Otra actuación de mayor a menor de la Selección...

Tenemos a los mejores arriba pero nos cuesta meter goles

• El equipo no da una imagen de equilibrio y solvencia, por eso se dejó empatar por Paraguay y terminó sufriendo inesperada e inexplicablemente con los jamaiquinos.

El mejor. Di María viene en franco crecimiento en el torneo y ayer mostró el mismo nivel desequilibrante que tuvo en el Mundial. La ofensiva argentina pasó por sus pies.

Foto: EFE

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Viña del Mar, Chile)

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Hay dos aspectos que tienen que ver con el juego en los que Argentina deja dudas. Uno de ellos es extraño: la falta de contundencia. El otro, es la merma física que se siente y que ha sido un común denominador, incluso admitido por el propio entrenador. ¿Cómo se entiende que un equipo que tiene a los goleadores de las mejores ligas de Europa, no pueda marcar goles?. Ante Jamaica, Argentina se metió solo en un laberinto inexplicable. Era un partido accesible para golear, porque así se había presentado el primer tiempo, con un dominio territorial abrumador y con una cantidad casi exorbitante de situaciones claras. Además, con un gol convertido a los 10 minutos, lo cual le dio tranquilidad para afrontar casi todo el partido. Sin embargo, Argentina no sólo adoleció de esa contundencia que debería ser un sello distintivo de este equipo, sino que de a poco se fue desintegrando, posiblemente por esa merma física que se está haciendo peligrosamente notoria.

El segundo tiempo fue de lo peor que se le vio al equipo, igual que ante Paraguay. Si enfrente hubiera estado un equipo más exigente o de mayor jerarquía (es poco lo que tiene Jamaica), estaríamos hablando de otro partido y de otra historia. Y el técnico tiene que tomar nota de esto. Porque pensando en lo físico, se olvidó de lo otro, de la esencia del juego. Pensando en lo físico, sacó a Pastore y puso a Pereyra para que navegue en la intrascendencia y la confusión, delante de Biglia y Mascherano. Sin Pastore, con Messi totalmente apagado, con Di María (el

Aprovechó su oportunidad. Ante la molestia de Agüero, Higuain demostró que es la opción 1 como centrodelantero. Anotó el único gol con una muy buena definición, aunque después también desperdició un par de chances claras. Foto: EFE

mejor de Argentina) gravitando menos que en el primer tiempo, el equipo se fue quedando sin fuerza arriba. ¿No era conveniente que entrara alguien que juegue, un “llevador”, un jugador con mayores características de juego antes que Pereyra y mucho más si el cambio era por Pastore?, no queda ninguna duda. Se equivocó Martino con esa modificación o bien intentó algo que no le salió. El equipo, desde la salida de Pastore en adelante, cada vez fue menos claro, terminó tocando intrascendentemente y empezó a tener algunos problemas defensivos preocupantes en el fondo.

En cuanto a la contundencia, está muy claro que en este nivel no se admiten los “perdones”, máxime tratándose de jugadores que se han cansado de gritar goles en la temporada. Se podrá decir que los cuatro goles que tiene el equipo fueron convertidos por delanteros. Pero a esta altura, y máxime teniendo en cuenta los rivales y cómo se dieron los partidos, Argentina debería tener mayor cantidad. Las oportunidades sobraron, sobre todo en el primer tiempo de ayer. Pero faltó meterla para liquidar el partido y evitarse el dolor de cabeza del segundo tiempo que, es cierto, no alcanzó para darle entidad a nada, mucho menos a la posibilidad de que la victoria peligre, pero de ninguna manera se justifica la manera en que el equipo terminó desintegrado, apagado, impotente y complicado para defender.

Argentina es más que todo esto que ha mostrado hasta ahora. Si con 45 minutos buenos y otros 45 minutos malos con Paraguay, o con la actitud para afrontar un clásico ante Uruguay o el primer tiempo de ayer, le alcanza a Martino para sentirse satisfecho, daría la impresión de que algo no cierra. El técnico tiene en sus manos a una generación de jugadores bañados por el éxito y con deseos de ganar algo con la celeste y blanca. El combo es casi perfecto, pero cuesta llevar a la práctica lo que potencialmente se tiene. No hay un equilibrio defensivo más allá de que en los últimos dos partidos no nos marcaron goles, se crean situaciones del medio hacia arriba pero no se las define. En este último rubro, el de la carencia de definición, la culpa no es de Martino. El técnico tiene que crear las condiciones para que los que juegan arriba, hagan goles. Pero si los delanteros no están en el lugar y el momento en el que deben estar, la culpa no es del entrenador.

