El socialismo lanzó su campaña

Lifschitz: “Somos ética pura”

  • Lo acompañaron Hermes Binner y Antonio Bonfatti. El precandidato a gobernador dijo que en las gestiones del Frente Progresista “no hay testaferros ni cuentas en Suiza”; que “no se arreglan las licitaciones” ni se nombran jueces “con la servilleta”. Prometió continuidad aunque profundizando cambios.
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“Mi gobierno va a ser el más frentista de los tres”, dijo ayer Miguel Lifschitz en el acto, que compartió con Binner y Bonfatti.

Foto: Prensa Partido Socialista

 

Ivana Fux

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Con sus tres principales referentes sobre el escenario, el socialismo lanzó ayer la precandidatura a gobernador de Miguel Lifschitz. Al actual senador por Rosario lo acompañaron Hermes Binner y Antonio Bonfatti. Previo al acto, compartieron una conferencia de prensa en la que ratificaron el espíritu frentista y evitaron cruces virulentos con Mario Barletta, su principal rival en la interna. El candidato del radicalismo, socio mayor del PS en la coalición, había dicho sólo horas antes del lanzamiento, que Bonfatti debía dedicarse a gobernar y no ocupar sus horas en la campaña. Quizá por eso, el propio mandatario omitió responder certeramente la consulta sobre su supuesta postulación a diputado provincial. Sólo dijo que hará “lo que el partido” le pida; y sobre los cuestionamientos de Barletta, que “cada uno tiene derecho a pensar lo que quiera”.

Escenario

Cuando los protagonistas salieron a escena, una lluvia de papelitos y globos rojos, naranjas y lilas dieron el marco para una toma televisiva perfecta. Complementaban un recinto colmado -en ATE Casa España-, banderas partidarias agitándose y cánticos. El primer orador fue Binner. Estaba eufórico; bailaba, hacía palmas e instaba con sus manos al público para que se sumara al festejo. Lo presentaron como “el primer gobernador socialista de la historia”, y en su discurso, se jactó de la “transparencia” en la gestión. “Son siete años ya de gobierno en la provincia, sin un solo caso de corrupción”, sentenció.

Después fue el turno de Bonfatti, que reivindicó “a la política y a los partidos políticos”. Habló de la “enorme amistad” construida entre los miembros del gabinete -los ministros ocupaban primera y segunda fila del auditorio- y también, con “los legisladores del oficialismo y la oposición”. Focalizó buena parte de su alocución en la política de salud y celebró, por ejemplo, que ese mismo día se anunciara que Santa Fe tiene “la tasa más baja de mortalidad infantil de América Latina”. Sólo con algunas líneas y casi elípticamente aludió al drama de la inseguridad. “Nos hacemos cargo de los problemas; nos hacemos cargo de la desaveniencia de quien elige tener un arma en la mano para resolver los problemas personales. Nos hacemos cargo de eso”, insistió. Y exhortó a fomentar “la participación” en todas las instancias y estamentos.

Cerró instando a los militantes “a salir a golpear la puerta de todos los santafesinos” para garantizar la continuidad del proyecto. “No lo hagamos en función de un cargo -advirtió-, porque eso no sirve para nada; hagámoslo por la gente porque Santa Fe no puede retroceder”.

El candidato

El último orador fue Lifschitz. El legislador agradeció a los partidos que lo acompañaban -PDP, Pares, SI, GEN, Libres del Sur- y “a los amigos radicales”. Mencionó a los intendentes de San Javier, Mario Migno; y de Villa Ocampo, Enrique Padúan.

Trazó una autobiografía política rápida; advirtió que el Frente está ante “un momento decisivo” y aseguró que “la ética” es la “esencia” de dicho espacio. Como ya lo había hecho Binner, Lifschitz eligió el eje temático de la transparencia para buena parte de su discurso. “Esto es ética pura”, sostuvo. “Acá, no hay testaferros ni cuentas en Suiza; no hay licitaciones arregladas ni jueces de la servilleta. Los jueces se eligen como corresponde, a través del consejo de la Magistratura. Creemos en la democracia como forma de vida; creemos en el rol del Estado. Le decimos no a la demagogia, al populismo y a los caminos fáciles. No nos gusta la política marketinera; no vamos a los programas de chimentos ni a 678”, aseveró.

Tesoro

Para Lifschtiz, “el mayor descubrimiento y tesoro” es el Frente Progresista. “Estamos un paso adelante de las otras propuestas y ahora, iniciamos una nueva etapa”, planteó. “Tenemos propuestas y un gran equipo; no es un rejunte de profesionales ni de improvisados. Con ellos y con nuestra experiencia vamos a construir una propuesta de continuidad de este gobierno pero también de cambio, porque el cambio continúa”, dijo, reeditando el slogan de campaña de 2011.

Ni grietas ni roces

En diálogo con El Litoral y antes de que comenzara el acto, Lifschitz admitió que es casi inevitable la primaria dentro del Frente. “Hoy pareciera que es así, pero hasta el 13 de febrero hay tiempo para que alguno pueda rever su posición. Nosotros siempre vamos a tener las puertas abiertas, y el diálogo y la amplitud para tratar de lograr ese objetivo”, planteó. Con el mismo espíritu, relativizó las críticas de Mario Barletta. “Para nosotros, la política pasa por otro lado; priorizamos siempre la búsqueda de acuerdos dentro del Frente. Creemos que no debemos dejar ninguna grieta ni generar roces, confrontaciones ni menos, en términos personales, así que seguiremos dialogando”, prometió.

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“Priorizamos la búsqueda de acuerdos”, insistió Lifschitz.

Foto: Manuel Fabatía

El dato

La “Chiqui”

Durante su discurso, Lifschitz citó cada una de las áreas de gobierno, y con reseñas ágiles, describió lo hecho y lo pendiente. En cada caso, la cámara se concentraba en el titular de la cartera aludida, y las pantallas gigantes ubicadas en el hall reproducían el rostro de ese funcionario. Cuando llegó el turno de Cultura, Lifschitz tuvo una actitud particular; destacó los logros y aseguró que la cultura tiene en Santa Fe “nombre y apellido: se llama Chiqui González”, exclamó. La “Chiqui” escuchaba azorada. Sacudía la cabeza, tapaba su rostro con las manos, y se emocionaba. El suyo había sido el único nombre de todos los actuales ministros mencionados por el nuevo aspirante a la Casa Gris.