Asalto y tiroteo en barrio Centenario

“Tenemos un Dios aparte porque seguimos vivos”

  • Así lo asegura el dueño de la panadería que ayer fue blanco de un violento robo. En el lugar hubo un recio tiroteo entre ladrones y policías. Finalmente los malvivientes fueron aprehendidos.
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El hecho provocó una gran conmoción en la barriada. Fotos: Luis Cetraro

 

Danilo Chiapello

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El sol pega de lleno contra el frente de la panadería La Plaza y entonces el amarillo intenso de sus paredes cobra un brillo especial.

Por su color tan particular el negocio se destaca del resto de las viviendas ubicadas en Zavalía al 700, esto es, en el corazón de barrio Centenario.

En su interior un grupo de esforzados trabajadores continúan con su labor. Hombres y mujeres que hablan de Colón y de la cercanía de las fiestas.

Un poco más alejado del grupo se encuentra Hugo Torres (51), el propietario del comercio, quien observa la escena mientras termina de acomodar los canastos del reparto.

Todos parecen relajados pero en verdad aún padecen la conmoción de lo ocurrido ayer a la siesta cuando dos delincuentes ingresaron a robar y los obligaron a tirarse al suelo donde fueron maniatados con precintos plásticos.

Pero lo peor sobrevino al momento de la fuga cuando los rufianes, al verse sorprendidos por la policía, iniciaron un duro cruce de balas con los uniformados que terminó con un malviviente herido y otro capturado.

Podemos contarlo

“La verdad es que tenemos un Dios aparte, porque estamos vivos y podemos contarlo”, reflexionó Torres.

Consultado sobre el hecho, Torres dijo: “Faltaban algunos minutos para las 15 cuando vemos que dos sujetos entran al negocio. Uno jovencito que estaba ‘re pasado' y el otro, de unos 30 años, que se mostraba más tranquilo. Uno tenía un arma de fuego. Estaba yo con cuatro empleados más. De inmediato nos llevaron para el fondo del local y nos hicieron tirar al suelo, boca abajo. Después nos maniataron a todos con precintos plásticos.

“Nos pedían plata, plata. También preguntaban quién era el patrón. Yo en principio no les dije nada pero al cabo de un rato me identifiqué. Les dije que era yo. Entonces me alejaron un poco y me reclamaban dinero. Yo les decía que estaba el dinero de la caja. Pero querían más.

“Comenzaron a recorrer y se llevaron otras cosas. Uno de los maleantes tenía una mochila donde cargó un DVD, una netbook y ropa, además del dinero. En eso sentimos que aparece los policías. Los agentes les gritaron que tiren el arma y levanten las manos. Les decían que se entreguen. Pero los tipos no hicieron caso. Se fueron hasta una pieza del fondo y abrieron fuego. Fue algo tremendo porque los tiros nos zumbaban por la cabeza. Y nosotros no podíamos hacer nada. Estábamos atados y tirados en el piso.

Finalmente nos enteramos que los delincuentes fueron capturados”.

Fue una “entregada”

Por último, el comerciante sostuvo que “creo que esto fue una ‘entregada'. Me llama la atención que los delincuentes vinieran con 5 precintos, y justo éramos 5 personas las que estábamos acá”.

En diálogo con los vecinos supimos que Torres es un comerciante con un alto perfil solidario. “Es un hombre que siempre está dispuesto a ayudar. Y de hecho colabora directamente con varios CAF, como así también con gente de pocos recursos a quienes les da mercaderías”, precisaron sus conocidos.

Respecto de los delincuentes, voceros confiables indicaron que durante el suceso ambos rufianes resultaron heridos y capturados.

Se trata de un hombre de 30 años y otro de 19, ambos oriundos de barrio Los Hornos.

El primero sufrió una herida cortante en su mano izquierda, mientras que su compinche presentaba dos impactos de bala en su brazo derecho, otro en un testículo y uno más en su pierna izquierda, quedando alojado en la Sala Penitenciaria del hospital Cullen. En poder de los malvivientes la policía secuestró dinero en efectivo, además de un DVD, una tablet y un revólver calibre 32.

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Detenidos. Uno de los delincuentes resultó con varios impactos de bala y su compinche con una herida cortante en la mano.