En el barrio Sur de la ciudad

Preocupa un proyecto edilicio lindero a la casa del Brig. López

• El proyecto consistiría en la construcción de un edificio en altura, de ocho pisos. Las autoridades del Archivo Histórico Provincial manifestaron su inquietud ante la iniciativa.

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

La solicitud de un permiso de obra en un terreno lindero a la casa del Brigadier Estanislado López, donde funciona el Archivo Histórico Provincial, generó preocupación en las autoridades de la dependencia pública. Es que la casona, ubicada en la esquina de la avenida General López y 9 de Julio, constituye un Monumento Histórico Nacional y su conservación resulta tan compleja como fundamental, dada la antigüedad del inmueble y sus características constructivas, propias de principios del siglo XIX.

A esto se suma que en el lugar funciona el mencionado archivo, una actividad que reviste condiciones particulares ineludibles que, a simple vista, no cumple el actual emplazamiento. “Nos enteramos que pidieron el permiso de construcción en Edificaciones Privadas de la Municipalidad y enseguida nos pusimos a trabajar en el tema. Generó preocupación porque no tenemos precisiones”, señaló Mercedes Valdés, subdirectora del Archivo Histórico Provincial.

Según pudo saber El Litoral se trataría de un edificio de ocho pisos, un emprendimiento privado que llevarían adelante los propietarios del terreno ubicado en General López 2780. Si bien desde la Municipalidad afirmaron ante la consulta de este medio que la obra fue rechazada, Valdés planteó a partir del caso, la necesidad de actualizar la legislación respecto de la conservación de edificios históricos y su vínculo con el entorno.

El inmueble actual ubicado en el terreno en cuestión comparte medianera con la casa de López y existen antecedentes que alimentan la inquietud de la subdirectora del Archivo Histórico. En 2008, cuando arreglaron el revoque de la pared medianera de la casa vecina “dejaron un boquete en una de las habitaciones del Archivo”.

Hace 20 días desde el Archivo Histórico Provincial requirieron la intervención de la Secretaría Legal y Técnica del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado, de la Comisión de Monumentos Históricos y posteriormente, de la Dirección Provincial de Arquitectura e Ingeniería (Dipai).

Lo complejo de conservar

La subdirectora del Archivo Histórico Provincial fue consultada acerca de los criterios de conservación del material histórico que se guarda en la casa y el estado en que el inmueble se encuentra en estos momentos.

—¿Resulta difícil mantener la casa en las condiciones que requiere un monumento histórico?

—Existe un vacío legal sobre el modo de mantenimiento de los edificios históricos y qué ocurre con las construcciones linderas. Habría que abocarse de manera urgente a trabajar en ese aspecto.

—¿Cuál es el estado general de la casa?

—Se han hecho arreglos que resultaron muy importantes. De todas maneras, por la estructura y la antigüedad no es el lugar indicado para alojar un archivo. Los documentos requieren condiciones específicas de conservación, como también la casa. Por eso ambas actividades son incompatibles.

Para el funcionamiento del archivo sería ideal un edificio que se ajuste a las necesidades de conservación del material. Además es fundamental que esté dentro del radio del área fundacional de la ciudad, porque de lo contrario se rompería el vínculo con la historia. Y esta casa podría convertirse en un museo histórico.

—¿Cuáles son esas condiciones ideales para la conservación de los documentos?

—Los archivos más avanzados en otras ciudades del mundo, resguardan condiciones que tienen que ver con la humedad, la intensidad de la luz, temperatura. También tienen en cuenta las paredes y los pisos. Las estanterías no son de madera sino de metal y cuentan con sistemas de seguridad contra incendios o fenómenos naturales como la lluvia. Esta casa no cuenta con esas condiciones.

 

Análisis

por Gustavo José Vittori

Un prodigio de sobrevivencia

• El Archivo General de la Provincia de Santa Fe es un prodigio histórico y documental. Que haya logrado conservar más de cuatro siglos de documentos en la desaprensiva atmósfera de un caserío pobre, sometido a asaltos militares y ocupaciones temporales durante las guerras civiles, a inevitables inundaciones periódicas y a deficitarias condiciones ambientales, se parece a un milagro. Pero allí está.

Su extraordinario valor -atesora la documentada historia de los santafesinos desde los días de la fundación de la ciudad en el sitio primitivo- obliga a darle una respuesta condigna. La casa que habitó el brigadier general Estanislao López, y donde murió en 1838, es también la residencia donde se agasajó al general Justo José de Urquiza -vencedor de Caseros- y a los diputados que procedentes de las provincias concurrían a fines de 1852 a la gran cita del Congreso General Constituyente que el 1º de mayo de 1853 sancionaría la Carta Magna de los argentinos.

Plena de historia, se ha mantenido en pie pese a la sobrecarga de las habitaciones del primer piso, agregadas a finales del siglo XIX. Pero si la casa y su extraordinario contenido han aguantado, es hora de generar un hecho contundente. Y el conflicto inmobiliario del que da cuenta la crónica ofrece una oportunidad. En mi opinión, ese solar debería expropiarse para construir allí, con buen diseño y bajo impacto ambiental, las instalaciones que un archivo moderno reclama, con sus sensores de humedad y temperatura, muros cortafuegos y medidas de seguridad general, adecuados sistemas de archivo y ámbitos modernos de trabajo y lectura. Ambos cuerpos edilicios podrían tener comunicación, y en la residencia de López, ambientar el museo federal.