CON UN ESCRUTINIO LENTO

Bolivia renueva su confianza en Evo

  • Con casi un 60%, el actual presidente obtuvo un tercer mandato, a pesar de que la Carta Magna que él mismo promulgó en 2009 solo permitía dos periodos consecutivos en el poder.
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Arrasó. El presidente boliviano, Evo Morales, pronuncia un discurso desde el balcón del Palacio de Gobierno después de ganar las elecciones para un tercer mandato. Foto: Agencia EFE

 

Redacción El Litoral

Agencias EFE/DPA

Los bolivianos revalidaron su apoyo al actual presidente, Evo Morales, vencedor con casi un 60 % de los votos de las elecciones generales celebradasen Bolivia, según las encuestas a pie de urna y por recuento rápido.

Este resultado permitirá a Morales gobernar un tercer mandato, de 2015 a 2020, tras concurrir a estos comicios avalado por el Tribunal Constitucional de su país, a pesar de que la Carta Magna que él promulgó en 2009 solo permite dos periodos consecutivos en el poder.

Aunque el TSE había anunciado que a medianoche hora local ofrecería el escrutinio al 70 %, a esa hora el recuento apenas rozaba el 3 %.

Sin embargo, Morales no necesitó de la ratificación oficial de su victoria y apenas se conocieron los sondeos salió al balcón del Palacio de Gobierno para celebrar ante una multitud su triunfo electoral.

El gobernante indígena dedicó este resultado al líder cubano Fidel Castro, al fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez y a todos los gobiernos “antiimperialistas” del mundo.

También tendió la mano a la oposición para trabajar “por Bolivia” y dijo que su triunfo ha demostrado que en el país “no hay media luna, sino luna llena”, en alusión a la forma en que los políticos opositores autonomistas se referían a las regiones orientales con el apelativo de “Media Luna”.

Nuevo mapa

Por primera vez, Morales se impuso en el próspero departamento de Santa Cruz, tradicionalmente una región opositora y que años atrás fue el bastión del movimiento autonomista en Bolivia.

También el resto de los candidatos dio por buenos los resultados extraoficiales.

Los opositores anunciaron que fiscalizarán férreamente al Gobierno de Morales y que trabajarán para evitar que éste se perpetúe en el poder, como muchos temen.

El más inmediato contrincante de Morales, el empresario conservador Samuel Doria Medina, habría logrado entre el 24 y el 25,3 %, porcentaje que supone su tercera derrota electoral ante el actual gobernante.

Para Doria Medina, este resultado es “un mandato para que todos los parlamentarios de Unidad Demócrata (su partido) fiscalicen adecuadamente la gestión de gobierno”.

“Nos aseguraremos de que no haya más reelecciones, que se cumpla la Constitución, las leyes; nos aseguraremos de que mejore la salud, la seguridad ciudadana, la educación, de que se maneje adecuadamente la economía de nuestro país”, añadió.

El tercer candidato más votado fue el expresidente Jorge Quiroga (2001-2002), que obtendría en torno al 9,6 % de los votos.

Quiroga avanzó que ejercerá la oposición en el Parlamento para evitar que Morales se aferre al cargo.

Los otros dos candidatos presidenciales, el exalcalde de La Paz Juan del Granado y el líder indígena Fernando Vargas, habrían conseguido entre un 2,7 y un 3 % de respaldo, respectivamente, según los mismos sondeos.

Una jornada tranquila

La jornada de votación se desarrolló sin incidentes destacables y con altos índices de participación, informó el vocal del TSE Marco Ayala.

En Bolivia es obligatorio votar y no hacerlo está sancionado con una multa y la prohibición de realizar transacciones bancarias durante tres meses.

Además, desde dos días antes de los comicios y hasta el mediodía del lunes está prohibida la venta y el consumo de bebidas alcohólicas, mientras que el día de la votación la circulación de vehículos en las ciudades y por el interior del país fue restringida.

La Policía y las Fuerzas Armadas movilizaron a 51.200 efectivos para garantizar la seguridad durante los comicios.

Alrededor de 200 observadores de organismos internacionales vigilaron el desarrollo de las elecciones en todo el territorio boliviano.

Entre las misiones que se desplazaron a Bolivia figuran las enviadas por la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Parlamento Europeo.

