Violento robo en Altos del Valle

“Amenazaban con matar al bebé mientras me pedían más plata”

Dos delincuentes irrumpieron ayer en una vivienda de Pje. Rawson al 9700. La dueña de casa y su cuñado fueron maniatados y hostigados. No se salvó de la locura una criatura que había en el lugar.

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“Después de semejante experiencia, todo lo que te queda es indignación y miedo”, dijo la víctima. Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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“Hace 8 meses que estoy ‘levantando’ esta casita. Estaba llena de ilusiones y jamás pensé que podía vivir algo así”, dice Sonia antes de romper en llanto.

Es que la mujer no puede superar lo que le tocó padecer hace apenas unas horas, cuando dos delincuentes ganaron el interior de su vivienda, en Pje. Rawson al 9700, esto es, en Altos del Valle, en la zona norte de la ciudad.

Cerca de las 19 la mujer, que es mamá de un bebé de 1 año, se encontraba en su casa (que está en plena construcción) acompañada por su cuñado, quien le está colocando unas cerámicas.

Ambos fueron sorprendidos por dos sujetos que irrumpieron en la vivienda por una puerta trasera. De los recién llegados, se supo que uno era un hombre corpulento, de unos 35 años, y el otro más joven. Los dos ocultaban sus rostros con pañuelos árabes y gorras. Uno de ellos estaba armado.

“Entraron apuntando directamente a la cabeza”, recordó hoy Sonia en diálogo con este diario.

Creyeron que eran albañiles

“Algunos testigos nos dijeron que dejaron una moto estacionada y entraron. Los que los vieron no sospecharon nada porque yo tengo albañiles trabajando. Entonces pensaron que eran obreros”, relató la mujer.

“Estábamos sentados acá adentro hablando con mi cuñado cuando de repente entraron dos tipos por la puerta de atrás de la casa. A mí, me arrinconaron en la cocina y a mi cuñado lo llevaron hasta un dormitorio y lo obligaron a tirarse al suelo, entre la cama y la cuna donde está mi bebé”, prosiguió.

“Nos ataron las manos con algunas chalinas que encontraron. Lo primero que hicieron fue sacarnos los celulares. Después comenzaron a pedir dinero. Me decían: ‘Nosotros sabemos que vos tenés dinero’. No sé de dónde sacaron eso, porque es mentira. Yo les dije que la poca plata que había, la gasté en comprar materiales. Ustedes ven que estoy construyendo mi casa”, contó.

Lo peor

“Entonces ahí vino lo peor -expresó-. Porque fueron al dormitorio y le apuntaron con el arma al bebé. Me decían que le iban a tirar si no conseguía más dinero. No puedo sacarme de la cabeza esa imagen”.

“Antes de retirarse los tipos se separaron. Uno de ellos fugó en la moto con la que habían venido. Y el otro se llevó la camioneta de mi cuñado, una Ford F-100. Después la policía encontró la camioneta cerca del Mercado de Abasto. Lo que pasa es que es una camioneta vieja gasolera. Esto tipos le echaron nafta, y entonces se les paró. La tuvieron que dejar”, culminó.