Primer refugio provincial para mujeres y niños en la ciudad

Víctimas de la violencia cuentan con una casa de amparo pública

  • A partir de mañana estarán disponibles las 24 plazas para alojar a las mujeres con sus hijos en situaciones extremas. El edificio funcionará las 24 horas los 365 días del año. Un equipo de 16 personas acompaña y asesora a las damnificadas.
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Cifras ocultas. En Argentina no hay estadísticas oficiales de cuántas mujeres padecen violencia, pero según un relevamiento de las noticias publicadas en los medios de comunicación, en el país muere una mujer cada 36 horas, producto de la violencia sufrida de parte de sus parejas o ex parejas.

Foto: Archivo El Litoral

 

Agustina Mai

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Consciente de la necesidad de una respuesta integral a los casos de violencia de género y ante el reclamo persistente de varias organizaciones que trabajan en la temática, el gobierno provincial creó la primera casa de amparo pública en la ciudad y la provincia. “Es un viejo anhelo de muchas organizaciones”, reconoció la ministra de Desarrollo Social, Mónica Bifarello, en una entrevista con El Litoral, antes de la puesta en funcionamiento del refugio.

Actualmente en la provincia existen 11 alojamientos temporarios para mujeres víctimas de la violencia, gracias a la firma de convenios entre la provincia y diversos municipios y ONG, que proveen los inmuebles para cobijar a las mujeres. La particularidad del refugio que comenzará a funcionar mañana es que es el primero que pertenece a la provincia. “Por este motivo, queremos que se convierta en un modelo de intervención, con un protocolo de funcionamiento y un equipo de profesionales especialmente capacitados para acompañar a las mujeres y sus hijos, que deben abandonar temporariamente sus hogares ante la situación de violencia que viven”, sostuvo Bifarello.

El lugar se trata de una vieja casa (no se difunde su ubicación por seguridad de las personas que allí se refugiarán), reformada especialmente para cobijar a 24 mujeres y niños. “Tratamos de que sea lo más cálida posible y lo más parecido a una casa. Pretendemos que cada mujer con sus hijos pueda tener una habitación propia, así tienen privacidad. Además hay espacios comunes muy amplios, como la cocina, el comedor y dos patios. La idea es que las mujeres participen de la organización de la casa y de las tareas comunes, que se sientan parte y responsables de ese lugar, y no extrañas”, comentó la ministra.

A partir de mañana, la casa de amparo estará lista para recibir a las mujeres que necesiten de este lugar para resguardar su integridad ante una situación de violencia familiar extrema. El lugar funcionará las 24 horas los 365 días, con un equipo integrado por 16 personas, que accedieron a los cargos por concurso público: director, administrativos, preceptor (es quien acompaña a las víctimas diariamente), psicólogos, trabajadores sociales y abogados. Todos fueron capacitados por personal de la Dirección de Género de la provincia junto al Programa de Género de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

Necesidad y transitoriedad

“Sabemos que una casa de amparo no es la solución a la violencia de género, pero sí una necesidad ante las situaciones en las que las mujeres deben dejar su domicilio”, planteó Bifarello.

Si bien no hay datos oficiales acerca de la cantidad de víctimas de esta violencia -porque muchas veces no se formaliza la denuncia y la situación es soportada en silencio-, es evidente que el número de plazas es acotado. ¿Cómo se elige, entonces, a las mujeres que vivirán en esta casa de amparo? “La Dirección de Género es un organismo de segunda instancia. Trabajamos en conjunto con los municipios porque son los que tienen los equipos sociales en territorio. Algunos también cuentan con un área específica de género, como en la ciudad de Santa Fe. También pueden llegarnos casos derivados del Ministerio Público de la Acusación o del de Salud”, detalló la ministra.

Cada caso es evaluado por el equipo interdisciplinario y, en la medida de lo posible, se evita que la mujer abandone su hogar. “Si se van, suelen hacerlo con sus hijos y esto implica que los chicos también sean sacados de su barrio, se les complicar seguir yendo a su escuela, se pierden los vecinos y los lazos comunitarios...”, indicó Bifarello.

Pero hay casos en los que la violencia es de tal gravedad que no queda otra opción que irse. Ahí es cuando los refugios juegan un rol clave. “También existen otras opciones: en algunos casos se les puede dar una ayuda económica para que afronten un alquiler o una pensión. Pero lo importante es que siempre se tratan de soluciones temporarias. Si bien no vamos a ser tajantes con el plazo, nos pusimos como límite 6 meses de alojamiento en la casa de amparo. Creemos que en ese tiempo, la mujer -que va a estar acompañada y asesorada por profesionales- puede trabajar sobre la situación que está pasando, decidirse a hacer la denuncia correspondiente, recuperar su autonomía y plantearse volver a su hogar”, explicó la funcionaria.

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Compartir experiencias. La casa de amparo tiene amplios espacios comunes para que las mujeres puedan compartir su vida diaria y sus relatos, acompañarse y reconocer que no son culpables de lo que les pasa.

Foto: Flavio Raina

¿Por qué un 8 de marzo?

  • El 8 de marzo de 1857 un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban, pero también un 8 de marzo de 1908 ocurría un grave suceso en la historia del trabajo y de la lucha sindical. Cerca de 130 trabajadoras de la fábrica Cotton de Nueva York se declaraban en huelga y ocupaban el lugar donde estaban empleadas. Sus reivindicaciones eran simples y justas: conseguir una jornada laboral de 10 horas, salario igual que el de los hombres y una mejora de las condiciones higiénicas.

El dueño de la empresa ordenó cerrar las puertas y provocar un incendio, con la intención de que las empleadas desistieran de su actitud. Sin embargo, las llamas se extendieron y no pudieron ser controladas. Las mujeres murieron abrasadas en el interior de la fábrica. Será el 28 de febrero de 1909 cuando se celebre por primera vez en Nueva York el Día Nacional de la Mujer organizado por las Mujeres Socialistas y en 1977, las Naciones Unidas declararon el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

 
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"Sabemos que una casa de amparo no es la solución a la violencia de género, pero sí una necesidad ante las situaciones en las que las mujeres deben dejar su domicilio”.

Mónica Bifarello

Ministra de Desarrollo Socia

El dato

Una obra esperada

  • En noviembre de 2012, los ministros de Gobierno, Rubén Galassi, de Desarrollo Social, Mónica Bifarello, y la directora provincial de Políticas de Género, Mercedes Martorell, anunciaron la creación de la Red Provincial de Casas de Amparo para mujeres víctimas de la violencia. Para ello, se firmaron convenios con diversos municipios santafesinos y ONG. En la ciudad capital, se refaccionaría un inmueble en desuso perteneciente a la provincia. Dicha obra demoró casi dos años y medio. Consultada al respecto, la ministra respondió que las dilaciones se debieron, en parte, a dificultades con la empresa constructora, por lo que se tuvo que relicitar la obra. Sin embargo, la explicación de fondo apuntó al trabajo que implicó “crear una nueva institución dentro del sistema de protección”: “Esto implicó armar un protocolo de funcionamiento, seleccionar a los trabajadores para conformar el equipo interdisciplinario, capacitarlos, etc., todo lo cual llevó bastante tiempo”, reconoció.