. “Eso de la unidad me parece una idea un poco antigua. En el imaginario colectivo, ¿qué significa? Que la unidad hace la fuerza. Yo creo que la fuerza la hacen las convicciones y espero que la unidad tenga que ver con que podamos construir un sistema de acuerdos que definan un programa de gobierno”, definió Bielsa.

De todos modos, en la ciudad de Santa Fe sectores peronistas estarían empollando un esquema de unidad que bien podría servir de ejemplo a nivel provincial, si es que finalmente rompe el cascarón.

A pesar de algunas encuestas prematuras que inspiran cierta esperanza si el peronismo se ordena y unifica criterios, pareciera que en el inconsciente colectivo el PJ ya capituló la gobernación ante el FPCyS.

De allí las variadas intenciones de conformar listas de diputados provinciales, casi a manera de tabla de salvación de proyectos individuales, que por cierto serán bastantes azarosos, toda vez que en el supuesto de que el Frente gobernante vuelva a la tradición (rota en 2011 por la nómina encabezada por María Eugenia Bielsa) de los 28 diputados para quien ganare la gobernación, el peronismo debería compartir la primera minoría de los 22 escaños con el PRO de Miguel del Sel. Sin contar a otros partidos que puedan colar candidatos. Panorama en el que hay que tener en cuenta al tercio del cupo femenino, los espacios para Santa Fe, Rosario e interior, y el siempre aportante -desde el punto de vista pecuniario- gremialismo santafesino.

Decíamos hace una semana que el virus separatista en el Parlamento provincial comenzaba a expandirse desde Diputados (donde ahora Oscar Urruty rompió con el Partido Progreso Social por diferencias internas con Héctor “Tigre” Cavallero y constituyó el bloque Iniciativa Popular) hacia senadores, cuando dos integrantes del sub-bloque FVP, José Baucero (San Javier) y Alberto Crocetti (Belgrano), conformaron el espacio sciolista La Gran Argentina. El jueves pasado la representante del departamento San Martín, Cristina Berra, del mismo sector kirchnerista, anunció la creación del bloque unipersonal Todos por San Martín. Y seguramente no pasará demasiado tiempo para que el rafaelino Alcides Calvo -que responde a Omar Perotti- también tenga identidad propia en el recinto.

Por ahora siguen unidos los seis senadores que responden a Reutemann-Massa, ansiosos por saber cómo saldrá Eduardo Buzzi del escándalo ocurrido en la FAA, cuyo congreso de renovación de autoridades que debía llevarse a cabo los pasados jueves y viernes fue postergado por 60 días por la Inspección de Personas Jurídicas de la provincia, como consecuencia de denuncias llevadas a la Justicia por la lista opositora a Buzzi, quien terminaba su mandato después de 14 años y fogoneaba a un sucesor de su palo.

Radicales en debate

El radicalismo no gana para disgustos. Cuando comenzaban a evanescerse políticamente los efectos del sonado “caso Trigueros” en Rosario, apareció en esta capital una grave denuncia por múltiples irregularidades y fraudes en la presentación de listas de la Juventud Radical, lo que provocó que su presidente Juan Cruz Cándido hiciera pública su indignada renuncia.

El diputado Maximiliano Pullaro junto al vicegobernador Jorge Henn insisten en encabezar sendas listas de diputados mientras, junto a otros sectores como el M.A.R, observan con detenimiento la evolución de la precandidatura de Mario Barletta a quien no apoyan explícitamente, pero tampoco dejan de avalar, toda vez que represente la construcción de un proyecto partidario que permita consolidar la presencia radical dentro del FPCyS, sea compitiendo finalmente contra el socialismo, o como prenda de negociación para consolidar una lista de unidad.

Presupuesto electoral

Antonio Bonfatti anunció a través de su ministro de Economía, Ángel Sciara, el Presupuesto 2015 con el que tratará de consolidar su gestión para colgarle la banda de mando a un sucesor del FPCyS. Para ello dispondrá de 75 mil millones de pesos y un incremento del 60% en las partidas para continuar e inaugurar obras públicas antes de julio de 2015.

Es evidente que la espiral inflacionaria que no tiene visos de moderarse impactará de aquí a fin de año y básicamente en 2015 en el rubro “sueldos” dentro del ítem Gastos Corrientes. Con criterio, el secretario general de UPCN, Jorge Molinas, adelantó que no abrirá discusión salarial alguna para lo que resta del año; aunque reconoció que a partir de octubre se ingresará en una zona de riesgo, debido a que la inflación calculada puede carcomer el aumento pactado en marzo.

Hasta ahora el oficialismo y la oposición que controla el Parlamento cohabitaron de manera pacífica, pero la atmósfera electoral se carga de peligrosa electricidad.