Cuatro vehículos quemados esta madrugada

Una ola que no para de crecer

La lista de coches incendiados en las calles de nuestra ciudad aumenta a la par de la preocupación de los vecinos. Entre las 4 y las 5 de hoy, ardieron un Fiat Duna en barrio René Favaloro, un Fiat Uno en Santa Rosa de Lima; una Peugeot Partner y un Ford Orion en Jardín Mayoraz.

Joaquín Fidalgo

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Cuando llega la noche crece la intranquilidad de los vecinos de toda la ciudad que deben dejar sus automóviles estacionados obligadamente en la vía pública. La preocupación tiene una base sólida. Con los cuatro vehículos incendiados esta madrugada, ya son casi 40 los casos registrados en la capital provincial desde el mes de marzo hasta hoy. Por el momento, el desconcierto parece reinar entre los investigadores, que siguen varias pistas y que tienen como posibles hipótesis que el o los “quemacoches” actúan por diversión o por oscuros objetivos políticos, entre otras. Las víctimas suelen ser personas humildes y trabajadoras y sus vehículos bastante “viejos”.

“Sentí una fuerte explosión y cuando me asomé por la ventana vi la luz del fuego afuera. Enseguida supe que me habían incendiado el auto. Era un Fiat Uno modelo ‘94. Hacía casi un año que lo teníamos y era nuestra herramienta de trabajo. Andábamos por todos lados con él, porque somos feriantes. Justo anoche le decía a un vecino que tenía miedo de que me pasara algo así. Por eso había comprado caños de hormigón para entubar la cuneta y poder subir el auto a la vereda. Quería estacionar el coche cerca de la ventana de mi pieza, pero no llegué. Me quedé hasta las 2 trabajando en casa y después caí rendido. Un par de horas más tarde pasó todo. Apagué el fuego con un par de baldes de agua que tenía, pero el daño ya era enorme en el habitáculo”, relató esta mañana Gerardo, de 28 años, quien vive en la cuadra de calle Lisandro de la Torre al 4500, en barrio Santa Rosa de Lima.

“Lamentablemente uno se va acostumbrando a todo esto. Antes, eran los homicidios y los robos, ahora los autos que destruyen. Nosotros, con mi esposa, somos jóvenes. Tenemos hijos chicos. Vamos a salir adelante, pero va a costar un montón recuperar lo que perdimos. Lo que ganábamos lo usábamos para vivir y para hacerle alguna que otra cosa al auto, porque no dejábamos que se caiga. Ahora tenemos que dar vuelta la página y empezar de nuevo”, se resignó el joven.

“Ganas de llorar”

Isabel tiene 47 años y es vecina de barrio René Favaloro, en la zona norte de la ciudad. Cerca del mediodía, todavía trataba de limpiar el hollín de la calle, frente a su casa, con una manguera y una escoba. Allí estaba estacionado un Fiat Duna totalmente calcinado. “Mi hermana me había prestado el auto y lo usábamos para todo lo que requería nuestra familia. Cerca de las 4 de hoy se escucharon dos tiros de bajo calibre y algunos cascotazos. Se ve que alguien le tiró a nuestros perros, porque no lo dejaban acercarse. Inmediatamente escuchamos unos murmullos y luego un estallido. Cuando salimos a la vereda con mi marido y nuestras hijas, de 15 y 13 años, el vehículo estaba en llamas. Tratamos de extinguir el fuego con agua, pero en ese momento explotaron los vidrios y nos alejamos. También se quemó el árbol de la vereda y tuvieron que venir los bomberos”, relató la mujer.

“Da muchas ganas de llorar esto que pasó, porque no vamos a poder recuperar el auto. Somos trabajadores y el sueldo no nos alcanza para comprar otro”, se lamentó Isabel.

Dos al hilo

Unos minutos después, dos rodados fueron incendiados de manera simultánea a escasos 40 metros entre sí. Ocurrió en inmediaciones del cruce de calles San Jerónimo y Parpal, en barrio Jardín Mayoraz.

Allí, ardió primero un utilitario Peugeot Partner. El ataque fue perpetrado de la misma manera. Algunos vecinos indicaron que el vehículo estaba parado en el lugar desde hacía un mes, porque había sufrido un desperfecto y el propietario no tenía el dinero necesario para arreglarlo.

Segundos después, corrió igual suerte un Ford Orion. Aparentemente, este auto había sido dejado en un taller mecánico hace aproximadamente un año, cuando su dueño se comprometió a volver con los repuestos.

Este viejo Ford Orion fue incendiado en la esquina de Pasaje Parpal y San Jerónimo. Fotos: Guillermo Di Salvatore