A un año de la muerte de Serena Martínez

Tiziano y Federico, dos chicos baleados con cicatrices que duelen

Ayer se cumplió un año de la bala perdida que impactó en la cabeza de Serena Martínez y la condujo a la muerte. Tiziano Chávez y Federico Martínez también fueron víctimas de tiroteos entre bandas antagónicas, pero viven. En lo que va del año, más de 60 chicos recibieron atención en el Alassia por sufrir heridas con armas de fuego.

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Un milagro. En cada abrazo que le da a su hijo, María agradece al cielo tenerlo con ella. Es que en abril de este año, Tiziano estuvo al borde de la muerte por una bala que lo atravesó en medio de un tiroteo. Como consecuencia de ello, el nene de 3 años quedó parapléjico. Foto: Mauricio Garín

 

Mónica Ritacca

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Ayer se cumplió un año de que una bala perdida, producto de un enfrentamiento de bandas antagónicas de Alto Verde, impactara en la cabeza de una nena de siete años, dejándola por algunos días en una terapia intensiva, donde todo lo que se hizo no alcanzó para que pudiese sobrevivir. Aquel día, Serena Martínez participaba de una fiesta de fin de año, organizada en el Club de Regatas, de donde era asistente con sus padres. Junto con ella, un centenar de chicos también disfrutaba del evento. Ahora... ¿qué cambió después del triste final de Serena?

“Tiziano quedó parapléjico, y no sabemos si algún día volverá a caminar”. “A Federico no le quedaron secuelas físicas, pero sí emocionales. Escucha un cuete y se asusta mucho, cree que otra vez le están disparando”. Cecilia y María son las madres de Tiziano Chávez y Federico Martínez, dos nenes que también fueron víctimas de una bala como Serena, pero que lograron sobrevivir.

Tiziano y Federico son parte de la lista donde se anotaron -y se seguirán anotando hasta que termine el 2014- los ingresos en el Hospital de Niños Orlando Alassia por hechos donde hubo un arma de fuego de por medio. En esa lista ya figuran más de sesenta niños menores de 14 años, lo que evidencia que después de la muerte de la pequeña Serena las cosas no mejoraron demasiado.

“Tiziano quedó parapléjico”

En abril de este año, la noticia de un chiquito de Santa Rosa de Lima que había quedado en medio de un tiroteo entre bandas antagónicas del barrio mantuvo en vela, semanas enteras, a la ciudad. Su vida pendió de un hilo varias veces; pero Tiziano Chávez, de apenas tres años, salió adelante.

“Tiziano está bien. Quedó parapléjico lamentablemente, pero por lo menos está conmigo”, contó Cecilia Senger, su mamá, cuando El Litoral la visitó en su casa.

Sobre el día que cambió radicalmente la vida de este niño, recordó que el 5 de abril el nene andaba en bicicleta por su cuadra, cuando en menos de un minuto se desencadenó un tiroteo y él quedó en el medio. “Yo justo bajaba del colectivo y le traía una gorra de regalo. Apenas recibió el tiro lo llevé urgente al hospital. Fueron semanas de pensar que se nos iba. Y después de tres meses le dieron el alta”, contó Cecilia. Y agregó: “Él no se acuerda de nada. Cree que se cayó de la bicicleta y que por eso no camina”.

“La bala -cuenta esta joven madre de 21 años, a casi 8 meses de lo ocurrido- ingresó por la espalda de Tiziano, perforó pulmones, tocó la médula y salió”. Hoy el nene hace rehabilitación en el hospital Vera Candioti y aguarda por una silla de ruedas acorde al barrio donde vive, ya que “las calles son un desastre y la que tiene se vive rompiendo”.

Consultada sobre las personas que se enfrentaron aquel día en el barrio, dijo: “andarán por acá, porque no hubo detenidos por el caso de mi hijo. Nadie vio nada, nadie fue... Ojalá algún día pueda irme de este barrio, porque las cosas, lejos de mejorar, empeoran día a día”.

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Vida normal. Federico Martínez, de 8 años, fue baleado en enero de este año en Alto Verde, a los pocos días del fallecimiento de Serena Martínez. No tiene secuelas físicas, pero sí emocionales. Sus padres contaron que apenas escucha un cuete se asusta y piensa que le están disparando. Foto: Mauricio Garín

“Miedo a los cuetes”

Federico Martínez es otro de los niños que este 2014 fue víctima de una bala. Fue en enero, a los pocos días de la muerte de Serena y también como consecuencia de un enfrentamiento de bandas de Alto Verde.

