Remate de la mejor genética lechera

Un sueño que duró mas que un “Suspiro”

Con más de 250 asistentes, el pasado viernes la Cooperativa Guillermo Lehmann realizó en Pilar una exitosa subasta de genética Holando. En el evento, con el que la familia Genero puso punto final a su histórico establecimiento, se comercializó un material de excelencia, generándose muy buenos precios.

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Bajo el martillo de Miguel Romano, se subastaron en total más de 340 piezas con genética de punta.

Fotos:Gentileza Cooperativa Lehmann

 

Campolitoral

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El remate se realizó en una carpa gigante montada especialmente para la ocasión, y que se vio colmada por la gran cantidad de productores que se dieron cita para despedir a la Cabaña.

Durante el transcurso del evento, se concretó uno de los remates especiales más importantes organizados por la Cooperativa Guillermo Lehmann en lo que va del año.

Así, más de 250 personas, entre ellos numerosos cabañeros y productores provenientes de distintos puntos del país, se dieron cita para participar de este importante acontecimiento, que comenzó al mediodía con un gran asado y se prolongó hasta las últimas horas de la tarde.

El excelente nivel genético de las más de 340 piezas que salieron a la pista, hicieron que el remate fuera ágil, lográndose precios más que interesantes entre los cuales se destacaron dos: una vaquillona con servicio que fue adquirida por el propio Rubén Genero en $60.000; y una ternera que fue comprada en $52.000 por Pablo Echeverría, un productor que tiene una explotación en Estados Unidos.

Por su parte, Cabaña “La Reforma” de Gustavo Pussetto, junto a otros establecimientos destacados de la zona, también dijeron presente en esta histórica subasta, y participaron con vaquillonas para entorar y terneras, cuyos máximo, mínimo y promedio, se ubicaron en 23.000, 8.000 y 14.300 pesos, respectivamente.

Cuestión generacional

En diálogo con Campolitoral, Rubén Genero, relató que la decisión fue producto de motivos internos y familiares. “La falta de continuidad generacional y la coyuntura tampoco colaboró para poder seguir”. Genero recordó que la cabaña se inició en 1950 y desde entonces trabajaron en la búsqueda de una genética muy definida: vacas muy lecheras, buena conformación de patas y ubres. “Ahora seguiremos con una parte produciendo leche y la otra parte agrícola, igual seguimos con algunas vacas”, dijo.

Para el productor, la actividad está deteriorada, “pero no somos la excepción en el marco de la producción general del país. En la época de Menem (cuando hacíamos el tambo), el litro de gasoil costaba lo mismo que un litro de leche. Hoy la leche vale $3.10, cuando una botella de agua vale $12 y 20 una de gaseosa. El tambo subsiste porque la persona que tiene vacas lecheras ama entrañablemente a la vaca lechera, inclusive a pequeña y mediana escala”, destaca.

Sin embargo, no augura buenas perspectivas: “los tambos chicos de la zona no tienen más espaldas”. Finalmente, agradeció el acompañamiento de la gran cantidad de clientes y amigos que se dieron cita en el remate. “Más de 400 personas que estuvieron. Siento un poco de nostalgia por un lado y a la vez contento por la gente que nos acompañó”.

 
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Convocatoria. Gran cantidad e clientes y amigos acompañaron el evento.

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Reconocimiento. Los Genero aportaron años de excelencia a través de genética de punta.

El dato

Cifras

En relación a las piezas rematadas de la Cabaña, los resultados fueron los siguientes: Vacas en Producción: máximo $49.000; mínimo $10.000; promedio $17.900. Vacas Secas: máximo $33.000, mínimo $10.000, promedio $19.200. Vaquillonas preñadas: máximo $36.000, mínimo $12.500, promedio $22.800. Vaquillonas para entorar: máximo $60.000, mínimo $13.100, promedio $22.100. Terneras: máximo $52.000, mínimo $8.000, promedio $14.100. Toritos: máximo $25.000; mínimo $12.100; promedio $14.800.