el invitado

Alejandro Ramírez

Cuando se realizan los análisis de perspectivas de los mercados de comodities agropecuarios, se toman en cuenta muchas variables. Entre otros, se considera las producciones de las diferentes zonas del mundo. También debemos considerar las expectativas que le impone cada partípice de estos mercados, generando toma de posiciones en función de lo que se espera pueda ocurrir.

Considerando como primer e importantísima variable la cotización del dólar en relación a otras monedas. Automáticamente cuando el dólar se afirma en su tendencia positiva, los valores de los granos y subproductos tienden a bajar.

Las bajas tasas de interés mundiales hacen que los inversores busquen alternativas de inversión para esa inmensa cantidad de dinero que no colocarían a una tasa de casi 0% o hasta negativa como está ocurriendo con algunos bonos de países súper avanzados. Y ese dinero que circula en las mesas de los fondos de inversión y en las oficinas de los grandes popes mundiales buscan alternativas que no son exactamente los productos del campo. Hoy la alternativa continúa siendo las acciones bursátiles y algunos fondos de combinación de productos derivados de la biotecnología.

Para colmo y como dándoles la razón a aquellos inversores que han huido del sector agropecuario, se encuentran con que por ejemplo la soja en los últimos 10 meses perdió un 35% de su valor. Una inversión terrible para aquel especulador que intentó proteger su capital y además ganar dinero.