“A Fede, la bala le entró por la espalda y le salió por la axila. Le perforó un pulmón y fracturó dos costillas. Su cuerpito estaba caliente porque andaba en bicicleta y eso ayudó, según nos dijeron los médicos, a que la bala saliera”, manifestó María Reyes, su mamá.

Federico, que tiene 9 años, no tiene secuelas físicas. La bala pasó a 3 centímetros de la columna y a 5 centímetros del corazón, lo que hubiese significado, quizás, otro presente para este chico si tocaba esas partes del cuerpo. Pero sí quedó con secuelas internas, emocionales. Rogelio Martínez, el papá, dijo que Fede se asusta cuando escucha un ruido fuerte y piensa que le están disparando. Por el hecho no hubo detenidos.

Hoy, la casa de esta familia de la manzana 2 de Alto Verde está dividida en dos: una parte que se usa y otra, la más próxima a la calle, que no. “Tenemos miedo que una bala perdida ingrese. Así que clausuramos el dormitorio de adelante, el comedor y el garaje”.

La familia Martínez también pensó en irse de Alto Verde, luego de lo ocurrido a Fede, que hoy lleva una vida normal, pero vive atemorizado de quedar otra vez en medio de un tiroteo. Pero para la familia Chávez, de Santa Rosa de Lima, esa posibilidad le está vedada porque los recursos económicos no alcanzan. “Tenemos la suerte de tener a Fede con vida, y no queremos que le vuelva a ocurrir otra vez lo mismo a él o a otro hijo. Varias veces pensamos en irnos del barrio porque las cosas no mejoran... pero no podemos, así que tendremos que acostumbrarnos a vivir así”, remarcó María.

No hace falta decir más: Tiziano y Federico, y los otros chicos que conforman la lista de más de 60 niños baleados en lo que va de 2014, en el hospital Alassia, evidencian que después de la muerte de Serena Martínez muy poco se hizo en la materia, para que las cosas mejoren.

 

Serena: en marzo podría empezar el juicio oral

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Justina, a pedido de Sere. Los padres de la pequeña Serena Martínez volverán a tener una hija en breve. Se llamará Justina, nombre que había elegido Serena tiempo atrás para cuando tuviera una hermana y que significa “persona justa”. Foto: Mauricio Garín

Verónica Mammarelli y Facundo Martínez aguardan la llegada al mundo de su segunda hija: Justina. La fecha probable de parto es el 31 de diciembre, pero la mamá presume que se adelantará. Ellos son los padres de Serena, la pequeña de siete años que falleció hace un año a causa de una bala perdida que recibió en el Club de Regatas proveniente de Alto Verde.

“Serena le puso el nombre. Siempre dijo, y no sabemos por qué, que a su hermanita le teníamos que poner de nombre Justina. Y así lo haremos”, manifestó Verónica en una charla íntima con El Litoral.

“Serena era una nena feliz”, y así la recuerdan sus padres; que lo único que desean es “paz, justicia e inclusión”. Ellos son muy creyentes y aseguran que eso fue fundamental para ponerse en pie sin ningún tipo de resentimiento hacia la gente de Alto Verde.

La causa judicial

Carolina Walker, una de las abogadas del caso, manifestó que por la causa penal “hay seis detenidos que están esperando que comience el juicio oral”. Ello podría ocurrir en marzo o abril de 2015. Demanda civil todavía no hay.

“La causa se encuentra en el Juzgado de Sentencia Nº 5 del Dr. Álvarez. El delito es un homicidio calificado por el uso de arma de fuego”, dijo la abogada. Y agregó: “Eso sí: los dos menores que estaban detenidos, están libres. Pero en esa causa no tenemos participación, porque se nos ha negado la posibilidad de ser querellantes, en virtud de un antecedente de la Corte Suprema de Justicia que no lo permite. Uno de esos menores está involucrado directamente en el homicidio de Serena y procesado por ello. El otro por tentativa de homicidio”.

Cabe destacar que uno de estos menores, el involucrado directamente con el homicidio, protagonizó hace unos meses un tiroteo en un colectivo de la Línea 13. “O sea que no es un chico que después de lo de Serena se quedó reflexionando en su casa”, manifestó Carolina Walker.

El equipo de abogadas y la familia Martínez están conformes con la actuación de la Fiscalía y el Juzgado de Instrucción y aguardan que “el juez de sentencia haga honor a ese trabajo. No están conformes con la actuación del Juzgado de Menores.

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Homenaje. Ayer, en Regatas, se llevó a cabo un emotivo acto para recordar a Serena. Pese al mal tiempo, sus padres, familiares y miembros del club plantaron un árbol y leyeron una carta donde pidieron “paz, inclusión y justicia”. Foto: Mauricio Garín