Los despachos crecieron 10,5 % en el trimestre

Mejora el consumo de cemento en la provincia

Considerando las estadísticas en forma desagregada, el incremento se observa tanto en el consumo de bolsas (7,1%) como en el de cemento a granel (17,2%).

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Trabajos de tierra cemento en las obras de ampliación de la RP1.

Foto: Gobierno de la Provincia

 

Centro de Estudios y Servicios. BCSF

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En función de los registros del índice de actividad económica coincidente que elabora el Centro de Estudios, el sector de la construcción presenta un comportamiento sensible al contexto económico, aumentando su actividad en torno a las expansiones y cayendo significativamente en los períodos de contracción.

En septiembre de 2013 la provincia entró en recesión, la cuarta datada desde el año 2000, y ese mismo mes el consumo de cemento inició una caída importante que se extendió hasta febrero del año siguiente. De allí en adelante, la serie desestacionalizada presenta una recuperación muy lenta durante 2014 pero que ha incrementado su intensidad en el primer trimestre de 2015.

De todas maneras, es importante remarcar que el nivel actual de actividad aún no alcanza los registros históricos de 2013 y 2007. En este sentido, el período de fuerte crecimiento que tuvo el sector de la construcción entre 2002 y 2007 se diferencia significativamente del período 2007-2015, que ha mantenido niveles prácticamente estacionarios.

Bolsas y a granel

Desde enero de 2007 la información publicada a nivel provincial se presenta desagregando los despachos en bolsas y a granel. Lo interesante de este paquete de datos es que las bolsas son utilizadas preferentemente en obras menores y de mediano porte, generalmente ligadas al sector privado, mientras que el despacho a granel corresponde mayoritariamente a obras de gran envergadura e infraestructura pública (debido a que el manejo del material implica mayores requerimientos técnicos de transporte y almacenamiento).

La tendencia que se observa entre 2007 y 2014 es un aumento continuo de la participación del consumo en bolsas, que pasó de 57,3 al 64,6% del total; identificando, de alguna manera, un mayor incremento relativo del sector privado en el total de obras.

Las variaciones anuales de cada uno de los dos componentes, bolsas y granel presentan el mismo signo entre 2009 y 2014. Asimismo, vale la pena destacar que durante las recesiones de 2009 y 2012 el consumo a granel cayó de manera mucho más significativa que el consumo en bolsa.

Por el contrario, en el año 2014 el consumo en bolsas disminuyó 3,1%, mientras que el consumo a granel se mantuvo prácticamente estable con una variación del 0,6%.

En cuanto a la coyuntura, se observa una mejora en ambos componentes, con mayor intensidad en el consumo a granel. Respecto al primer trimestre de 2014, en 2015 los despachos de bolsas aumentaron 7,1% y los de cemento a granel un 17,2%.

Participación

  • La Construcción explicó el 20,3% del valor agregado total generado en la producción de bienes, según el Producto Bruto Geográfico (PBG) de Santa Fe correspondiente al año 2013.

Sensibilidad

  • El sector presenta un comportamiento sensible al contexto económico, aumentando su actividad en torno a las expansiones y cayendo significativamente en los períodos de contracción.

Nivel

  • A pesar de su lenta recuperación, el nivel actual de actividad aún no alcanza los registros históricos de 2013 y 2007.

Recuperación

  • En el primer trimestre de 2015 los despachos de bolsas aumentaron 7,1% y los de cemento a granel un 17,2%.

El dato

Nacional

La participación de la provincia en el consumo nacional de cemento se muestra estable con un promedio de 8,5% en el período 2000-2014. Sin embargo en los últimos tres años se ubicó levemente por debajo de dicha referencia: 7,5 a 8,0%. Los movimientos anuales de ambas jurisdicciones también coinciden, aunque Santa Fe presenta en algunos períodos una amplitud mayor a la del agregado nacional con alzas y caídas más pronunciadas

La clave

Estacionalidad

Desde un punto de vista estacional, el consumo de cemento de la provincia presenta un comportamiento con un patrón observable dentro de cada año calendario. De hecho, dicho movimiento ha ido cobrando más fuerza en los últimos períodos. La actividad alcanza su máximo nivel entre los meses de agosto y octubre, luego decae significativamente hasta febrero/marzo y remonta el consumo ascendente de allí en adelante.