EDITORIAL

Políticas de Estado

Oposición y oficialismo deben trabajar responsablemente para enfrentar problemas fundamentales que aquejan a la ciudad de Santa Fe.

En los últimos días, el intendente José Corral dejó oficialmente inaugurado el período de sesiones del Concejo Municipal, en un año que reviste características particulares por estar atravesado por distintos procesos electorales para elegir a quienes ocuparán los cargos más diversos, tanto a nivel local, provincial y nacional.

Pero no fue éste el único contexto que revistió de ciertas particularidades el discurso del intendente. La apertura de las sesiones se produjo poco después de que la ciudad y la región sufrieran el fuerte impacto provocado por las lluvias.

Es cierto que durante los últimos ocho años se realizaron en la ciudad de Santa Fe importantes obras de infraestructura tendientes a mitigar el impacto de estos fenómenos climáticos. Tanto es así, que durante las precipitaciones extraordinarias que afectaron la región en 2007, Santa Fe tuvo más de 28.000 evacuados, mientras que en esta oportunidad apenas si debieron ser evacuadas alrededor de 500 personas. Aunque también es verdad que muchas familias optaron por permanecer en sus hogares para cuidar sus pertenencias, conviviendo con el agua durante varios días.

Tal como se informara recientemente en El Litoral, los barrios del norte dependen de dos cuencas para el escurrimiento del agua de lluvia, la Roca, que desagua en la laguna Setúbal y la segunda, Flores/Gorriti/Estado de Israel, que desagua hacia el Salado. Sin embargo, los desagües troncales que contempla el Plan Director no están construidos.

Además, por el perfil topográfico de la región, el agua de Recreo, Laguna Paiva y Monte Vera baja hacia el sur, ingresa a la ciudad de Santa Fe y termina en las estaciones de bombeo 5 y 6. Por ese motivo, resulta necesaria la construcción de los canales de descarga de las estaciones 7, 8 y 9 de Recreo.

Otro punto crítico se genera en Estanislao Zeballos hacia el norte, y desde Facundo Zuviría al oeste. Allí, faltan dos desagües clave del Plan Director: el Espora, que aliviaría Facundo Zuviría y los barrios San Martín, San José y Piquete Las Flores, entre otros; y el Larrea, que beneficiaría a 70 mil personas de Juventud del Norte, Tránsito, 21 de octubre, Villa Las Flores, San Martín, Domingo Sarmiento y Pompeya. Se calcula que se requiere una inversión de 450 millones de pesos para construir estos dos desagües.

Finalmente, se hace imprescindible la ampliación del canal Las Mandarinas, en el límite con Monte Vera.

En su discurso, Corral anunció que pedirá autorización al Concejo para que el municipio pueda endeudarse por 100 millones de pesos, con el objetivo de continuar avanzando en obras hídricas de desagües. En general, desde la oposición se escucharon voces que avalaron la idea.

Éste es apenas un primer paso hacia las obras que aún requiere la ciudad. Según los cálculos oficiales, la inversión total debería ser de aproximadamente 540 millones de pesos para construir o ampliar los cuatro desagües que aliviarían la situación del norte: el Larrea ($ 250 millones), el Espora ($ 200 millones), el Gorriti ($ 80 millones) y el saneamiento del canal Las Mandarinas ($ 10 millones).

Reducir el riesgo de inundaciones no es el único desafío importante que Santa Fe tiene por delante -la marginalidad y la violencia generan un escenario preocupante-. Por ese motivo, resulta imprescindible que estos problemas sean abordados desde la oposición y el oficialismo como verdaderas políticas de Estado, más allá de quiénes sean los circunstanciales gobernantes.

Corral anunció que pedirá autorización al Concejo para que el municipio pueda endeudarse por 100 millones de pesos.