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Italia: Renunció el presidente Giorgio Napolitano

  • Tras casi nueve años en el cargo, el primer mandatario firmó hoy su dimisión. Hasta la elección de su sucesor, ocupará temporalmente su cargo el presidente del Senado, Piero Grasso.
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Visiblemente emocionado y en medio de una calurosa despedida, Giorgio Napolitano abandona el Palacio presidencial del Quirinal acompañado por su esposa, Clio, en Roma. Foto:

 

Redacción El Litoral

Agencias EFE/DPA

El presidente italiano, Giorgio Napolitano, dimitió hoy, según anunció el palacio presidencial en Roma.

Conforme a lo esperado, el presidente de 89 años firmó hoy su renuncia tras casi nueve años en el poder, informó el palacio del Quirinal. Tras ello, y tal como lo indica el protocolo, se envió una copia de la carta de renuncia a los presidentes de cada una de las cámaras del Parlamento: el Senado y la Cámara de Diputados.

En su discurso de Año Nuevo, Napolitano había anunciado su intención de dejar el cargo por motivos de edad. Ocupaba la presidencia desde mayo de 2006 y dirigió al país en tiempos de graves crisis políticas, proporcionando estabilidad y jugando un papel decisivo en la formación de varios gobiernos.

En realidad quiso dejar el poder en abril de 2013, pero tras el fracaso de la elección de su sucesor, fue convencido para continuar en el cargo. El actual primer ministro, Matteo Renzi, advirtió que no quiere que vuelva a producirse una situación caótica como entonces.

“Creo que Giorgio Napolitano fue un presidente extraordinario. Será muy difícil reemplazarle”, afirmó el viceprimer ministro, Angelino Alfano, en declaraciones a la cadena de radio Anch’io.

Renzi debe ahora presentar candidatos capaces de recabar una mayoría de apoyos para que el país golpeado por la crisis no caiga en un caos similar al intento de elección presidencial de hace dos años.

“Por el momento no hay nombres, pero algunos de los que se mencionaron en la prensa podrían ser candidatos”, dijo la diputada Laura Garavini, del Partido Democrático (PD) de Renzi, de centro-izquierda.

Garavina mencionó como posibles nombres los del ex alcalde de Roma y ex líder del PD Walter Veltroni, el ex primer ministro Giuliano Amato y el juez del Tribunal Constitucional Sergio Mattarella.

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, volvió a descartarse como posible candidato en una entrevista con el semanario alemán ‘Die Zeit. “Es un gran honor ser considerado como posible candidato, pero no es mi trabajo”, afirmó.

“Nos sentaremos (a dialogar) con todos los partidos”, anunció hoy la vicepresidenta del PD, Deborah Serracchiani. Como partido mayoritario en el Parlamento, se espera que el PD escoja un nombre y después se asegure el apoyo de otros partidos. El presidente es elegido para un mandato de siete años en una elección secreta en la que participan más de mil personas: los miembros de las dos cámaras del Parlamento -la Cámara de Diputados y el Senado-, además de los senadores vitalicios y una delegación de políticos regionales.

El PD de Renzi controla en torno a 450 votos, que sumados a los del opositor conservador Forza Italia, de Silvio Berlusconi y formaciones menores de centro, podrían sumar más de 700 votos. Sin embargo, el voto secreto puede cubrir a diputados que quieran desafiar las órdenes del partido, motivo por el cual las votaciones presidenciales en Italia son impredecibles.

¿Qué ocurrirá ahora?

  • Tras la dimisión del presidente italiano, Giorgio Napolitano, Italia tendrá que elegir un sucesor que se convertirá en el décimo segundo presidente de la república italiana.

Los presidentes son elegidos para un mandato de siete años en una votación secreta en la que participan los miembros de las dos cámaras del Parlamento -la Cámara de Diputados y el Senado-, además de los senadores vitalicios y una delegación de políticos regionales.

