Agencia DPA

Estados Unidos y Cuba se reunirán este fin de semana para otra cita histórica rodeados de todos los países del continente, en una Cumbre de las Américas marcada además especialmente por la crisis de Venezuela.

Decenas de jefes de Estado y de gobierno acudirán el viernes y sábado a la cumbre en Panamá, aunque el guión prevé de antemano que la foto central esté dedicada al encuentro de dos de ellos: Barack Obama y Raúl Castro.

El presidente estadounidense y su homólogo cubano, que ya se vieron las caras en Sudáfrica durante el funeral de Nelson Mandela en diciembre de 2013, simbolizarán previsiblemente con su nuevo apretón de manos esta vez el deshielo diplomático entre ambos países.

Para Cuba será además su primera participación en el foro fundado en 1994 y patrocinado por la Organización de Estados Americanos (OEA), a cuya VII edición están invitados esta vez los 35 países de la región.

“El gran tema y la gran noticia de la cumbre será el acercamiento entre Washigton y La Habana”, considera Michael Shifter, presidente del think tank “The Inter-American Dialogue”, centrado en las relaciones en el hemisferio occidental. “Cuba ha sido un factor irritante para Estados Unidos y América Latina durante décadas”, dijo Shifter.

Washington y La Habana anunciaron el 17 de diciembre la próxima reanudación de sus relaciones diplomáticas y se espera que la cita en Panamá consiga dar un impulso a las negociaciones para reabrir embajadas.

Pero mientras el país anfitrión quiere hacer historia al sentar en una misma mesa a Obama y Raúl Castro, la cita podría verse ensombrecida por las nuevas tensiones entre Washington y Caracas.

Obama declaró hace un mes una “amenaza para la seguridad nacional” estadounidense la situación de Venezuela, donde el gobierno socialista de Nicolás Maduro ha intensificado el acoso a opositores políticos. La Casa Blanca también anunció en un decreto sanciones contra altos funcionarios venezolanos.

Las duras palabras de Obama generaron rechazo en la región, especialmente susceptible tras décadas de intervencionismo en lo que Washington solía llamar su “patio trasero”.

Las críticas llegaron al unísono no sólo de aliados de Venezuela como el bloque de izquierdas del ALBA, sino también desde el foro que reúne a todos los países latinoamericanos y caribeños, la CELAC, entre ellos potencias regionales como Brasil o México.

“La administración de Obama se disparó en el pie”, dijo Cynthia Arnson, directora del programa sobre América Latina del Wilson Center en Washington. “No por las sanciones (...), sino por el tono con que está formulado el decreto y la forma como se anunciaron las sanciones”, agregó.

“Muchos latinoamericanos quedaron perplejos y decepcionados de que Obama eligiera esa actitud con Venezuela, especialmente después de atreverse a dar un paso tan audaz de mayor diálogo y apertura con Cuba”, considera Shifter.

El gran dilema de Obama

Las tensiones entre Caracas y Washington podrían poner ahora el toque “amargo” a la Cumbre de las Américas, cree el experto.

Si Estados Unidos espera que se tratase de un foro para celebrar un nuevo papel en la región tras su acercamiento a Cuba, “esa ventaja la perdió”, cree por su parte el analista cubano Carlos Alzugaray. “Ahora la tiene que reconstruir”.

Y aunque suene paradójico, en estos momentos podría ser la isla el país que juegue un papel de mediador, considera Alzugaray, que fue durante años un alto diplomático de la cancillería cubana.

“Yo no creo, bajo ninguna circunstancia, que Cuba vaya a la cumbre a armar gritería”, dijo Alzugaray, pese a que La Habana también endureció en las últimas semanas el tono con Washington para defender los intereses de Venezuela, un estrecho aliado y principal socio comercial de la isla.

“La mayoría de (países) latinoamericanos probablemente no permitirá que el tema de Venezuela arruine la cumbre”, cree también Shifter.

Otros no son tan optimistas. “Obama estará en una situación desagradable”, considera Jaime Suchlicki, director del Instituto Para Estudios Cubanos y Cubano-Estadounidenses en la Universidad de Miami, ciudad en la que vive la principal comunidad del exilio anticastrista cubano.

