La investigación en torno al vuelo 4U 9525

Lubitz no tenía autorización médica para volar

  • El copiloto de Germanwings estaba de baja médica por problemas psiquiátricos el día del accidente y lo ocultó a la compañía. Por otro lado, los investigadores aseguraron que no encontraron ninguna carta de despedida ni escrito alguno vinculado a la tragedia.

Lubitz no tenía autorización médica para volar

Hoy continuaban las tareas de búsqueda de restos humanos en el lugar del accidente del vuelo Barcelona-Düsseldorf de Germanwings.

Foto: Agencia EFE

 

Agencias EFE/DPA

Andreas Lubitz, el copiloto que presuntamente estrelló de forma deliberada el avión de Germanwings, tenía una baja médica por enfermedad vigente para el día de la catástrofe, que había roto y ocultado a la empresa, informó hoy la fiscalía de Düsseldorf.

Fuentes de la fiscalía negaron, en cambio, que en los registros realizados en su domicilio se hubiera encontrado una carta de despedida “ni indicios que apunten a un trasfondo político o religioso” para su proceder.

Sí se encontraron, según un comunicado emitido hoy por ese departamento, documentos que demuestran que estaba en tratamiento médico.

El hecho de que entre los documentos encontrados hubiera “bajas médicas rotas, actuales e incluso vigentes para el día de los hechos” indica que el afectado “ocultó a su empleador y a su entorno profesional” su enfermedad.

La fiscalía alemana salió asimismo al paso en ese comunicado de las informaciones, difundidas en medios británicos, según las cuales en los registros realizados ayer en la casa de sus padres, en la localidad de Montabaur, o en su apartamento de Düsseldorf, se hubiera encontrado una carta de despedida.

En el mismo texto se hace hincapié en que el análisis del material incautado puede llevar aún días y que, en cuanto haya resultados, se informará debidamente tanto a la opinión pública como a los afectados y a las autoridades francesas que dirigen la investigación.

Minutos más tarde, medios alemanes informaron que el piloto estaba de baja médica y en tratamiento psiquiátrico desde hacía tiempo y que entre los documentos hallados en sus domicilios se encontró una baja médica emitida por un neurólogo y psiquiatra.

Dichos medios aseguraron que Lubitz se había sometido durante bastante tiempo a varios tratamientos psiquiátricos, a cargo de distintos médicos, el último de los cuales le había emitido la baja que, según informó previamente la fiscalía de Düsseldorf, el copiloto había roto y presumiblemente ocultado a su empleador.

El diario berlinés “Der Tagesspiegel” informó, por su parte, de que Lubitz, de 27 años, había seguido un tratamiento por depresión en la Clínica Universitaria de Düsseldorf.

Hasta ese momento, se sabía que el copiloto de Germanwings, Andreas Lubitz, había interrumpido durante unos meses, en 2009, su formación y se había especulado sobre una posible depresión.

El popular diario “Bild” asegura en su edición de hoy, citando al “entorno de Lufthansa”, que el copiloto había sufrido “episodios de profunda depresión” y que atravesaba una crisis de pareja.

El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, informó ayer de la interrupción de ese periodo de formación, pero rehuyó concretar a qué se debió, ateniéndose a que está bajo la prerrogativa de la confidencialidad médica.

Giro inesperado

El copiloto causante de la tragedia en el vuelo 4U 9525, procedente de Barcelona y con destino Düsseldorf con 150 personas a bordo, empezó su aprendizaje a los 14 años en un club de aviación local e ingresó en la escuela de Bremen de Lufthansa en 2007.

En 2009 se produjo la interrupción por unos meses de la formación, que reanudó con posterioridad hasta ingresar en Germanwings, filial de bajo coste de Lufthansa, en 2013.

Spohr insistió ayer en que, tanto al ingresar en la escuela como al reanudar y completar su instrucción, pasó los más rigurosos exámenes, tanto físicos como mentales.

Lubitz, de 27 años, vivía entre su domicilio familiar de Montabaur, en el “Land” de Renania Palatinado, y su vivienda privada en Düsseldorf, en el vecino de Renania del Norte-Westfalia.

Ambos domicilios, el familiar y el propio, fueron ayer objeto de largos registros policiales, en que se incautó abundante material, inclusive una torre de ordenador y objetos privados, aunque hasta ahora no había información oficial al respecto.

Los registros se realizaron a petición de la justicia francesa, que está realizando las investigaciones relativas a la catástrofe aérea del 4U 9525, en que murieron los 144 pasajeros del avión y los seis miembros de la tripulación.

Según las investigaciones en curso realizadas en Francia, la catástrofe la precipitó el propio copiloto, quien aparentemente se encerró de forma voluntaria en la cabina de mando, aprovechando que su capitán se había ausentado, y luego se negó a abrirle.

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Sin consuelo. A lo largo de todo el día, familiares de las víctimas se acercan a depositar flores y a rezar en un monumento construido en memoria de los 150 pasajeros en Le Vernet. Hoy es la cuarta jornada de rastreo de la zona de los Alpes donde permanecen los restos del avión A320 que se estrelló el pasado martes. Foto: Agencia EFE

Denuncia del Sindicato de Pilotos

El Sindicato Nacional francés de Pilotos de Línea (SNPL) anunció que tiene previsto presentar una denuncia ante la Justicia por las filtraciones que ha habido sobre la investigación del avión de Germanwings que este martes se estrelló en los Alpes franceses con 150 personas a bordo.

