Optimismo sobre el futuro

“Los industriales metalúrgicos tenemos una visión positiva del país”

El presidente de Adimra, Gerardo Venutolo, destacó las potencialidades del sector. Admitió que en los dos últimos años si bien no hubo crecimiento, no se perdió producción ni empleo.

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Gerardo Venutolo, presidente de la asociación que nuclea a los industriales metalúrgicos de todo el país. Foto: Luis Cetraro

 

Gabriel Rossini

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El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), Gerardo Venutolo, dijo que el sector metalúrgico en el país no perdió producción ni empleos pero tampoco creció. Destacó que pese a esta situación, la mirada del sector es positiva con respecto al país y admitió que tienen problemas de competitividad los que no centró únicamente en el tipo de cambio.

Venutolo fue uno de los más importantes dirigentes del gremialismo empresario que estuvo la semana pasada en la ciudad de Santa Fe participando del congreso organizado por Adimra Joven y la Cámara de Industriales Metalúrgicos y Autopartista bajo el título “Encuentros Federales por el Desarrollo Industrial Argentino”.

“El sector industrial metalúrgico está integrado por 25 mil empresas agrupadas en 40 cámaras sectoriales y 20 regionales con lo cual cuando hablamos de la situación del sector tenemos que hablar de un promedio. La actividad metalúrgica tiene una mirada positiva al decir que no hay caída ni de empleo ni de producción en los últimos dos años. Pero también es justo que diga que no hay crecimiento. Si analizamos este amesetamiento de los años 2014 y el 2015 desde la perspectiva internacional, es valorable que no tengamos una caída de la actividad”, explicó Venutolo.

De todas maneras la situación no conforma a los industriales metalúrgicos porque “todo sector que quiere crecer, que quiere ser protagonista y puntal para el desarrollo del país tiene que fijarse metas de crecimiento. Las estamos articulando con el gobierno nacional y a los candidatos de los distintos espacios políticos les estamos haciendo llegar nuestras visiones. Lo que estamos haciendo hoy (el encuentro de Adimra Joven) es una muestra de lo que digo. Venimos a escuchar y queremos saber qué piensan los candidatos a gobernador porque no queremos volver a perder la industria. Nuestra visión es: queremos crecer”.

—¿Brasil es hoy el principal problema que tiene la industria metalúrgica argentina?

—Es uno de los problemas. La caída de la demanda de Brasil obviamente ha traccionado a la baja a sectores de nuestra actividad como algunos del autopartismo, que de la mano de terminales que han bajado sus exportaciones los han arrastrado. De todas maneras no es tan simple el análisis porque también hay responsabilidades de terminales, de no tener estrategias ante una caída de la demanda de nuestro vecino. Pero también estamos ante una situación de pérdida de competitividad relativa que requiere un análisis. Tenemos una competitividad baja, costos altos en dólares como por ejemplo el del precio del acero que en nuestro país es casi el más alto del mundo. Ahora, tenemos que saber si el precio del acero es alto porque en algunas economías desarrolladas está más bajo, aun en situación de costo marginal,por la caída de la demanda o nosotros tenemos una matriz de costos que requiere una mirada y algunas correcciones. A este análisis lo tenemos que articular entre todos y proponer soluciones.

—Cuando se habla de competitividad se habla del tipo de cambio pero también de otros factores.

—Todo hace a la competitividad. No podemos centrarlo en el tipo de cambio que es un elemento más al que cada uno podrá darle el peso específico que considere. Pero de ninguna manera es el único. Por eso cuando se habla de ajuste del tipo de cambio nada más es un gran error que puede perjudicar a las pymes metalúrgicas que en una gran proporción tienen su cuenta corriente de clientes en pesos y su cuenta de proveedores dolarizados. Por ejemplo la devaluación del 23 de enero de 2014 fue un tembladeral que no tuvo efecto positivo ya que todos ajustaron en dólares. Una medida única, que puede ser impulsada por el mercado, por intereses o lo que sea, no tiene como efecto resolver este problema. En la competitividad también está el elevado ausentismo, muchas situaciones que en Santa Fe tienen un peso mayor que en otros lados como ser licencias por enfermedad artificiales, una mala gestión de ART, etc.

—En Santa Fe y la región cuando se habla de mejorar la competitividad se habla con el mismo énfasis del costo financiero que del tipo de cambio.

—El costo financiero es importante, pero para la inversión en la Argentina es competitivo. Hay costos financieros que sí están fuera de cauce. Pero también está el costo de la logística, del flete, no podemos tener un costo de flete más caro para ir de Santa Fe a Buenos Aires que de China a Buenos Aires.

—Una de las novelas de las paritarias de la temporada fue la de la UOM con los empresarios metalúrgicos ¿Quedaron satisfechos?

—No sé si simplifico mucho pero no están satisfechos los empresarios metalúrgicos y muchos menos lo están los trabajadores metalúrgicos.

—Eso es bueno o es malo

—Yo tengo una visión positiva. No fue un acuerdo volcado hacia uno de los lados. El sector del trabajo no logró todo lo que pedía y los empresarios tuvimos que ceder a cuestiones que fueron más allá de lo que pensábamos. La brecha de inicio era muy amplia y las posibilidades para acordar eran mínimas porque mientras nosotros vemos competitividad y los porcentajes de ajuste de un año a otro, el trabajador metalúrgico con justa razón mide la capacidad del poder adquisitivo del salario. Y en esa brecha fue muy difícil encontrar puntos que dejen satisfechos a ambos. Tomo las palabras de Calo, fue el acuerdo posible.

—Destacaba la necesidad de volver a crecer ¿Qué falta para que esto ocurra?

—Los años electorales son complicados pero están dadas todas las condiciones. Hay sectores que ya tienen signos positivos, como por ejemplo el de la construcción. El país tiene muchas ventajas competitivas, muchos recursos humanos de mucho valor y entiendo que ajustando algunas variables tenemos un escenario positivo. Pero esto no es mágico. Hay que resolver cosas pero no tenemos que volver a los 90 donde la industria perdió mucho. Tenemos que ser inteligentes a la hora de elegir y apostamos a que la industria sea el instrumento que le permita a la sociedad desarrollarse.

—¿Qué tres o cuatro medidas creen que tiene que tomar el próximo presidente y que su sector considera necesarias para volver a poner en marcha la maquinaria productiva?

—Fomentar la inversión e incentivarla con fuerza y apoyar la innovación tecnológica que es el desafío más grande, que además es doble: del gobierno para incentivarlo y de nosotros para asumir el compromiso. Tenemos que disminuir la brecha tecnológica con los países desarrollados en muchos sectores.