“Piensa que va a una fiesta, pero está yendo a un linchamiento. Quizá no a un linchamiento, pero al menos a una paliza”, agrega.

Una de las medidas que la Casa Blanca podría anunciar en la cumbre sería la retirada de Cuba de la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo, una de las principales exigencias que ha formulado la isla durante las actuales negociaciones diplomáticas.

El paso no sólo podría acelerar el proceso de reapertura de embajadas, sino también servir a Washington de “blindaje” ante posibles críticas por las sanciones a Venezuela, cree Arnson, del Wilson Center.

Lo que ocurrirá en la Cumbre de las Américas es en todo caso difícil de predecir, considera Juan Carlos Hidalgo, analista para América Latina del think tank CATO Institute, de Washington.

“Cualquier cosa se puede esperar, desde un anuncio formal de restablecimiento de embajadas, un anuncio de Washington de sacar a La Habana de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, o un simple y frío apretón de manos ante la tensión entre Estados Unidos y Venezuela”, señala.

Con la crisis venezolana de fondo

Cumbre histórica para Cuba y EE.UU.

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Delegaciones oficiales comenzaron a llegar hoy a Panamá para participar en la VII Cumbre de las Américas, mientras que el Gobierno del país ultima los detalles de la organización. Foto: Agencia EFE

Del Libre Comercio a la llegada de Cuba

  • En 21 años la Cumbre de las Américas pasó de plantar la semilla del ALCA a convertirse en su lugar de extinción.

- 1994 - I Cumbre, en Miami, Estados Unidos: La primera cumbre fue convocada por el presidente estadounidense Bill Clinton para debatir la creación del Área del Libre Comercio de las Américas (ALCA). El objetivo era buscar la unidad de la región en un contexto de globalización.

- 1998 - II Cumbre, en Santiago de Chile: En el encuentro se planteó que los objetivos de los latinoamericanos sólo se lograrán en un ambiente de fortalecimiento de la democracia, de libre comercio y de lucha contra la pobreza.

- 2001 - III Cumbre en Quebec, Canadá: La cumbre adoptó una cláusula de exclusión de los países que interrumpan su orden constitucional, que sirvió de base para la Carta Democrática Interamericana, aprobada ese año por la OEA. Además, los jefes de Estado se comprometieron a cerrar el ALCA antes de enero de 2005.

- 2004 - Cumbre extraordinaria en Monterrey, México: Se convocó para salvar el proceso de integración regional iniciado en 1994. Las divergencias sobre el proyecto del ALCA resurgieron y Venezuela firmó la declaración final, pero dejó constancia de sus reservas. Ante la negativa de Brasil, Estados Unidos desistió de mencionar una fecha concreta para el término de las negociaciones.

- 2005 - IV Cumbre en Mar del Plata, Argentina: Fue el principio del fin para el ALCA. El documento final de la cumbre recurrió a una fórmula sin precedentes: incluir dos posiciones enfrentadas sobre un mismo tema y convocar a una reunión futura en la cual se “exploren” ambas posturas. “Aunque quieran maquillarlo, el ALCA es un cadáver”, dijo Hugo Chávez.

- 2009 - V Cumbre en Puerto España, Trinidad y Tobago: Con la llegada de Barack Obama a la presidencia cambió el tono de las relaciones entre los países latinoamericanos y Estados Unidos. Los mandatarios participantes coincidieron en que el gran logro de la cumbre fue “la reconstrucción de la confianza” con Estados Unidos perdida durante la etapa de Bush. Ante las numerosas críticas por la ausencia de Cuba, Obama anunció “un nuevo comienzo” con la isla y admitió errores de su país en el pasado.

- 2012 - VI Cumbre en Cartagena, Colombia: El encuentro cerró sin un texto común, señal de las fuertes discrepancias entre los gobernantes. Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) aseguraron que no participarían en las próximas cumbres si Cuba seguía estando excluida. La cumbre encomendó a la OEA la búsqueda de alternativas a la lucha contra la droga.

- 2015 - VII Cumbre en Ciudad de Panamá: Primera cumbre a la que son invitados los 35 jefes de Estado y de gobierno de las Américas. La inclusión de Cuba se da tras el deshielo de las relaciones entre La Habana y Washington, después de medio siglo de distanciamiento.