Panorama complicado

Se deteriora el nivel y la calidad del empleo en nuestra región

Empresarios y comerciantes de todos los sectores admiten que la actividad económica no crece. Y que por ello desde hace dos años la creación de nuevos puestos de trabajo es prácticamente nula.

Se deteriora el nivel y la calidad del empleo en nuestra región
 

Gabriel Rossini

[email protected]

Adelanto de vacaciones, no renovación de contratos, un turno menos de producción, corte de horas extras, suspensiones, eran expresiones que durante un período de tiempo -cada uno puede ponerle la extensión que estime- casi habían desaparecido del lenguaje cotidiano de los santafesinos.

Pero los altos índices de inflación, la desconfianza en el rumbo de la economía a partir de las medidas que toma el gobierno nacional, la falta de incentivos a las inversiones privadas por parte de las autoridades de todos los niveles (nacional, provincial y municipal) y la poca obra pública que se está ejecutando, conforman un panorama donde la creación de empleo es casi nula desde hace al menos dos años.

En realidad, después de una década de crecimiento, tampoco el mercado laboral argentino se transformó en un ejemplo para el resto del mundo, más allá de las conquistas laborales vigentes que los trabajadores consiguieron desde que el 31 de agosto de 1905 se sancionó la ley de descanso dominical, la que es considerada la primera norma laboral del país.

Dos índices sirven para mostrar el estado de situación en el país: según el Indec, el salario medio de la economía en el segundo trimestre del año fue de 5.000 pesos; mientras que tres de cada cuatro asalariados no supera los 7.500 pesos mensuales de ingresos. Para el Indec, el ingreso promedio de los profesionales es de 8 mil pesos, los empleados técnicos ganan alrededor 5.500 pesos, la media de los empleados operativos es de 5.000 pesos, y los no calificados rondan los 2.800 pesos.

El otro lo dio a conocer hace diez días la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que indica que la informalidad laboral afecta al 46,8% de los trabajadores de nuestro país. Si se considera el segmento de los jóvenes de entre 15 y 24 años, la tasa trepa al 61,6%. Los datos son de 2013, por lo cual nada hace suponer que este año hubieran mejorado.

En cifras, esto quiere decir que en la Argentina unos 7,2 millones de trabajadores de las áreas urbanas trabajan sin acceso a los derechos de la seguridad social, cifras que nos igualan con los promedios de América Latina y el Caribe, después de haber sido uno de los países más avanzados del mundo sobre la legislación de la seguridad social.

“Despidos no hay. Pero tampoco hay nuevos contratos de empleo, se suspendieron las horas extras y la extensión de turnos, las empresas adelantaron las vacaciones. La realidad es que desde principios de año no se generaron nuevos puestos de trabajo en el sector”, refirió el titular de la Unión Industrial de Santa Fe, Alejandro Taborda.

“La cuestión de fondo es que desde 2012 están todas las inversiones congeladas y si no hay nuevas no se generarán nuevos empleos. Todavía el año pasado algunas empresas tomaron empleados, pero para reemplazar a los que se jubilaban o renunciaban”, enfatizó.

En el sector comercial, en tanto, la situación no es buena. “Las expectativas que tiene el sector son malas. No hay despidos masivos, pero algunos hay. En cuentagotas, como se dice. El tema es que en el comercio el vínculo entre el dueño y el empleado se vuelve familiar con el tiempo, razón por la cual el comerciante lo último que hace es despedir gente”, explicó el presidente del Centro Comercial de Santa Fe, Norberto Raselli.

Respecto de los resultados que tuvo para el sector el plan 12 cuotas impulsado por el gobierno nacional, Raselli dijo que “ayudó, pero fue menos de lo que se esperaba. No fue importante, porque la gente está temerosa de lo que pueda pasar y cuida los gastos. Tenemos la esperanza de que esta situación termine pronto”.

Uno de los sectores más castigados por el freno de la economía es el de la construcción donde, según la Uocra, se perdieron en todo el país 20 mil puestos de trabajo en el último año. “Desde hace siete u ocho meses la cifra de obreros ocupados está en retroceso en nuestra región”, admitió el titular de la Cámara Argentina de la Construcción delegación Santa Fe, Roberto Pilatti.

“El panorama no es bueno. Las grandes obras privadas están paradas porque en el país no hay inversiones; en el sector residencial se están terminando las que se habían empezado pero hay muy pocas nuevas y la obra pública provincial no está parada pero el presupuesto está subejecutado”, explicó Pilatti.

