No le neguemos la ese

Enrique José Milani

Seguramente el título intrigó a más de uno. De inmediato, comenzaremos a develar el misterio.

Se trata de un error gramatical muy frecuente, más precisamente, sintáctico, que se repite en innumerables casos, tanto en el habla conversacional como en la escritura, inclusive en diarios, revistas, periódicos, y también en expresiones orales y escritas de la televisión.

Y ahora sí, ya entrando de lleno en el tema, oímos o leemos cosas así: A los ganadores le entregarán los premios el sábado; No le venderán entradas a los barrabravas; A muchos le corresponderá un 20 % más de aumento; Es necesario aclararle a los presentes las reglas del juego; No le descontarán ganancias a los que ganen menos de 35.000 pesos; Y qué le ofrecerán a los invitados; A muchos le duele la verdad.

Pues bien, los lectores urgirán: Devélenos ya en qué consiste el error. Es muy sencillo: el pronombre personal “le”, que aparece también en el título, cuando se refiere a más de una persona o cosa, debe ir en plural, es decir, agregar “s”. Corresponde, pues, decir en los ejemplos transcriptos: ... les entregarán los premios...; ... no les venderán entradas...; A muchos les corresponderá...; ... aclararles a los presentes...; No les descontarán ganancias...; Y qué les ofrecerán a los invitados; A muchos les duele la verdad.

Se trata del objeto (complemento) indirecto desempeñado por una de las formas pronominales “le” o “les” y se construye sin preposición.

Conviene aclarar que aunque algunos escritores han usado “le” y “les” como objeto (complemento) directo: le vi, les vi, la forma correcta es con “lo” y “los”: lo vi, los vi. Esto es lo que recomienda la Academia, si bien tolera para el singular el uso de “le”, no transige con el plural “les” en vez de “los” o “lo”. El empleo como objeto directo de “le” por “lo”, y de “les” por “los” se denomina leísmo. Laísmo es usar “la” por “le”, “las” por “les” para el objeto indirecto: la di, las di. Esto no es recomendable.

Existe el uso pleonástico, es decir, duplicado, del pronombre personal: Me culpan a mí, A vosotros os esperan afuera, Te lo dirán a ti, Él nos lo reveló a nosotros. Esta duplicación es castellana y suele comunicar fuerza, claridad y contundencia. A veces hasta es necesaria. No se debe decir: A mí eso no parece correcto, sino A mí eso no me parece correcto.

Se emplea “se”, en vez de “le” y “les”, cuando éstos preceden a lo, la, los, las, a fin de evitar la cacofonía (mal sonido) al decir, por ejemplo, le/lo dije, le/la vio, les/las escondí, les/los sacó, por: se lo dije, se la vio, se las escondí, se los sacó.

Recapitulando: no nos olvidemos de agregar “s” a la forma personal “le” cuando ésta deba ir en plural: A ellos les debemos el triunfo, Les agradecemos a todos las donaciones, Pronto les solucionaremos a Uds. el problema.