REMAKE DE “POLTERGEIST”

Fantasmas del pasado

Juan Ignacio Novak

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Tobe Hooper podía ostentar, a principios de los ‘80, un antecedente incontestable para ser considerado como un maestro en lo suyo, es decir en la dirección de películas de terror destinadas a un público específico (el juvenil) ávido de sobresaltos genuinos: había filmado en 1974 la pionera “La masacre de Texas” un obra considerada de culto donde indagaba, en sintonía con lo predicado antes por Alfred Hitchcock en “Psicosis”, en eso de usar la cámara para manipular con descaro al espectador y hacer que se sienta cómplice y víctima. Eso, sumado a la garantía que siempre supone la presencia de Steven Spielberg -quien decidió ser co-guionista y productor- justifica que “Poltergeist” (1982) se haya instalado en forma instantánea entre los clásicos del género.

La historia es tan simple como efectiva: una familia norteamericana típica (parece sacada de una publicidad) se muda a un barrio que se construye en los suburbios. Pero pronto comenzará a verificar la ocurrencia de “fenómenos extraños” (así se subtituló la película en España) que los ponen bajo un riesgo cada vez más severo. A pesar de su final desmesurado, “Poltergeist” alcanza en sus primeros minutos momentos de angustia y tensión que se cristalizan en la famosa frase “¡Ya están aquí!” (“They’re here” en el original) que se hizo popular. Es tal vez un dato puramente anecdótico, pero la cinta logró tres nominaciones al Oscar, por efectos visuales, banda sonora y efectos de sonido, merecido reconocimiento a sus baluartes principales, entre ellos la música de Jerry Goldsmith.

El éxito que alcanzó la propuesta (no hay que olvidar que la mano de Spielberg estaba en la producción) generó dos secuelas. Una en 1986, dirigida por Brian Gibson y otra en 1988, firmada esta vez por Gary Sherman. Es obvio que ninguna de ellas pudo alcanzar la repercusión de la que se estrenó en 1982. Inclusive esta última posee el dudoso mérito de haber obtenido una nominación a los premios Razzie (conocidos como el anti-Oscar) a la peor actriz secundaria para Zelda Rubinstein, quien interpreta -al igual que en la primera película de la saga- a la medium Tangina Barrons.

Renovada

El próximo 21 de mayo llegará a los cines argentinos una remake de “Poltergeist”, que está dirigida por Gil Kenan y cuenta con guión de David Lindsay-Abaire. Los protagonistas son Kennedi Clements, Sam Rockwell, Rosemarie DeWitt, Kyle Catlett y Jared Harris. Al igual que en la original, el principal ataque de las entidades sobrenaturales estará centralizado en la integrante más pequeña de la familia, que en el filme de 1982 estaba encarnada por Heather O’Rourke y en esta nueva versión por Kennedi Clements. Kenan acredita entre sus antecedentes la película de animación “Monster House” (2006), divertida e inteligente historia de una casa encantada, que se mantiene fiel a la tradición gótica que le sirve de inspiración y contiene a la vez algunos logrados momentos de tensión, a pesar de ser algo liviana, superficial.

Hoy es muy difícil provocar sustos entre los espectadores en una sala de cine. Son contados con una mano los cineastas capaces de lograrlo. Tal vez Oren Peli, quien rodó la primera “Actividad paranormal” o los españoles Jaumé Balagueró y Paco Plaza (responsables de la escalofriante “Rec”) sean algunos de los herederos en esa compleja tarea. Es que en un contexto donde el cinismo está a la orden del día, la realidad demostró que puede ser más tremenda que la más afiebrada de las ficciones. Pero está claro que artistas -y sí, hay que reafirmarlo, sin lugar a dudas son artistas- como Tobe Hooper lo lograron, y con estrepitoso éxito, en su momento. Habrá que ver cómo funciona esta nueva versión de una película que todavía se mantiene fresca en la memoria, aun cuando pasaron más de 30 años de su estreno.