Voces para la LIJ

“La otra dimensión”, de María Luisa Miretti. Espacio Santafesino Ediciones. Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe. 2014.

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Por Julio Anselmi

Desde hace muchos años, la santafesina María Luisa Miretti se ha especializado en enriquecer el estudio y la teoría en lo que atañe a la Literatura Infantil y Juvenil, LIJ, tanto en su difusión (de lo que dan fe las secciones culturales de este diario) como en su carácter de directora de la Maestría en Literatura para niños, que se dicta en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR.

En La otra dimensión, justamente subtitulado Literatura infantil y juvenil: escrituras y experiencias, Miretti compila parte del material publicado originalmente en el diario digital Agenciafe. Se trata de un libro dividido en dos partes: en la primera, titulada “Textos y texturas”, se realiza un recorrido por la LIJ en el arco temporal 2010-2012, centrando especial atención en conceptos y análisis pasibles de tener un destino didáctico. Desde luego, desde las primeras líneas, Miretti se cuida de puntualizar que “la LIJ adquirió su carné de identidad al desprenderse del tutelaje de la pedagogía”. Sus estrechas relaciones con las necesidades escolares o formativas del niño y del adolescente no impiden que haya conquistado el carácter de una disciplina independiente, “como así también entender su objeto de estudio y los valores que le otorgan identidad, aunque su receptor sea un sujeto en permanente evolución”.

En esta primera sección, se estudian aspectos tan variados e importantes de la LIJ como la búsqueda y selección de obras, el tema del héroe, el disfrute literario fuera y dentro del aula, aparte de presentar ejemplos de autores y textos.

La segunda parte está constituida por entrevistas a autores destacados de la literatura infantil y juvenil, acompañadas en cada caso por datos biográficos y bibliográficos. La apropiada selección de autores y las preguntas, certeras e inspiradoras, convergen en reportajes ricos y plenos de sugerencias, dignos de tenerse en cuenta a la hora de reflexionar sobre la LIJ.

Hay autores que ofrecen opiniones notables, como Liliana Bodoc que sentencia: “La LIJ es como Dios, nos preguntamos si existe o no. Yo soy creyente. Creo en la LIJ como en una manera de hacer arte con el lenguaje”. O María Cristina Ramos, acerca del problema crucial de las ilustraciones: “Es un universo maravilloso que ha ido ganando un merecido espacio. No obstante, me preocupa que a veces sea en detrimento del texto. Éste es un tema editorial, de quienes conciben el libro, y tal vez una consecuencia de la imposición de la imagen en nuestro tiempo. Pero el lector merece el despliegue tanto de la imagen como del texto. Hay abundancia de libros con dos líneas de texto por página. Algunos son magníficos. Pero muchos son otra cosa. Me preocupa la sobreabundancia de libros frugales”. Opinión que confirma Teresita Alvado de Lardizabal: “Las ilustraciones creo que deben ser expresiones realistas. A los padres aconsejaría que no se dejen impresionar por los dibujos, que lean un poquito los contenidos”.

Los autores confiesan sus métodos y sus técnicas. Hay también quien aborda estos temas desde ángulos insospechados, como Enrique Butti, que responde de esta manera a la pregunta clave en lo que atañe al ámbito de la LIJ, y que tiene que ver con la conciencia, con la consideración que debe o no tener el autor respecto del lector: “Yo no pienso en el lector, pero tengo un Ángel de la Guarda que es un buen lector, que es un mejor lector y un mejor escritor que yo, y que está ahí, leyendo lo que escribo por sobre mi hombro, y yo a menudo le estudio las reacciones. Por momentos, ese ángel reviste forma humana y así hay períodos de mi vida en que aparecen amigos, gente querida, que incluso sin saber lo que yo estoy escribiendo influyen en el texto. Pero el trabajo del verdadero escritor es solitario, como señala el maestro Rainer Maria Rilke. El escritor está solo y no hay lector a la vista. Excepto, como te decía, en algunas épocas felices. Pero no vale engolosinarse porque después resulta un golpe duro volver a estar solo”.

En suma, un libro enriquecedor sobre la LIJ, que sin duda pasará a formar parte de la mejor bibliografía sobre el tema.