En el caso de la obra pública provincial, si bien el gobierno está pagando en término, hasta julio se habían cancelado certificados de obras por 1.050 millones de pesos sobre un presupuesto total para el año de 3.000 millones. A este ritmo estiman que el gobierno de Bonfatti gastará 1.700 millones de pesos y quedarán sin hacerlo alrededor de 1.300 millones.

“La situación no está bien. Este año va a ser difícil y la recuperación se va a demorar, porque así como cuando la actividad empieza a decrecer por inercia se mantiene unos meses, los signos de mejora recién empiezan a sentirse tiempo después de la recuperación”, explicó.

análisis

por Betiana Mendoza(*)

El mercado de trabajo en el aglomerado Gran Santa Fe

  • El aglomerado gran Santa Fe, al segundo trimestre del año, según los datos relevados por la Encuesta Permanente de Hogares, evidencia en términos interanuales una leve suba del nivel de actividad de 0,3 puntos porcentuales, ubicándose en 44,4%.

Este incremento se fundamenta en que una mayor cantidad de personas se incorporaron al mercado en busca de trabajo durante el período analizado. En consecuencia, al presentarse un nivel de empleo estable, la tasa de desempleo presentó un alza interanual de 1,1 puntos porcentuales, alcanzando el 8,8% al segundo trimestre 2014.

La tasa de empleo si bien se mantuvo casi sin cambios con respecto al mismo período 2013 en una tasa que ronda el 40%, presentó un leve baja con respecto al trimestre inmediato anterior de 1.2 puntos porcentuales, no obstante la cantidad de ocupados sería similar a la registrada en igual mes del año anterior, siendo que hay más personas que salieron en busca de un trabajo ante la eventual pérdida de ingresos de algún otro miembro familiar.

Los subocupados, que representan a los ocupados que trabajan menos de treinta cinco horas semanales, se ubicaron en 5,4% mostrando una baja interanual de 0,4 puntos porcentuales. De esta manera la población con problemas de empleo en el aglomerado (desocupados + subocupados) alcanzó al 14,2% de la población económicamente activa al segundo trimestre del año.

(*) Auxiliar docente en Economía. Fundación Igualar

14_ingresos_prom_indec.pdf

El dato

Radiografía

  • Según el relevamiento que realiza el Ministerio de Trabajo de la Nación, en el segundo trimestre de este año, el 80,8 por ciento de las empresas no tocó su planta de personal; el 5,6 por ciento tuvo altas; el 7 por ciento tuvo bajas y el 6,6 por ciento restante tuvo altas y bajas.
 

análisis

por Walter Agosto (*).

Menor actividad, menos trabajo

El Indicador Sintético de Actividad Económica de la Provincia de Santa Fe (Isae) elaborado por el Instituto Provincial de Estadística y Censos, viene reflejando claramente la caída de la actividad económica en el primer semestre del año.

En este sentido el Isae registra una retracción de 1,2% durante el primer semestre del año con relación a igual período del año anterior. Desde el mes de febrero hasta junio inclusive -último dato disponible- la actividad ha registrado sistemáticamente caídas interanuales en nuestro medio, cosa que seguramente persistirá en la última parte del año.

En este contexto, los datos del mercado de trabajo vienen también presentando los síntomas de la menor producción tanto en el sector de bienes como de servicios.

De acuerdo a los datos de la EPH, en el aglomerado Santa Fe la tasa de desocupación saltó al 8,8% en el segundo trimestre, superando los registros del trimestre anterior y del segundo trimestre de 2013, que mostraron desempleo de 6% y 7,7% respectivamente.

Esta tendencia del mercado de trabajo también se verifica a través de otras fuentes de información. Los datos sobre empleo registrado en la provincia suministrados por el Ministerio de Trabajo dan cuenta, en lo que va del año, de una caída generalizada en los sectores productivos que han ajustado sus planteles de personal: comercio -0,5%, industria -1,2% y construcción -5%.

Otro tema de fundamental importancia, más allá de lo cuantitativo, es lo cualitativo en el mercado de trabajo. En el aglomerado Santa Fe se observa un alto grado de informalidad laboral que ronda el 34,9 % y que es característico de lo que se denominan mercados laborales disfuncionales y segmentados.

