Ni bien la niña fue dada de alta

Atacan a tiros dos veces la casa de Ayelén Zárate

  • A las 21.30 dos sujetos a bordo de una moto abrieron fuego contra la casa de la menor. A las 5, hubo un nuevo ataque. Madre e hija reclaman protección.
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“Ayelén volvió a casa pero es injusto que tengamos que vivir con terror. La nena ya no quiere ni asomarse a la calle. Ve pasar cualquier moto y se larga a llorar”, relató su madre Fotos: Flavio Raina

 

Danilo Chiapello

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A horas de que Ayelén Zárate (11) obtuviera el alta médica, dos nuevos hechos delictivos se perpetraron contra su domicilio.

La secuencia se inició minutos después de las 21 cuando dos rufianes, que se conducían a bordo de una motocicleta, llegaron hasta la esquina de Peñaloza y Pedro de Vega e iniciaron un ataque a tiros en dirección a la casa de la menor, en barrio Villa Hipódromo.

Al momento del incidente la nena se encontraba en la puerta junto a su madre, Graciela Orellano. Ambas debieron arrojarse al suelo para esquivar las balas. Por fortuna, esta vez, resultaron ilesas.

Pero los sofocones no terminaron allí.

A las 5 de la madrugada, otra vez hubo disparos contra el humilde inmueble, ubicado en un pasillo justo al lado del jardín de infantes Nº 142, Santa Fe de la Vera Cruz.

Ahora los agresores abrieron fuego desde la esquina de Pedro de Vega y Juan Díaz de Solís. Los proyectiles pegaron en el techo de la vivienda.

Lo acontecido revivió los fantasmas que atormentan a la pequeña Ayelén, quien ya no tiene deseos ni de salir a la calle. “Ve pasar una moto y se larga a llorar”, narró su madre.

“No voy a retroceder”

Consultada sobre lo ocurrido, Graciela Orellano dijo que “a las 9 y media de la noche íbamos saliendo de casa con Ayelén, caminando despacito por su estado, cuando por el pasillo veo que pasan dos en moto y comenzaron a tirar. Hicieron un montón de disparos y luego siguieron hasta la esquina y se refugiaron por calle Gorostiaga, donde tienen sus ‘cuevas.'

“Nos tiramos con la nena al suelo hasta que pasó todo, pero fue tremendo”, recordó la mujer en diálogo con este diario.

Más adelante apuntó que “el que tiró es el menor de 14 años, el mismo que estuvo en el ataque a mi hija el 12 de marzo. Yo hice la denuncia pero me siguen molestando. Parece que se enteraron de que Ayelén ya está en mi casa y entonces comenzaron de nuevo las balaceras.

No sé qué buscan. Sospecho que pelean por el chico que está preso por el caso de Ayelén. Pero yo no voy a retirar la denuncia. No voy a retroceder. Quiero que me escuche el juez..., que me escuche todo el mundo. No me voy a ir porque ésta es mi casa.

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Autoridades de la URI dispusieron una custodia especial en el domicilio de la niña, para frenar esta escalada delictiva.

Pánico y miedo

“Es injusto que mi hija tenga que vivir con pánico y miedo. Ayelén ya no quiere ni asomarse a la calle. Ve pasar cualquier moto y se larga a llorar”, refirió la mamá con lágrimas en los ojos.

Encima a las 5 de la mañana volvieron a tirar contra mi casa. El Comando estaba acá custodiando y ellos no tuvieron problemas en disparar desde la esquina, en Juan Díaz de Solís. Los tiros pegaron en el techo de mi casa.

La verdad es que no entiendo cómo se animan. Supuestamente tiene que haber un patrullero. Además están las cámaras de vigilancia. Tiene que estar registrado cuando ellos sacan sus armas y disparan. Pero estos delincuentes no le temen a nada. Dos veces lo hicieron...

A mí me buscan

Por último Graciela explicó que “Ayelén es una víctima inocente en toda esta historia. Estos delincuentes es a mí a quien buscan. Porque yo los denuncié por un robo.

“Esto no se aguanta más. La vida de Ayelén es la que está en juego y parece que a nadie le importa. Yo lo que pido es que la cuiden a ella”.

Respecto al estado de salud de la niña, su mamá indicó que “ella fue dada de alta el lunes. En general está bien, aunque debe seguir con su tratamiento. La tienen que controlar.

“Tiene que superar sus miedos. No quiere salir a la calle. Mucho menos ahora después de lo que pasó”, culminó.

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Los impactos de bala en la pared de la casa de Ayelén.

Fotos: Flavio Raina