En Grecia

Los mármoles del Partenón

(EFE)

Algunos de los magníficos mármoles que formaban parte del Partenón ateniense viajaron al Reino Unido a principios del siglo XIX (1801-1805), cuando el embajador británico del Imperio Otomano, Thomas Bruce, más conocido como Lord Elgin, -que se definía como un amante de las antigüedades-, consiguió el permiso del Sultán para llevarse parte de las metopas y del friso interior del Partenón.

La reivindicación de los mármoles del Partenón empezó en 1982 y fue impulsada por la entonces ministra de Cultura en el gobierno socialista de Andreas Papandreu, la actriz Melina Mercuri. Tras la muerte de Melina Mercuri, en 1994, la campaña griega fue prácticamente abandonada.

La organización de los Juegos Olímpicos de 2004 por Atenas y la construcción del nuevo Museo de Acrópolis resucitó esta reivindicación.

El Ejecutivo griego de entonces propuso incluso que los mármoles continuaran en propiedad del Museo Británico y que tan sólo fueran prestados por un período indefinido al Museo de Acrópolis.

La propuesta fue rechazada por el Museo Británico que temía una avalancha de reclamos similares de parte de otros países si cedía a la petición griega.

Los mármoles viajaron al Reino Unido a principios del siglo XIX (1801-1805) cuando el embajador británico del Imperio Otomano, Thomas Bruce, más conocido como Lord Elgin, -que se definía como un amante de las antigüedades-, consiguió el permiso del Sultán para llevarse parte de las metopas y del friso interior del Partenón.

Entonces, Elgin mandó arrancar gran parte del friso interior, cortar las metopas para separarlas del alto relieve -lo que provocó la mutilación de muchas esculturas-, y se adueñó de otras, como una de las cariátides del Erecteion y varias piezas de los Propileos y del Templo de Atenea Niké, todos en la Acrópolis.

Sin embargo, el abogado británico Norman Palmer, jefe del bufete que asesora al gobierno heleno en la estrategia para recuperar los mármoles del Partenón, se mostró “optimista” sobre las posibilidades de una solución de “consenso” con el Museo Británico.

El abogado experto en patrimonio cultural hizo breves declaraciones a la salida de una reunión de más de una hora con el ministro griego de Cultura, Kostas Tasulistras, quien recalcó que la estrategia será decidida “únicamente” por el gobierno griego, pero añadió que cualquier opinión y propuesta jurídica será bienvenida.

GB