Unión jugó a esperar y contragolpear; le salió bárbaro

Madelón lo ideó y la defensa le respondió

  • El Tate se trajo tres puntazos de Tucumán que lo encaminan seriamente al ascenso. Nereo y Sánchez fueron figuras clave, Guerra también por el gol y hubo un gran despliegue, solidaridad e inteligencia de todos.
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Saldo perfecto

El “Pirata” Czornomaz habla y Madelón lo escucha con atención. El cuerpo técnico tatengue planificó el partido que finalmente se dio y por eso Unión se trajo de Tucumán tres puntos que pueden ser decisivos para la historia del torneo.

Foto: José A. Díaz Romero

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a San Miguel de Tucumán)

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Empezó a trabajarlo Madelón en la idea estratégica y lo definieron los jugadores adentro de la cancha, asimilando esa idea y mostrando aptitud para “trabajar” el partido. Eso fue Unión. Un equipo con mucha solidaridad para hacerse fuerte del medio hacia atrás y para brindar una imagen distinta. No fue el Unión acostumbrado a salir a jugar de igual a igual, sino un equipo que pretendió ser más compacto, sólido, que priorizó lo defensivo y que se paró para jugar de contragolpe, por más que el gol haya llegado a través de una pelota quieta.

Hubo razones y también contratiempos que superar. Las razones por las que Unión dejó venir a Atlético son simples: impedirle que los delanteros se generen espacios y que, al permitirle un partido abierto al rival, que el ida y vuelta lo termine perjudicando. Pero aparecieron los contratiempos, como la subida sistemática de Casais y Evangelista por los laterales que obligó permanentemente a Montero y a Malcorra a retroceder. Así, con los dos volantes laterales ocupados en lo defensivo y con un Rivas que no tenía la posibilidad de entrar mucho en juego, Unión se quedó partido entre un amplio bloque defensivo que esperaba y los dos puntas, casi resignados a correr en inferioridad numérica y sin el abastecimiento necesario del juego.

Atlético fue más en el juego y en la apuesta temperamental en ese primer tiempo, algo que se modificó en el segundo con un Unión más confiado y seguro, sobre todo en defensa. Pero cuando la pelota merodeaba peligrosa e incesantemente por el área visitante, empezaron a aparecer en escena dos figuras vitales en Unión: Nereo Fernández y Leonardo Sánchez.

De todos modos, está claro que el gasto lo hizo Atlético y que a Unión le costó mucho el manejo de la pelota, algo que fue casi inexistente en el primer tiempo. Para colmo de males, ese tándem que formaban Evangelista subiendo por izquierda, más Giménez o Grahl aprovechando el perfil zurdo y el “Gurí” García, que también se tiraba por allí, colmaron de preocupaciones y problemas a Montero y a Brítez.

Todo cambió en el segundo tiempo, más allá de que el gol haya llegado en forma prematura. La pregunta era: ¿cómo va a hacer Unión para aguantar tanto tiempo este resultado?. Por eso, la idea de Madelón fue la de tratar de liquidarlo, más allá de que no le era favorable el trámite. Pero hubo indicios muy concretos: 1) el enorme mejoramiento que fue teniendo el bloque defensivo, sobre todo en la línea de cuatro que hizo un trabajo muy bueno, casi perfecto, en el segundo tiempo; 2) la capacidad para aceptar el rol de equipo contragolpeador e intentar por esa vía.

Si había incomodidad, no se notaba. Si la pretensión era la de jugar un poco más adelante y quitarle la pelota al rival, pasó desapercibida. Unión se paró bien del medio hacia atrás, fue creciendo el trabajo de un Brítez complicado en el primer tiempo pero mejorado en el segundo; de un Barisone que fue impasable; de un Sánchez figura principal y un Zurbriggen que se las arregló, como siempre, para clausurar el lateral. Y por si todo esto fuera poco, atrás estaba un Nereo Fernández muy seguro y transmitiendo gran confianza. Se hizo un partido de ida y vuelta, porque Madelón tuvo en claro que había que darle la mayor fortaleza posible a la mitad de la cancha (por eso puso a Caballero y a Bruna para darle más marca y aire a ese sector) y que no podía resignarse a atacar con un solo punta, porque eso iba a permitir que se vinieran también los del fondo. Fue por eso que mantuvo siempre dos delanteros para tener referencias de ataque. Y el partido fue ganando en intensidad y dramatismo.