Reguló esfuerzos. La imagen es un hallazgo porque ayer no se vio demasiado: Messi y su típico toque al balón con la zurda. El capitán argentino caminó la cancha y trasladó el juego a sus compañeros, tranquilo en un partido que fue una práctica. Foto: EFE

Hoy se conoce el rival

La definición del grupo de Brasil es apasionante y cualquiera de los cuatro puede ser rival de Argentina o quedarse afuera de la competencia.

Por ser primera de su grupo, Argentina se ganó el derecho de jugar con el otro tercero (Uruguay ocupó esa posición y jugará ante los chilenos), con lo cual hay muchas chances de que el tercero salga del grupo más parejo: el que integran Brasil, Colombia, Perú y Venezuela.

La cuestión es que hoy se cierra la primera fase con la tercera fecha del Grupo C y Argentina está expectante porque el rival sale casi seguro de ahí. Desde las 16, en Temuco, y con el arbitraje del misionero Néstor Pitana, Colombia, tras la victoria 1-0 ante Brasil, se las veía con el Perú de Ricardo Gareca, que viene de sumar un éxito frente a Venezuela por 1-0. Por su parte, a las 18.30, en el Monumental de Santiago, Brasil, con la confirmación de que Neymar se perderá lo que resta del torneo por la sanción que le aplicó el Tribunal de Disciplina de la Conmebol (su lugar en el equipo será ocupado por Coutinho), se enfrentaba a Venezuela.

Si los dos partidos terminan con un ganador y en ambos se registra un marcador con cierta holgura, se clasificará Ecuador (tiene 3 puntos en el Grupo A) como mejor tercero y deberá ser el rival de nuestra Selección, aunque esta alternativa es la que menos se espera.

bajo la lupa

• ROMERO (5).- Prácticamente no tuvo intervenciones porque Jamaica nunca acertó a su arco.
• ZABALETA (5).- Bien en el primer tiempo, contenido, cansado y hasta superado en el segundo.
• GARAY (5).- Jugó gran parte del partido sin ninguna complicación, pero no dio una imagen de solvencia total en el final.
• DEMICHELIS (5).- Al igual que su compañero de zaga, sin trabajo en el arranque y con algunos sobresaltos en el final.
• ROJO (5).- Algunas proyecciones con llegadas hasta el fondo pero sin firmeza para la marca.
• BIGLIA (6).- Cumplió en lo suyo, siendo una rueda de auxilio para el resto de los volantes. Le costó un poco más porque Jamaica espero demasiado atrás.
• MASCHERANO (6).- Le pusieron un jugador delante suyo para que no sea el eje por el que deberían haber pasado todas las pelotas. En el final se lo vio fastidioso con sus compañeros.
• PASTORE (6).- El equipo sintió su salida. Mientras estuvo en la cancha, Argentina tuvo más juego.
• MESSI (6).- Es muy difícil que Messi juegue mal porque siempre saca algo de su zurda incomparable, pero habrá que convenir que se fue apagando de a poco y en el segundo tiempo se fue diluyendo.
• HIGUAÍN (6).- La virtud de una buena definición en el gol, después tuvo dos o tres situaciones más, sobre todo una en el segundo tiempo en la que hizo una de más cuando debió ser él quien se encargue de definir.
• DI MARÍA (7).- Fue la figura argentina, desequilibrante como en los buenos tiempos del Mundial, participó del gol y generó lo mejor del equipo. En el primer tiempo, por momentos, fue imparable.
• PEREYRA (4).- Entró a jugar en una posición en la que no encontró nunca el lugar adecuado para pararse.
• TEVEZ.- No terminó de meterse en el partido, chocó bastante y sólo tuvo una situación, después de un centro de Zabaleta, que se fue afuera.
• LAMELA.- Pocos minutos, entró para tener la pelota cuando el equipo la había perdido por completo.