En total, casi 6 millones de bolivianos estaban llamados a las urnas para votar en el país por presidente, vicepresidente, diputados, senadores y legisladores para organismos supraestatales.

Otros 272.058 emigrantes bolivianos pudieron votar en 33 países, la mayoría en Argentina, España y Brasil, para elegir a los primeros mandatarios.

Una de las anécdotas de la jornada la protagonizó un error léxico en las papeletas electorales en las que, en lugar de leerse “Estado Plurinacional de Bolivia” que es el nombre completo del país andino, ponía “Estado Plurinominal de Bolivia”.

Fuentes del TSE declararon que se trató de un error de imprenta que no afectaba a la validez legal de las papeletas.

 

análisis

Por Mario Roque Cayoja

- DPA

Los frutos de la estabilidad económica y la inclusión social

  • El triunfo del presidente boliviano, Evo Morales, en las urnas estaba cantado porque el sindicalista de los cocaleros logró estabilidad y crecimiento económico en sus nueve años de gobierno, explicaron hoy diversos analistas, su tercera victoria, ésta vez con el 60 por ciento de los votos, según encuestas a boca de urna.

“La gente votó a favor del presidente Evo Morales con la esperanza de seguir gozando del boom económico de estos nueve años”, apuntó el analista Carlos Toranzo, autor de un estudio del surgimiento de la “burguesía aymara”. Hasta el diario “The Wall Street Journal” terminó elogiando la gestión de Evo Morales por su gasto e inflación controlados, y haber logrado un récord de crecimiento económico que el año pasado alcanzó el 6,8 por ciento.

También hubo elogios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional al manejo económico en un país que hace 10 años tenía que conseguir créditos externos para el pago de sueldos y aguinaldos a los funcionarios públicos. El FMI proyecta que en la región, Bolivia será la economía líder en crecimiento hasta fin de año, con un 5,2 por ciento. El ministro de Economía Luis Arce prevé que incluso que el país alcanzará un 5,5 por ciento.

El promedio del crecimiento del producto interno bruto (PIB) entre los años 1985-2005 fue de un tres por ciento, y en el período 2006-2013, cuando gobernó de Evo Morales, se elevó al cinco por ciento. “No nos debe interesar quién está en el poder político, mientras hagan funcionar al país (.) Hemos acordado separarnos de ese sector empresarial que hacía huelgas de hambre, principalmente en Santa Cruz”, destacó Daniel Sánchez, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia.

Otro elemento central del crecimiento de Evo Morales y su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), fue la inclusión de los indígenas aymaras y quechuas en roles de decisión.

“Siempre decían que los indios solo servíamos para votar. Ahora hemos demostrado que sabemos gobernar. También dijeron que la gestión desgasta y que los izquierdistas no somos buenos para gobernar. Ahora rompimos ese mito. Antes los neoliberales dominaban y nos robaban. Tengo confianza en mi pueblo porque hicimos algo para vivir bien”, declaró Evo Morales a periodistas en su visita de septiembre a Nueva York. Bolivia, con 6,2 millones de indígenas que representan un 62,2 por ciento de sus habitantes, es el país de América Latina con mayor porcentaje de población indígena, según el más reciente informe de la Cepal. “Somos todos presidentes”, es la expresión de miles de indígenas bolivianos que hace un decenio solo eran utilizados para votar y no para gobernar. Evo Morales con su tercer triunfo apunta a convertirse en el mandatario que más años permanezca en la presidencia de Bolivia, superando los nueve años y diez meses del Mariscal de Zepita, Andrés de Santa Cruz, que gobernó de 1829 a 1839.

Morales hará historia si completa su próximo mandato constitucional el 20 de enero de 2020 porque entonces habrá estado 14 años al frente del país más inestable en la política sudamericana, que la década de los setenta del siglo pasado llegó a tener cinco presidentes en 48 horas, producto de golpes de estado. “Los bolivianos participan, votan, pelean, acusan de fraude al otro. Son unos demócratas maravillosos, algo de lo que hay que estar orgulloso”, resumió el analista Sergio Molina sobre la participación de un 90 por ciento de los electores. Álvaro Colom, jefe de la misión electoral de la OEA, habló de “un proceso muy boliviano donde todos quieren ir a votar con entusiasmo cívico”.