Sirvió todo lo que se hizo. Es cierto que el resultado modifica estados de ánimo y, en algunos casos, afirma o crucifica conceptos y estrategias. Pero así es el fútbol. Si la estrategia de Madelón fallaba, estaríamos hablando de un Unión mezquino y superado. Fue inteligente, se asentó en un firme trabajo de la defensa, correcto y ordenado en lo táctico y eficaz arriba. Unión es un equipo que ataca mucho más de lo que atacó ayer, que tiene más la pelota de lo que la tuvo ayer y que no se va a meter tan atrás como se metió ayer. Pero a veces, este tipo de estrategias sirven; sobre todo si tienen un buen resultado. Unión había cometido muchos “pecados” jugando de visitante; equivocaciones futboleras y de personalidad. No jugó bien en Tucumán, pero mostró una actitud valiente, generosa, solidaria y con mucha firmeza para defenderse. Valió ampliamente la pena. 

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La gran figura de la cancha

Una imagen de lo que fue una de las claves del partido: Leonardo Sánchez se anticipa y despeja en el fondo rojiblanco. El capitán fue fundamental al momento de sostener una victoria trascendental para los intereses tatengues. Foto: José A. Díaz Romero

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La pierna del goleador...

Llegó el córner, todos pasaron de largo pero el que estiró el pie con precisión fue el artillero de Unión y del certamen de la B Nacional, Claudio Guerra, que en la imagen siguiente se levanta para comenzar el festejo. Fotos: José A. Díaz Romero

 

síntesis

At. Tucumán 0

Unión 1

Cancha: Atlético Tucumán.

Arbitro: Nicolás Lamolina.

Atlético Tucumán: Luchetti; Casais, Malagueño, Sbuttoni y Evangelista; Grahl, Garnier, Giménez; Diego García, Imbert, Menéndez. A.S.: Calviño. Estuvieron en el banco: Rodríguez Bude, Romat y Valdez. D.T.: Héctor Rivoira.

Unión: Nereo Fernández; Brítez, Barisone, Sánchez y Zurbriggen; Montero, Martínez, Rivas y Malcorra; Triverio y Guerra. A.S.: Papaleo. Estuvieron en el banco: Avendaño, Cardozo y Soto Torres. D.T.: Leonardo Madelón.

Gol: en el segundo tiempo, a los 5 m Guerra (U).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 15 m Jonatan Gómez (AT) por Diego García; a los 19 m Caballero (U) por Rivas; a los 28 m Jara (AT) por Evangelista y Gamba (U) por Guerra; a los 36 m Bruna (U) por Montero y a los 37 m Etevenot (AT) por Casais.

Amonestados: en Unión, Brítez, Barisone, Sánchez, Zurbriggen y Montero.

Bajo la lupa

NEREO FERNÁNDEZ (8).- Fue clave. Le tapó un mano a mano a Diego García en el primer tiempo, sacó un tiro libre con destino de red en el segundo, muy seguro en el juego aéreo e inteligente para manejar los tiempos. Figura.

BRÍTEZ (6).- De menor a mayor, arrancó complicado porque se le venían mucho por su sector; terminó bien.

BARISONE (6).- Otro que mejoró mucho en el segundo tiempo y terminó sacando todo.

SÁNCHEZ (8).- En el mismo nivel de importancia que Nereo; se cansó de ganar, tanto de arriba como de abajo. Impenetrable.

ZURBRIGGEN (6).- Correcto, perdiendo algunas pelotas cuando se animó a jugar pero bien en lo primordial, que es la marca.

MONTERO (5).- Generoso despliegue, algunas cosas interesantes pero con intermitencias.

MARTÍNEZ (5).- Ganó y perdió. Fue mejorando a medida que pasaron los minutos. Terminó casi metido entre los centrales.

RIVAS (5).- Un par de pincelazos de talento en el primer tiempo, muy voluntarioso para dar una mano en la recuperación de la pelota pero sin entrar tanto en juego.

MALCORRA (5).- Muy preocupado en la subida de Casais y con muy pocas chances de hacer lo que sabe, que es jugar.

TRIVERIO (5).- Otro que se puso el overol, las corrió a todas y quiso desequilibrar en base a potencia y velocidad. No siempre pudo.

GUERRA (7).- Siempre tiene un toque de calidad para mostrar. Además, hizo el gol.

CABALLERO (6).- Entró bien, se paró por derecha, le dio una mano a Brítez y casi marca un gol con Luchetti totalmente fuera de posición: le faltó fuerza en el remate final.

GAMBA.- Madelón vio la posibilidad de hacer prevalecer su velocidad para el contragolpe; las corrió a todas.

BRUNA.- Jugó poco pero entró bien, se metió enseguida en el partido.