En el cierre de la primera ronda

CRAI enalteció su presente

• Ganó el derby con autoridad, ante un adversario que jugó un gran primer tiempo. La derrota determinó que Santa Fe RC quede relegado a la zona Reclasificación del certamen.

César Miño

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Merced a una producción a lo que solo le caben elogios, CRAI venció a Santa Fe Rugby Club por 31 a 3, rubricando una fase irreprochable, en la que no solo perdió un único partido -sobre el epílogo y utilizando una alineación alternativa-, sino que además denotó una evolución continua, que lo erigieron en uno de los mejores equipos del concluído tramo inicial del Regional del Litoral 2015.

Obviamente, estos argumentos permiten avizorar un promisorio futuro para la instancia que se avecina, que es dable esperar depare mayores exigencias que la precedente, atendiendo a que se trata de una serie de nueve fechas consecutivas, en la que los diez mejores de la primera ronda se medirán todos contra todos, en busca de obtener el pasaporte para la selectísima Final Four posterior, de la que surgirá el campeón de uno de los certámenes más importantes del país.

contenido destacable

A la hora de analizar lo acontecido en la gélida y soleada tarde de ayer, ante un excelente marco de público, es conveniente consignar que hubo dos etapas absolutamente diferentes, de las cuales surgen elementos más que válidos para el elogio.

El primer tiempo fue bastante equilibrado, con un comienzo favorable a Santa Fe RC desde lo territorial y en materia de posesión de la pelota, que se extendió al menos durante los quince minutos iniciales.

En ese lapso, CRAI no solo ratificó una de sus virtudes más salientes en lo que va de la competición, como la solidez defensiva; sino que también le agregó algunos ítems clave para sostener los mejores momentos de su adversario.

Puntualmente, surge ante todo una óptima capacidad para contrarrestar el mauling del elenco de Sauce Viejo: a punto tal, que ni siquiera le ocasionó sobresaltos importantes. Además, en las escasas incursiones ofensivas que dispuso, CRAI fue notoriamente más profundo que su rival, lo que no solo generó la posibilidad de sumar los puntos conseguidos, sino que hubo otras que no terminaron en el ingoal adversario, de pura casualidad.

Como una lucida acción en la que Jorge Qüesta (h) liberó sapientemente el camino al ensayo a Ignacio Poletti, quien apoyó bajo los postes. Sin embargo, el árbitro consideró que había intermediado un forward-pass, que obviamente invalidó la jugada.

Lo concreto, es que esos cuarenta minutos inicial fueron mucho más del escueto 7 a 3 del parcial, ya que es dable destacar además de las citadas bondades del local, la muy buena performance visitante, en la que se lucieron Francisco De Biaggio y Leopoldo Maillot.

La otra historia

El complemento se inició con CRAI mejor posicionado, por lo que no extrañaron ni el rápido penal acertado por Francisco Alberto ni el posterior primer ensayo de Justo Ordano, una de las figuras del partido, que con la posterior conversión estiraron la diferencia a un 17 a 3 que fue un presagio de lo que minutos más tarde quedaría fehacientemente demostrado.

Es que poco a poco el local se fue adueñando del contenido, luciéndose en la recuperación y en el manejo de la pelota, lo que permitió avizorar que el trámite ingresaría en un predominio creciente, más allá que Santa Fe RC no bajó los brazos, e intentó -vanamente- inquietar a su dominante adversario.

Lejos de lograrlo, no hizo más que desordenarse y permitir que el sapiente manejo de los tiempos del juego, propendiera a que CRAI acrecentara su ventaja.

Primero con una situación algo fortuita, más allá del mérito que surge de la convicción de presionar, aún en situaciones que puedan aparecer definidas; posteriormente, a través de un movimiento nacido en campo propio, a través de la fortaleza de Ramiro Dolfo -otro de destacada actuación-, rubricada con el talento del ya señalado Justo Ordano, cuando aún restaban una decena de minutos para el cierre.

El resto estuvo de más: CRAI completó todas las variantes posibles en su alineación y Santa Fe RC insistió tozudamente en lograr, aunque más no sea, algún punto más a su magra cosecha.

Como cierre, valdría la pena precisar que además de las actuaciones individuales señaladas en el vencedor, deben sumar otras, como por ejemplo las de Pedro Marozzi y Mario Salva (h), quienes se lucieron en sus funciones respectivas.

De aquí en más...

Concluída la instancia primigenia del certamen, el horizonte asoma con características muy disímiles en los clásicos rivales.

Para las crecientes exigencias que se avecinan, CRAI se aferrará no solo a una campaña cuasi ideal, sino también a la reiteradamente citada evolución expresada en su funcionamiento, que es un objetivo capital para quienes integran su calificado staff.

Por su parte, Santa Fe Ruby Club deberá recurrir una vez más a lo mejor de su esencia, para recomponerse ante todo del impacto anímico que representa el hecho de tener que ser partícipe del segundo estamento del torneo. A partir de ello, es dable esperar que alcance el protagonismo que le corresponde; lo que podría ser de utilidad para terminar de construir no solo un equipo, sino también un estilo de juego adaptado a sus posibilidades.