A la playa con mi perro

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Las vacaciones compartidas con nuestras mascotas pueden convertirse en un descanso inolvidable si se tienen en cuenta algunos cuidados y precauciones.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FUENTE. VITALCAN.

 

Compartir las vacaciones con nuestras mascotas, particularmente con un perro, puede ser un gran plan a la hora de disfrutar del verano. Para llevarlo a cabo con responsabilidad y seguridad, es importante tener en cuenta algunos tips.

Antes de partir, será necesario corroborar que la vacuna antirrábica y la séxtuple estén vigentes. Esta última brinda protección contra el moquillo, parvovirus, parainfluenza, adenovirus, hepatitis infecciosa canina y leptospirosis.

Además, será necesario llevar collar y correa, ya que, al estar en un lugar desconocido, con estímulos diferentes, el animal puede tener reacciones distintas a las habituales, como por ejemplo salir corriendo, aunque nunca lo haya hecho en otras oportunidades.

Es imprescindible también el uso de la chapita identificatoria que se cuelga en el collar en la que figuren como datos el nombre de la mascota y un teléfono, para que se pueda ubicar al dueño si se pierde.

OTROS CUIDADOS

Otra cuestión a tener en cuenta, es la necesidad de llevar siempre su alimento, comedero y bebedero, con abundante agua fresca para que se mantenga hidratado.

Una vez instalados, hay que proveer a la mascota de buena sombra, principalmente en las horas de mayor intensidad de calor y rayos UV. Esto es de vital importancia en perros de manto claro y con zonas de piel despigmentadas (rosadas) que se encuentran desprotegidas y pueden a largo plazo generarles neoplasias (cáncer de piel).

Si el animal disfruta meterse al agua, es recomendable que no lo haga a última hora, para evitar que su manto quede húmedo al llegar la noche y se enfríe o no se seque lo suficiente.

Hay que recordar que estar en la playa significa instalarse en un lugar público en el que conviven nuestras mascotas con otros animales y personas, por ello es importante la tenencia responsable. Esto implica recolectar con bolsas impermeables las deposiciones del animal y arrojarlas a un cesto de basura. ¿Por qué? Porque los perros pueden eliminar huevos de parásitos en su materia fecal, generándose una contaminación ambiental y poniendo en riesgo de contagio a otros animales, y en algunos casos, a las personas (enfermedades parasitarias zoonóticas).

SI LA TEMPERATURA AUMENTA...

Los perros y gatos son mucho más sensibles a las altas temperaturas que los humanos y, si no se toman las precauciones adecuadas, pueden sufrir golpes de calor. Las mismas pueden provocarles incluso hasta la muerte y por esta razón hay que considerar algunos consejos.

Como los perros y gatos no transpiran, no regulan la temperatura de su cuerpo del mismo modo en que lo hacen los humanos. Por eso jadean para perder el calor, pero a veces esto no es suficiente. ¿Cómo nos damos cuenta de esta situación? Cuando los perros sufren golpes de calor pueden presentar diferentes síntomas: mucosas rojizas, temperatura elevada, jadeo excesivo, pérdida de conciencia, diarrea, vómitos, falta de apetito, decaimiento, tambaleos y hasta convulsiones.

¿Qué hacer? Si nuestra mascota presenta alguno de estos síntomas o se ve perezoso, sin ganas de moverse, inestable, con respiración rápida o costosa, lo primero que hay que hacer es llamar a su médico veterinario de confianza. Es muy importante que, mientras llega el profesional, se le dé agua fresca o cubitos de hielo, se le moje la cara, la nuca y se le coloque compresas frías en axilas e ingle.

¿CÓMO PREVENIR UN GOLPE DE CALOR?

Con estos cuidados, las mascotas van a estar protegidas de los golpes de calor y disfrutarán el verano alegremente:

- Durante el verano no es aconsejable llevarlas a correr, ni sacarlas a pasear durante el horario del mediodía.

- No olvidar darles agua fresca y limpia, en abundancia. Cualquier motivo que lleve a un menor consumo o absorción de agua o que aumente su pérdida puede derivar en una deshidratación afectando el funcionamiento del organismo y poniendo en riesgo la vida del animal.

- Si las ves muy acaloradas, mojalas con agua a temperatura ambiente.

- Darles de comer a la tardecita, cuando baja la temperatura.

- No dejarlas en lugares expuestos al sol o en ambientes pequeños, si son muy calurosos.

- Si el animal está en el jardín, prever espacios con sombra.

- Evitá dejarlas encerradas en el auto, aún con ventanillas abiertas. Diez minutos en el interior de un vehículo a altas temperaturas pueden ocasionar un desenlace fatal.