El Litoral con Marcos Fernández en Quillota...

“Hubo chicos del club que se consolidaron; no fue mi caso”

  • El ex volante de Colón, a préstamo en el equipo que dirige Mario Sciacqua, llegó a esta ciudad en búsqueda de continuidad. Junto a él, un conocedor del fútbol chileno, Federico Martorell, avaló la decisión que tomó Sampaoli sobre lo ocurrido con Vidal.
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Marcos Fernández junto a Federico Martorell, incorporaciones que ha llevado Mario Sciacqua a un club recientemente ascendido que busca destacarse en el fútbol chileno. Foto: El Litoral

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Quillota, Chile)

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A Marcos Fernández se lo conoce porque es uno de los jugadores surgidos de las canteras rojinegras y al que el público futbolero santafesino lo tiene bien identificado. En cambio Federico Martorell no cuenta con esa posibilidad, más allá de haber nacido en Rosario, de tener 34 años y una larguísima carrera profesional. Martorell jugó en 15 equipos y el San Luis de Quillota será el 16. Sin embargo, sólo pudo ser campeón una vez y fue el año pasado en Cobresal. Sus comienzos se dieron en Newell’s, pero el fútbol argentino lo vio desfilar por Atlético Tucumán, Platense, Instituto, Sportivo Belgrano y Santamarina de Tandil, además de jugar en clubes de Perú, Grecia, Chipre y Venezuela.

Ellos son dos de los once refuerzos que ha llevado Sciacqua a su equipo “canario” y hasta daría la impresión de que todavía no terminó de armar el equipo.

—¿Cómo estás Marcos?

—Con expectativas, contento, no logré lo que quería en Colón, esperaba la posibilidad de jugar y de tener regularidad pero no pude. Acá estoy bien.

—¿Y vos, Federico?

—Vengo de salir campeón con Cobresal, me hablaron bien de este club y espero seguir vigente.

—¿Cómo es el fútbol chileno?

—Es de menor jerarquía que en Argentina pero también menos friccionado. Se juega al ataque porque Bielsa y Sampaoli han instalado una escuela.

—¿Qué cambió Bielsa?

—Hizo más profesional al futbolista chileno y eso le permitió llegar a las grandes ligas. Ese cambio de mentalidad del jugador de este país le permitió llegar a lugares en los que antes no llegaban.

—¿Pensás que lo que pasó con Vidal, en otro momento, se habría arreglado de otra manera?, ¿con una sanción?

—Yo estoy de acuerdo con lo que hizo Sampaoli y pienso que al tema hay que arreglarlo de puertas para adentro. No era el momento para caerle con todo al jugador, pero sí para replantearse varias cosas. Hay que separar lo futbolístico de lo extrafutbolístico, es fácil decir desde afuera que hay que hacer tal o cual cosa, pero de esa manera se lo termina reprimiendo al jugador y no se lo ayuda.

—Marcos, ¿te sentiste relegado en Colón?

—Sí, empecé bien y luego no me dieron continuidad. Es posible que la culpa haya sido mía, por eso vengo ahora a buscar eso que no tuve en Colón. Además, en mi puesto siempre llegaron muy buenos jugadores.

—¿Le cuesta más al jugador del club que al que viene de afuera?

—No creo que sea siempre así, porque fijate que hay varios chicos que tuvieron regularidad y pudieron destacarse en los últimos tiempos. Conmigo eso no pasó, vinieron buenos jugadores en mi puesto y no me pude consolidar.

—¿La pasaste mal?

—En este último tiempo las cosas fueron duras en el club. Fue jodido para nosotros porque recién estábamos arrancando la mayoría.

—¿Y lo que pasó con Atlético de Rafaela?, ¿cómo lo ves a la distancia?

—Nosotros confiamos en la persona que nos dijo que no iba a pasar nada. En ese momento, nos convencimos de que se estaba tomando la mejor medida.

—¿Te gustaría volver a Colón?

—Por supuesto que sí y espero que así sea porque soy hincha del club, mi familia es de ahí cerca y la gente me trató muy bien siempre.

—¿Cuál fue el técnico que te puso en el lugar que mejor rendiste?

—Mario Sciacqua... Yo soy doble cinco o cinco solo. Me puedo adaptar a otros puestos, hay algunos que me tiraron por izquierda pero no es lo que más me conviene.

—El “problema” es que sos zurdo...

—Es verdad... Cuando me tiraron por izquierda no me sentí bien porque perdí panorama de cancha. En cambio, jugando por el medio es diferente, me ubico mejor. Ahora con Mario estamos jugando 4-3-3, con un extremo que se tira atrás y arranca desde el medio. Eso me permite tirarme un poco más al centro de la cancha y la verdad es que juego cómodo ahí... Cuando llegué a Colón, era volante por izquierda. Pero después me gustó la posición de doble cinco y me adapté.

—¿Cuál fue el mejor y el peor momento que viviste en Colón?

—El mejor fue cuando debuté, la pasé muy bien, me ayudaron mucho los muchachos que estaban en el plantel en ese momento. Y el más duro, sin dudas, fue el del descenso. Para nosotros, que nos formamos en el club, se hizo difícil. Gracias a Dios pudimos devolver al club al lugar que se merece.