Sucedió en plena Av. Richieri de Santo Tomé

Robaron local comercial y quedaron filmados

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Agencia Santo Tomé

Ayer por la mañana, el local comercial Andy Boutique, ubicado en la intersección de calles Av. Richieri y 1º de Mayo de Santo Tomé, fue objeto de un robo a mano armada, que quedó grabado por las cámaras de seguridad del negocio. De acuerdo con lo narrado por la empleada del lugar, el episodio ocurrió alrededor de las 9, cuando dos sujetos, de entre 20 y 25 años de edad, ingresaron a cara descubierta y la consultaron por unos precios. Cuando ella se acercó a atenderlos, los individuos pusieron de manifiesto sus intenciones delictivas y solicitaron el dinero de la caja.

“Si bien estaban tranquilos, los muchachos se tocaban la cintura todo el tiempo, para dar a entender que tenían un arma”, explicó la damnificada a El Litoral. Una vez entregada una pequeña suma de dinero que tenía el local, debido al escaso movimiento que hubo hasta ese momento, uno de los malhechores mostró un arma de fuego, requirió más efectivo y las pertenencias de la joven. “Mientras tanto, el otro ladrón sustraía elementos de la boutique, principalmente ropa para niños”, agregó la afectada. Luego de unos minutos y tras comprobar que no había más dinero, los hombres se dieron a la fuga, sin imaginar que todo el suceso había quedado registrado. Al poco tiempo, la policía llegó al local y pudo hacerse de las filmaciones, las que ahora están en poder de la Justicia para realizar las averiguaciones pertinentes.

“Hay robos todo el tiempo”

“Esta no es la primera vez que nos pasa algo como esto”, recordó la joven empleada. “El año pasado sucedió lo mismo, a diferencia de que en aquella oportunidad pidieron la plata y se llevaron una moto de una chica que había aquí adentro”, describió luego. Pero Andy Boutique no es el único comercio que se ve afectado por la inseguridad en esta zona de Av. Richieri.

“En esta parte de la ciudad este tipo de robos pasa muy seguido, todo el tiempo diría”, señaló también. “No hace mucho, por ejemplo, los comerciantes de este sector vieron a un chico caminando por la calle que parecía medio raro, entonces lo denunciaron y la policía lo agarró; más tarde el muchacho confesó que iba a robar el local que está enfrente nuestro”, contó después. “Por todo esto que pasa, trabajamos con un poco de miedo; ahora estamos con el negocio cerrado, abriendo la puerta a los clientes conocidos; sabemos que no es la mejor forma de trabajar, pero no nos queda otra que ser precavidos”, concluyó.