editorial

  • En el último partido de Unión en Santa Fe, numerosos efectivos policiales destinados al control no se hicieron presentes en el estadio.

Falta de control sobre la policía

Los desmanes ocurridos al término del partido entre Unión y Sarmiento de Junín, en el estadio 15 de Abril, no sólo empañaron la posibilidad de festejos por el ascenso del equipo. Además, dejaron al descubierto un inquietante desmanejo de la situación por parte de las autoridades responsables del Ministerio de Seguridad de la provincia.

Es que, a diferencia de lo que sucediera en otras oportunidades, esta vez las explicaciones oficiales no apuntaron sólo a la evidente irracionalidad de un grupo de hinchas violentos y con actitudes delictivas. En este caso, el subsecretario de Coordinación de Seguridad Deportiva de la provincia, Pablo Farías, advirtió que el 25 por ciento de los efectivos policiales que debían estar en el partido no se presentaron a trabajar. Pocas horas después, el secretario de Control, Ignacio del Vecchio, aclaró que el ausentismo fue del 15 por ciento.

Lo cierto es que Farías reconoció que no se pudieron realizar eficientemente los controles fuera del estadio, ni fue posible actuar de manera adecuada para frenar el ingreso de hinchas al campo de juego cuando todavía restaban cinco minutos de partido.

“Sólo por suerte no hubo que lamentar víctimas”, dijo en diálogo con una emisora local el coordinador de Seguridad Deportiva, reconociendo de esta manera que el resultado de los operativos de control e, incluso, la vida o la muerte de las personas que asisten a un estadio, pueden depender exclusivamente del azar.

Desde el Ministerio de Seguridad, aseguraron que analizarán “con detalles” las justificaciones brindadas por los policías que no se hicieron presentes en el estadio.

La sensación que deja lo ocurrido el domingo es de total indefensión y falta de autoridad de los responsables políticos sobre las fuerzas policiales. En caso de que se hubiese producido algún hecho irreparable, ¿de qué serviría ahora analizar “en detalle” por qué tantos efectivos policiales no se presentaron a trabajar?

Se supone que las autoridades de seguridad deben hacer hincapié en prevenir este tipo de desmanes. En ese caso, surge otro interrogante: ¿qué medidas tomaron al detectar que tantos policías no estaban disponibles?

Resulta comprensible que algunos efectivos puedan estar ausentes, ya sea por motivos personales o de salud. Sin embargo, el hecho de que el 15 ó el 25 por ciento del personal previsto en un espectáculo deportivo como éste resuelva no presentarse, es realmente llamativo.

Además, lo sucedido refleja la inquietante falta de control que persiste sobre la policía. El hecho es preocupante, sobre todo luego de que hace un año, miles de efectivos en toda la provincia desconocieron a las autoridades políticas, sembraron el caos, liberaron zonas en las principales ciudades, permitieron desmanes y saqueos a la propiedad privada.

Los que despojaron de sus pertenencias a los jugadores y arrojaron a quienes estaban en la platea una vara de metal que pudo haber herido a los presentes, son violentos y delincuentes. De eso no hay dudas.

Pero en este caso, el fútbol terminó dejando al descubierto la imprevisión y una sorprendente debilidad en la cadena de mando que emana desde la autoridad política, pasa por la autoridad policial y termina en los efectivos destinados a cumplir tareas de prevención en el terreno.

El fútbol terminó dejando al descubierto la imprevisión y una sorprendente debilidad en la cadena de mando.