editorial

  • Reveladoras conclusiones del Operativo Nacional de Evaluación 2013 realizado por el Ministerio de Educación de la Nación.

La brecha educativa entre ricos y pobres

Las posibilidades de desarrollo armónico de la Argentina como sociedad se encuentran dramáticamente reducidas. Y así será mientras millones de niños y adolescentes continúen creciendo en condiciones de pobreza -en algunos casos extrema-, fuera de toda oportunidad de acceder a niveles de educación y alimentación adecuados.

Recientemente, el Ministerio de Educación de la Nación presentó los resultados del Operativo Nacional de Evaluación 2013. Según ese relevamiento -efectuado en alumnos que cursan el quinto año del secundario-, los chicos que provienen de hogares pobres manifestaron notorias diferencias en su rendimiento escolar, si se los compara con aquellos que viven en mejores condiciones económicas y sociales.

Esta situación se produce aun cuando unos y otros se capaciten según los mismos programas curriculares y a pesar del esfuerzo que pudieran realizar los docentes para igualar el rendimiento de sus alumnos.

Las diferencias se manifiestan en las cuatro principales materias evaluadas: Matemática, Lectura, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales.

Según el informe oficial, el 22,3% de los alumnos de familias con los mayores niveles económicos alcanzó un desempeño “alto” en Matemática. Sin embargo, entre los más pobres apenas el 3,8% logró dicho resultado. Éste es un ejemplo de la tendencia general.

En Ciencias Naturales, el 26% de los alumnos con padres de nivel educativo elevado lograron un desempeño “alto” en la evaluación; en contraposición al 5,4% de los chicos cuyos padres tienen un nivel educativo bajo.

En una entrevista realizada a fines del año pasado, el Dr. Abel Albino, creador de la Fundación Conin (que cuenta con una sede en Santa Fe), explicó que el 80% del cerebro se forma durante el primer año de vida.

Asimismo, la conformación del sistema nervioso central está determinada en los primeros dos años. Si durante este tiempo el niño no recibe la alimentación y estimulación necesarias, se verá afectado el crecimiento cerebral, reduciendo su coeficiente intelectual y su capacidad de aprendizaje

De todos modos, la solución al problema no es tan sencilla. No basta con brindarle a un niño la alimentación adecuada, si el chico crece en un ambiente hostil. Por ese motivo, especialistas como Albino insisten en la necesidad de realizar un abordaje integral de la pobreza.

Mientras esto sucede, desde hace tiempo el Indec dejó de contabilizar la cantidad de pobres que viven en la Argentina, bajo el argumento de que existen distintas formas de medir la pobreza y haciendo hincapié en que, a través de dichas estadísticas, los más humildes podrían verse “estigmatizados”.

Según la experiencia de los integrantes del Movimiento Los Sin Techo que trabajan en la ciudad de Santa Fe, el 15% de la población es pobre. Y, de ese total, la mitad vive en condiciones de pobreza extrema. En otros lugares del país, la situación es aún más grave.

En este contexto, el informe del Ministerio de Educación y los datos incontrastables de la realidad permiten arribar a una conclusión inequívoca: con el paso de los años y de las generaciones, las brechas sociales y económicas entre los sectores más favorecidos y los más postergados se van profundizando. Y así, difícilmente pueda haber un futuro mejor.

No basta con brindarle a un niño la alimentación adecuada, si el chico crece en un ambiente hostil.