Primera Jornada de Soberanía Alimentaria en Arroyo Leyes

Crecimiento sustentable para la región

El encuentro, a cargo de la ONG Acción Educativa Santa Fe, convoca a las organizaciones sociales de la región a realizar un diagnóstico participativo, que nos permita pensar un modelo de desarrollo regional.

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“La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica”, sostiene La Vía Campesina.

Foto: Gentileza Jorge Gorostiza

 

De la redacción de El Litoral

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Mañana, en el centro comunitario Raíces, de Arroyo Leyes (Ruta Provincial 1, Km 16,700 -a 200 metros al este, calle 90 B), se llevará a cabo la Primera Jornada de Soberanía Alimentaria. Allí, “se propone un espacio para pensar y debatir: ¿qué comunidad queremos ser?, ¿qué modos de vida sustentamos?, ¿qué prácticas y/o saberes estamos perdiendo y necesitamos rescatar y preservar?, ¿qué alimentos producimos y cuáles queremos producir?, ¿qué sistemas de producción están extendidos en nuestra región y cuáles son sus consecuencias?”.

Esta jornada, organizada por la ONG Acción Educativa Santa Fe, en el marco del Programa Mercosur Social y Solidario, junto a la radio comunitaria Voces de la Costa, de Arroyo Leyes, convoca a las organizaciones sociales de la región a realizar un diagnóstico participativo que nos permita pensar un modelo de desarrollo regional.

La jornada contempla dos momentos: durante la mañana, de 9.30 a 12.30, se trabajará en grupos, para visibilizar cómo se presenta la problemática en los territorios. Se plantearán tres ejes:

a) tenencia de la tierra;

b) producción y comercialización de productos autóctonos;

c) rasgos culturales de los territorios;

Tras el almuerzo, desde las 14 y hasta las 16, será el plenario para recuperar lo trabajado en los grupos y avanzar en la construcción de una definición colectiva y situada de soberanía alimentaria. Se realizará un mapeo, herramienta que aporta a la elaboración de un diagnóstico de la problemática en nuestra zona.

Dilemas

“La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica. Esto pone a aquellos que producen, distribuyen y consumen alimentos, en el corazón de los sistemas y políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los mercados y de las empresas”.

Esta definición fue acuñada por primera vez en el año 1996 por La Vía Campesina (LVC), en el marco del Foro Mundial por la Seguridad Alimentaria, un encuentro paralelo a la oficial Cumbre Mundial de la Alimentación, organizada en Roma por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Desde entonces, este concepto se ha ido enriqueciendo con nuevas dimensiones y miradas situadas en diferentes contextos locales y regionales.

Uno de focos de debate más complejos en relación a la soberanía alimentaria es la tenencia de la tierra. De allí que se haga necesario pensar colectivamente un modelo de crecimiento que priorice la calidad de vida por sobre los intereses sectoriales, pero que además preserve los rasgos culturales de cada región. En el cinturón costero santafesino y entre las comunidades que rodean a la ciudad capital de la provincia de Santa Fe, se evidencia un crecimiento poblacional que plantea un nuevo escenario y que interpela al Estado y a las organizaciones sociales acerca del dilema: ¿qué modelo de desarrollo local/regional nos proponemos?

En la región

Uno de los aspectos pilares de la soberanía alimentaria es que “da prioridad a las economías locales y a los mercados locales y nacionales; otorga el poder a los campesinos y a la agricultura familiar, la pesca artesanal y el pastoreo tradicional; y coloca la producción alimentaria, la distribución y el consumo sobre la base de la sostenibilidad medioambiental, social y económica sostiene La Vía Campesina. Garantiza que los derechos al acceso y a la gestión de nuestra tierra, de nuestros territorios, nuestras aguas, nuestras semillas, nuestro ganado y a la biodiversidad, está en manos de aquellos que producimos los alimentos”.

De allí que “la soberanía alimentaria supone nuevas relaciones sociales, libres de opresión y desigualdades entre hombres y mujeres, pueblos, grupos raciales, clases sociales y generaciones”.