Esto significa que hay un grupo de trabajadores con inserción plena en el mercado laboral y otro contingente, con bajas capacidades, que tienen una relación errática con el mundo del trabajo -deficientes condiciones de trabajo, menores salarios, sin obra social, etc.- que se caracterizan por una muy baja productividad.

Este segmento -más allá de percibir ingresos- al igual que los desempleados deben constituir un objetivo central de las políticas públicas.

(*)Director @Fiscal. Ex ministro de Economía de la provincia.

14_2_dsc 6498.jpg

análisis

por Lic. en Economía Alberto Papini (*)

Mercado estable

  • La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) -elaborada por el Ministerio de Trabajo de la Nación- releva mensualmente de manera permanente el mercado y tiene por objetivo conocer la evolución del empleo y su estructura en las empresas privadas, excluyendo al sector primario.

Durante el 2º trimestre de 2014, el índice de empleo registrado en las empresas con más de 10 trabajadores del Gran Santa Fe relevadas por la EIL, presentó una disminución del 0,4% en abril, estuvo estable durante mayo y en junio tuvo una leve recuperación del 0,1%.

Es preciso aclarar que la dinámica del empleo es conveniente analizarla en función de las tasas de entrada y salida al mercado laboral y no solamente por la cantidad de altas o bajas.

La tasa de entrada es calculada como la proporción de las altas del mes sobre el total de empleo del mes anterior, y la tasa de salida como la proporción de las bajas sobre el total del empleo del mes anterior.

El análisis debe efectuarse sobre ambas tasas, ya que todos los meses se producen altas y bajas, puesto que si tomo sólo la cantidad de altas y no considero las bajas tendré un análisis más optimista del real y si tomo la cantidad de bajas sin tener en cuenta las altas tendré un resultado de tendencia pesimista.

Por ello, deben tratarse ambos indicadores en forma conjunta para tener una visión más cercana a la realidad, es decir, no guiarse por la magnitud de altas o bajas, sino por la cantidad de altas y bajas en relación al total del empleo, para valorar con exactitud su importancia relativa.

El promedio de la tasa de entrada del segundo trimestre de 2014 fue de 2,1% y el promedio de la tasa de salida del mismo fue de 2,2%, la magnitud de la caída es leve y no alcanza para generar una contracción interanual del empleo, puesto que el índice de empleo de junio de 2014 todavía es superior al de junio de 2013.

Durante el segundo trimestre de 2014, se observa una tendencia descendente de los dos índices (de entrada y de salida), en junio la tasa de entrada fue de 2,1% y la tasa de salida de 1,9%.

Una de las características principales del moderado descenso del nivel de empleo en el 2º trimestre de 2014, es que la caída del número de puestos de trabajo formales no se debe a un aumento de las desvinculaciones de personal en general, ni de los despidos en particular, sino que es el resultado de una sensible contracción del volumen de incorporaciones de nuevos trabajadores.

Se advierte que a partir del 1er. trimestre de 2014, tanto la tasa de entrada como la de salida presentan una tendencia declinante.

Este comportamiento ya se ha verificado en otras etapas de incertidumbre o de crisis. Por un lado, los empleadores deciden no reemplazar la totalidad de los empleados que, habitualmente y por distintos motivos, se retiran de sus empresas. Por el otro, los trabajadores, ante un contexto de mayor incertidumbre, reaccionan reduciendo su movilidad laboral, siendo menos frecuentes las renuncias.

En este marco, es habitual que el volumen de despidos no crezca, básicamente por el hecho de que las dotaciones de personal se reducen como resultado de una baja en el número de contrataciones.

En efecto, se comprueba que dichas tasas son inferiores a las registradas en períodos de gran crecimiento como el 2007, donde la tasa de entrada fue de 3,1% y la tasa de salida de 2,7%.

Es decir, que actualmente se están dando menos bajas que en períodos de auge, aunque, también se verifican menores altas por la contracción económica, de ahí la importancia del Estado como impulsor de la economía en estos períodos, es decir, la práctica de políticas anticíclicas.

Además, de deberán remover las barreras estructurales como la modificación del sistema financiero para aumentar el crédito productivo, nueva ley de control de remisión de utilidades de empresas extranjeras y redefinición de una política industrial sustitutiva para reencauzar el sendero del crecimiento logrado entre 2003 y 2013, evitando el cuello de botella del sector externo que es el histórico talón de Aquiles de la economía argentina.

(*) Docente Universitario.

Integrante de la Mesa de Profesionales Movimiento Evita de Santa Fe.