FUE PREMIADO POR ROTARY CLUB SANTA FE

Vecinos de Barranquitas Este distinguieron a su barrendero

Gustavo Paz fue reconocido por el club rotario a pedido de los vecinos, por la honradez y solidaridad con las que barre 25 cuadras de ese barrio.

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Meritorio. A pedido del vecindario, el barrendero Gustavo Paz recibió el Premio Don Anselmo Gaminara a servidores públicos. También sumó los elogios de los supervisores de la empresa Urbafe. Foto: Flavio Raina

 

Florencia Arri

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“Negro, a todos los aplausos te los llevaste vos”. Así le dijo a Gustavo Paz su mujer, cuando pasó el nudo en la garganta y pudo hablar de nuevo. El hombre, de cejas anchas y pocas palabras, dedica sus días a barrer las calles y veredas de Barranquitas Este y fue premiado por el Rotary Club Santa Fe a pedido de sus jueces inmediatos: los vecinos.

El acto fue hace un mes en el Museo Rosa Galisteo de Rodríguez, ante un centenar de personas, y todas aplaudieron al barrendero. “Había un médico, un bombero y una periodista, gente importante, pero todos recibieron el mismo premio que yo y todos dicen que fui el más aplaudido”.

Rotary le entregó su tradicional Premio Don Anselmo Gaminara a servidores públicos. Un plato y una copa de cristal dan cuenta del reconocimiento “por su meritoria actuación a beneficio de la comunidad”. Hoy están guardados en el aparador de una vecina, hasta que la empresa Urbafe termine de armar la vitrina de celebridades donde Gustavo Paz tendrá un lugar destacado.

Recolección y barrido

Lunes, miércoles y viernes, desde las 6.30 y hasta pasado el mediodía, Gustavo Paz recorre 25 cuadras del barrio con su carro de metal. Desde hace cuatro años, con sol o bajo implacables tormentas los vecinos lo ven barrer las esquinas, despejar los desagües, alertar a las señoras si algún extraño merodea el barrio y hasta recoger la basura si los perros rompieron las bolsas.

“Es una gran persona, habla poco y no contesta las agresiones que a veces sufre en la calle por parte de otros vecinos, había que reconocérselo” dijo Ana María Franco. Ella fue quien buscó una institución no gubernamental que pudiera premiar la responsabilidad y el empeño de este barrendero. Con este objetivo, Ana María recorrió las casas de sus vecinos y sumó sus firmas para pedir el reconocimiento.

Los vecinos destacan a Gustavo Paz por sus valores y comportamiento. “Es una persona honrada, un ser muy bueno, en el barrio lo queremos muchísimo”, destacó la vecina Betty Schaublin. “Es respetuoso, me limpia de primera la calle y nunca tiene quejas para nada, es diez puntos; ¿cómo no quererlo?”, agregó Liliana Campagnolo. Escoba en mano, Gustavo escucha los elogios y dice poco: “Los vecinos son una barbaridad, siempre me cuidan mucho”.

Ganarse la confianza

Marcos Ponzo y Celso Zubillaga, supervisores de la empresa Urbafe, saben que Gustavo Paz “tiene el respaldo de los vecinos”. Lo notaron a la fuerza, cuando lo trasladaron de barrio por unos meses y recibieron llamados telefónicos insistentes que pedían su regreso. “Ahora está fijo, desde hace unos tres años”, agregó Ana María.

Hace 29 años que Gustavo Paz realiza tareas de recolección y barrido, primero para la empresa 9 de Julio y hoy para Urbafe. “Es muy buen empleado”, destacan sus superiores. “Tiene el premio merecido, y con el aval de los vecinos”, agregaron los supervisores. Dicen que su caso sólo tiene un antecedente: el de Miguel Vivas, que barría las calles de barrio Roma acompañado por dos perros y fue destacado por los vecinos.

Aunque muchos no lo intuyan, el oficio de barrendero también tiene sus secretos. Según Gustavo Paz, la clave es “decir sólo ‘buen día’ y ponerse a barrer. Uno piensa que nadie lo mira, pero los vecinos lo siguen desde la ventana, y la única manera de ganarse su confianza es el trabajo”.