La filtración sobre el contenido de una de las cajas negras de ese aparato, en su opinión, constituye un serio incumplimiento de las normas de investigación de un accidente fundamentales y globalmente aceptadas.

El presidente del SNPL, Erick Derivry, indicó hoy que se va a interponer una demanda contra “X”, en la que no especifica al presunto culpable, por violación del secreto profesional.

Poco antes de que la Fiscalía ofreciera ayer las primeras conclusiones sobre el siniestro con datos de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), encargada de investigar el caso, medios como “Le Monde” o “The New York Times” disponían ya de fuentes que les habían avanzado detalles y los habían publicado.

Con esa denuncia, según Derivry, el SNPL busca una reforma del BEA, que en su opinión no es “totalmente independiente” ni en su actual modo de funcionamiento ni en su proyecto presupuestario, constitución o nombramiento de su director.

“Un gesto loco, incomprensible, horrible”

El primer ministro francés, Manuel Valls, afirmó hoy que los primeros datos de la investigación hacen pensar que la causa del siniestro del avión de Germanwings está en el comportamiento “loco, incomprensible”, del copiloto.

“Hay que esperar al final de la investigación, aunque ayer el fiscal dio elementos suficientes para que podamos pensar que ese gesto loco, incomprensible, horrible, esté en el origen del choque”, indicó en una entrevista.

“Todo se orienta hacia ese gesto inclasificable: criminal, loco, suicida. Cómo imaginar que un piloto en quien se tiene toda la confianza (...) precipita el avión contra la montaña tras haber cerrado la puerta e impedido que el comandante entre”, dijo Valls.

Lubitz trabajaba para la aerolínea de bajo costo Germanwings, y según el primer ministro, corresponde a su empresa matriz, Lufthansa, aportar la información sobre la trayectoria y el perfil psicológico de este copiloto, que acumulaba una experiencia de 630 horas de vuelo.

Lufthansa deberá “dar el máximo número de elementos para poder entender por qué llegó a eso. (...) Las familias tienen derecho a respuestas”, concluyó Valls.

Establecerán regla de dos personas en La cabina

Las grandes aerolíneas europeas se plantean establecer la norma de que siempre haya dos personas en la cabina de pilotaje, tras la catástrofe del Airbus de Germanwings.

Según informaciones de la Federación de Tráfico Aéreo, se estudia la adopción de esta norma de forma prácticamente inmediata, lo que implicaría que, en caso de que el capitán o su copiloto abandonen la cabina de mando, debería entrar en su lugar uno de los auxiliares de vuelo.

Esta norma se aplica ya de forma regular en vuelos intercontinentales o en otras regiones del mundo, pero no de forma generalizada en el espacio aéreo europeo.

Ayer mismo, varias aerolíneas, como las de bajo coste Easyjet y Norwegian Air, que realizan asimismo vuelos entre España y Alemania, como Germanwings, se mostraron dispuestas a aplicar la medida de las dos personas en la cabina de mando. Inmediatamente se sucedieron reacciones en el mismo sentido por parte de otras aerolíneas que operan en Alemania, como Ryanair y Air Berlín.

Por parte de Lufthansa, la matriz de Germanwings, su presidente, Carsten Spohr, declaró en una entrevista con la televisión pública ARD que su compañía “analizará” cualquier medida que “contribuya mejorar la seguridad de sus vuelos”.

Spohr ha insistido en calificar el de Lubitz como un “caso aislado” y extremo entre el conjunto de sus pilotos, cuya formación se considera de las más rigurosas del mundo.

Inusual pero con antecedentes: otros casos de pilotos suicidas

La posibilidad de que el copiloto de Germanwings haya estrellado a propósito su avión con 150 personas a bordo, tal como sostienen los investigadores franceses, plantea un escenario extraordinariamente inusual, pero no único.

La hipótesis del suicidio del piloto es por ejemplo una de las que se manejan para explicar el misterioso caso del avión de Malaysian Airlines que desapareció en marzo del año pasado cuando volaba de Kuala Lumpur a Pekín.

En fechas más recientes, otro avión de Mozambique Airlines cayó en Namibia en noviembre. Los investigadores concluyeron que la causa del accidente, en el que murieron los 33 ocupantes del aparato, fue que el piloto se estrelló a propósito.

Las autoridades de aviación estadounidense consideraron también que fue el copiloto quien voluntariamente derribó el vuelo de Egypt Airlines que cayó ante la costa de Estados Unidos en 1990 con 217 personas a bordo. Sin embargo, los investigadores egipcios lo negaron siempre e insistieron en que el desastre fue por problemas técnicos.

Dos años más tarde, un avión de Silk Air cayó en Indonesia cuando viajaba de Yakarta a Singapur en un accidente que dejó 104 muertos. Los investigadores estadounidenses apuntaron también al suicidio del piloto, que al parecer tenía problemas financieros. Las autoridades de Indonesia rechazaron esa conclusión.

Las autoridades estadounidenses concluyeron también que fue el piloto de Royal Maroc el que estrelló contra el monte Atlas su avión con 44 ocupantes en 1944 poco después de despegar de Agadir. Como en los otros casos, la unión de pilotos de Marruecos rechazó las conclusiones de la investigación.