En total, más de 1.009 personas votan al nuevo presidente, en concreto 630 diputados, 315 senadores, seis senadores vitalicios y 58 representantes regionales. Se espera que comiencen a votar en dos semanas.

El presidente debe tener al menos 50 años de edad.

En las primeras tres rondas de votación, el candidato debe imponerse con una clara mayoría de dos tercios; si esto falla, en la cuarta ronda basta con una mayoría simple. No hay una fecha límite para completar la elección, pero se espera que haya un nuevo presidente antes de finales de enero o comienzos de febrero.

El presidente del Senado, Pietro Grasso, asumirá el cargo de presidente provisional hasta la elección del sucesor de Napolitano.

En la elección tendrá un peso clave el gobernante Partido Democrático (PD) de Renzi, que controla en torno a 450 votantes, el opositor conservador Forza Italia, de Silvio Berlusconi y formaciones menores de centro, que juntos pueden sumar más de 700 votos.

Sin embargo, el voto secreto puede cubrir a diputados que quieran desafiar las órdenes del partido, motivo por el cual las votaciones presidenciales en Italia son impredecibles.

Los presidentes italianos tienen una función representativa, pero su papel no es sólo ceremonial. También pueden disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, median negociaciones para formar gobiernos y pueden nominar al primer ministro.

También pueden vetar leyes si las consideran inconstitucionales y son los jefes del Ejército y la Justicia. En circunstancias excepcionales pueden condonar o reducir las sentencias de condenados por la Justicia.

“El comunista que salvó a Italia”

  • Giorgio Napolitano, de 89 años, fue una figura central de la política de su país y de Europa durante los casi nueve años que ocupó el cargo.

El “rey Giorgio” lideró el país durante cuatro cambios turbulentos de gobierno en Roma, dos elecciones generales y una crisis financiera en 2011, que estuvo a punto de llevar a la bancarrota a la tercera economía de Europa.

Durante un reciente discurso, Napolitano describió estos años como “largos y tormentosos”.

“El comunista que salvó a Italia”: así fue descrito Napolitano en una biografía publicada en 2013, después de que en mayo de 2006 se convirtiera en el primer ex comunista en ocupar el máximo cargo de la república.

La peor crisis política que enfrentó el licenciado en Derecho data de 2011, cuando una serie de escándalos sexuales y por corrupción involucraron al entonces primer ministro Silvio Berlusconi, haciendo insostenible su permanencia en el cargo.

Entonces Napolitano nombró a Mario Monti como nuevo jefe de gobierno, una decisión que de inmediato le valió la crítica de estar acumulando poder y traspasar las competencias del presidente.

“En todo ese caos, Napolitano era el único punto de contacto para los socios internacionales”, dijo su biógrafo Paolo Franchi.

Barack Obama, confió en él tanto como la Reina Isabel II de Gran Bretaña, y fue uno de los pocos que conocía previamente la renuncia de Benedicto XVI. Pero en los últimos meses se podía percibir el esfuerzo que suponía el cargo para el jefe de Estado de mayor edad de Europa.

Napolitano ya había anunciado durante su reelección en 2013 que no iba a ejercer la presidencia durante mucho más tiempo.

Y hace dos semanas adelantó que su dimisión era inminente, sin puntualizar una fecha concreta.

Napolitano nació el 29 de junio de 1925 en Nápoles, en el seno de una familia de clase media.

A los 17 años se unió a la resistencia contra el dictador fascista Benito Mussolini. En 1945 se adhirió al Partido Comunista italiano y en 1953 fue elegido diputado.

Durante su larga trayectoria política, desempeñó cargos importantes en el Parlamento. Fue presidente de la Cámara de Diputados (1992-1994) y ministro del Interior durante el primer gobierno de Romano Prodi.

Como ex mandatario recibirá un asiento vitalicio en el Senado y además podrá participar en la elección de su sucesor, junto con más de 1.000 diputados nacionales y regionales.

Napolitano tiene dos hijos junto con su esposa Clio. “Seré feliz en casa y saldré de paseo”, dijo hace poco en declaraciones ante la prensa.