Cuando la música es un suplicio

DANIEL

“Se puede relacionar la música y los bailarines con la intranquilidad de los vecinos. En el club República del Oeste, los sábados y madrugada de domingo es felicidad para muchos y fastidio y bronca para otros. El tema es el volumen con que se escucha la música, pero también cuando el baile termina, la salida de los bailarines, con sus motos de escape abierto y autos y frenadas al mango. ¡Y la mugre que queda!... Me dicen que el presidente del club arregla con el subcomisario de la 4a. para evitar cualquier denuncia... En la Municipalidad me dicen que solicite la presencia de los inspectores que miden el ruido. Pero en casa, no puedo, porque debería hacerlo de incógnito, por temor a las represalias. Me pregunto: ¿por qué debo seguir sufriendo por la falta de responsabilidad de quienes deben velar por la tranquilidad de los vecinos?”.

Ahora me tocó a mí

SANDRA

“El sábado me dirigía hacia Alto Verde porque cumplo una tarea en ese distrito. A las 15, crucé Galicia y doblé hacia J.P. López. Iba en mi bicicleta, la que tiene dos asientos, la que utilizo para llevar a mis hijos. Gracias a Dios en la oportunidad no iba con ellos, ya que fui interceptada por dos motochorros, que me sustrajeron la cartera con documentación y tarjetas de crédito y la llave de mi casa. Fue todo un forcejeo porque la tira de mi cartera no se cortaba. El motochorro se me reía cínicamente. Luego, fui a hacer la denuncia en la comisaría que está General Paz, casi llegando a Risso. Cuando llegué, me dijeron que tenía que labrarla en la 5a. de Salvador del Carril. Así pues, con mi estado de nervios tuve que dirigirme a otra comisaría, con el consiguiente miedo de volver a tener que cruzarme con esos delincuentes. Allí me contestaron que esos malvivientes ya eran conocidos por ellos, ya que habían estado detenidos allí. Hacía un par de días habían ido a buscar su moto. De modo que ellos entran y salen como si nada. Me pregunto: ¿y yo?, tengo que salir con miedo de mi casa, mientras ellos se movilizan con total impunidad. Además, llegar a mi casa fue terrible: mi pesadilla seguía porque tenía que cambiar la cerradura, porque ellos se habían quedado con mis llaves. ¿Dónde están los derechos humanos, los jueces y fiscales para mí?, ¿por qué yo tengo que andar con miedo? y esos energúmenos, súper tranquilos. He escuchado a miles quejarse por la inseguridad, algo que me parecía ajeno, en cambio ahora ¡me tocó a mí! Sólo quiero contar lo que me pasó, para que los legisladores de una buena vez legislen, sancionen las leyes que necesitamos para estar cuidados”.

Punto de vista político

ROBERTO DE Bº SUR

“Los santafesinos queremos obras, propuestas y soluciones. Los políticos tienen que hacer sus estrategias, cada uno en su partido y sin agresividades, para solucionar el problema del narcotráfico y la inseguridad. Hay quienes se ocupan de hacer críticas en lugar de poner el foco en otras cosas. Me sorprendieron las críticas hacia Mauricio Macri, que en la ciudad de Buenos Aires no se dedicó a contestarlas sino a hacer obras, como el Metrobús, los entubamientos de los arroyos que previenen inundaciones o la nueva Policía Metropolitana”.

Deseamos que Santa Fe progrese

ELVIO

“Cuando se elijan las nuevas autoridades en las próximas elecciones, queremos el progreso de Santa Fe. Si miramos Rosario (que muchos piensan que es la capital de la provincia), veremos que creció y se superó, pero también tiene problemas estructurales que no son de estos tres últimos años. A pesar de que Santa Fe está caído, también en Rosario hacen falta obras, servicios. Toda la provincia necesita mejorar. Santa Fe quiere soluciones, patrulleros en las calles, cámaras de vigilancia que funcionen, una policía seria, profesional y operativa. Hay que caminar la provincia pueblo por pueblo, conocer las necesidades de la gente in situ y dar las respuestas que se demandan”.

Reclamo de jubilados

NORBERTO AMICONE

“Si bien no es lo que pedíamos, que era la apertura salarial, decimos que al concretarse el bono, sería justo y necesario que también lo cobren los jubilados, que no son ciudadanos de segunda”.