Pulsos de la política provincial

Guerra de nervios a horas de la elección

Por Darío H. Schueri

A 24 horas de las elecciones, la incertidumbre por la categoría “gobernador” contagió a la propia ciudadanía que por estas horas ya no es indiferente a lo que sucederá el domingo, sin percatarse quizás de que será la exclusiva protagonista de lo que ocurra.

Una vez más, la encuestadora local Paneo sostiene que “el desinterés de los consultados por el acto eleccionario ratifica una tendencia observada por los especialistas al igual que antes de las Paso, y les permite inferir que la decisión será tomada, en la mayoría de los casos, prácticamente en el mismo momento de votar”.

Los principales actores electorales cerraron sus campañas con el optimismo intacto y prometiendo “sorpresas”, que sin dudas las habrá.

El aterrizaje en esta capital y Rosario de los principales referentes nacionales para respaldar a los contendientes locales, confirma lo que desde hace un año venimos sosteniendo en este espacio: la elección provincial se nacionalizó. Al menos dos candidatos provinciales que responden a partidos que disputan seriamente la presidencia de la Nación, tienen la obligación mañana de hacer quedar bien a esas fuerzas de cara a la compulsa nacional que comienza con las primarias de agosto próximo.

Nada será igual

No será lo mismo que alguna de esas fuerzas gane, salga segunda o tercera. El facturero estará a la orden del día. Y las relaciones de fuerza para los armados nacionales del 20 de junio (día del cierre de listas nacionales) serán distintas. Lo mismo para las futuras construcciones políticas partidarias provinciales.

La elección de 2007 marcó un punto de inflexión para uno de los principales partidos de la provincia, que resultó derrotado y cuyos remezones continúan. Y afianzó en la lozanía del triunfo, a una coalición que venía dando pelea desde hacía varios años.

Mañana, ambos sectores tradicionales de la vida política santafesina se enfrentarán nuevamente a un fenómeno político novedoso y enigmático que hace cuatro años atrás ya los había interpelado severamente; situación que se repitiera el pasado 19 de abril.

La irrupción de esta nueva fuerza política hará más atractiva y enigmática la lógica electoral de continuidad o cambio (salvo en 73 Comunas que tienen lista única), que durante los últimos treinta años de la “democracia moderna” se repartieron aquellas dos expresiones tradicionales.

Si hubiere continuidad en las intenciones de los electores, el análisis no requerirá ser tan puntilloso; pasaría por la ratificación de la confianza, que los beneficiarios después podrán analizar de acuerdo con los porcentajes obtenidos, datos de los que se podrá inferir si fue o no una señal advertencia.

Pero si los ciudadanos santafesinos se inclinasen por el cambio, habría que hurgar sociológicamente en la celeridad con que las personas requieren las soluciones en un mundo donde la inmediatez mató a la paciencia. De ser así, esta tendencia limará rápidamente las expectativas para con el nuevo gobierno.

Incidencia de la Boleta Única

Algunos analistas suponen que cuando la sociedad desea salir de lo conocido para explorar nuevas opciones es porque rompieron con la lógica del conservadorismo y se predisponen, casi de manera intuitiva y sin aprensiones, a dejarse llevar, por las razones que fueren, hacia el insondable mundo de lo novedoso. Y cuando ello ocurre, suele ser de manera determinante.

El sistema de Paso (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) puso en juego la decisión de los políticos -o aspirantes a serlo- de enfrentarse al veredicto ciudadano (hasta ese momento categorizados electoralmente como “precandidatos”) que los ubique en las poltronas de “candidatos” preseleccionados por esa misma “sociedad sufragante” que mañana ratificará hacia donde fuere, aquella selección.

Por su parte, la posterior irrupción de la Boleta Única cambió el paradigma del “voto arrastre” de la tradicional lista sábana por la singularidad de los candidatos, casi independientemente de la fuerza política que los contenga, transformando de esta manera, al decir de algunos expertos, la “democracia de partidos” por la “democracia de candidatos”. Algunos creen que es hora de hacer algunos cambios en la boleta única; un actual diputado radical reingresará este año un proyecto de su autoría que perdió estado parlamentario, a fin de reinstalar este crucial debate.

Nada es definitivo en política. Otro aspecto que está en debate es el del voto electrónico; aún resistido por muchos.

Todo fue dicho

En la provincia, oposición y oficialismo confiaron en capitalizar con sugerentes discursos durante la campaña (no exenta de algunas asperezas antirreglamentarias siempre presentes en el fragor de la disputa) la decisión de cambio o continuidad que anida en el subconsciente de cada uno de los votantes, y que mañana se transformará en una tilde definitoria y soberana.

Con semejante panorama a la vista, el altísimo voltaje emotivo está garantizado para este domingo. Sólo es dable esperar que demasiada tensión no haga saltar alguna térmica.

La incertidumbre por la categoría “gobernador” contagió a la propia ciudadanía que por estas horas ya no es indiferente a lo que sucederá mañana.