llegan cartas

Sobre la jubilación de profesionales del Arte de Curar

Dra. Zully Borgnino

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Deseo hacer saber a los profesionales del Arte de Curar y a la comunidad en general sobre una situación que en mayor o menor medida nos conmocionó: la Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe dio “media sanción” a la modificación de la Ley 12.818 que rige los aportes previsionales y de salud de médicos, bioquímicos, nutricionistas, kinesiólogos, psicólogos, psicopedagogos, farmacéuticos, odontólogos y médicos veterinarios. La presentación contó con el apoyo de varios de los colegios profesionales, pero fue absolutamente inconsulta para miles de aportantes que nos vimos sorprendidos con los cambios.

Al tomar conocimiento de algunas de las modificaciones pretendidas, nos damos cuenta de que la reforma hace más foco en el financiamiento de la Caja que en la dignidad de los trabajadores de la salud. Por ejemplo, llama la atención que se pretenda elevar la edad jubilatoria de las mujeres de 60 a 65 años. Consideramos que éste es un derecho adquirido, inviolable e irrenunciable de las mujeres. No queremos sentar precedente. Hoy somos nosotras, mañana ¿serán las maestras, las enfermeras? ¿Y después qué?, ¿subirá la edad jubilatoria de los varones también?

Sin embargo, entendemos que esta medida esconde y no subsana el verdadero problema que es el de la insustentabilidad de un sistema expulsivo al que más de la mitad de los profesionales no puede adherir debido a los altos costos y a los pocos beneficios. La Caja no es lo suficientemente atractiva para que los profesionales puedan pensar el sistema como propio. Ahora, esta concepción expulsiva no sólo deja afuera a miles de activos, sino que posterga el goce de los magros derechos jubilatorios.

Creemos que ha llegado el momento de discutir seriamente y entre todos cuál es el verdadero problema y cómo podemos resolverlo. Cabe que empecemos a preguntarnos:

- ¿Por qué más de la mitad de los profesionales no está adherida? ¿Será porque los aportes son muy altos y los beneficios no acordes a los mismos?

- ¿Por qué no se piensa en un cambio en las categorías de aportantes, dejando de lado el ridículo requisito de la edad del mismo, contemplando, en cambio, las distintas realidades de las muy diversas profesiones que abarca nuestra Caja?

- ¿Por qué no se separan los sistemas de aportes previsionales de los de la Obra Social, como ocurre en la mayoría de las Cajas del país?

- ¿Por qué no pensamos un cambio en los órganos de administración que permita una participación más activa de los afiliados con asambleas informativas donde podamos debatir abiertamente los números, las obligaciones y los derechos?

Sabemos que la realidad es compleja, pero existen alternativas. Varios colegios profesionales, agrupaciones políticas y entidades gremiales las han presentado. ¿Por qué no las discutimos entre todos?

Estamos haciendo gestiones ante los senadores departamentales y ante la Honorable Cámara de Senadores de la provincia para que no prospere esta modificación y para que se involucren en el compromiso de alcanzar entre todos una solución definitiva al problema y no meros “parches” que lo único que hacen es posponer el desfinanciamiento de la Caja.

Finalmente hacemos un llamado a todos los colegas para mantenernos informados a fin de impedir que esta reforma se concrete.