Debate sobre derechos de las personas

Italia y las uniones homosexuales: la indiferencia de la “vieja política”

La condena a Italia del Tribunal de Estrasburgo por carecer de una ley sobre uniones gays ha destacado la “ilegalidad” en la que se encuentra el país y la prevalencia de la “vieja política”, según la impulsora de la norma que estudia ahora el Parlamento.

Gonzalo Sánchez

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EFE

La senadora encargada de llevar adelante el proyecto legislativo, Monica Cirinná, de la formación gubernamental Partido Demócrata, insistió en declaraciones a Efe sobre la necesidad de sacar al país de la “condición de ilegalidad” en la que se halla. “Hace falta un Parlamento determinado a sacar al país de su condición de ilegalidad. Estamos violando el artículo octavo del Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH), un documento que supone el alma de nuestra convivencia comunitaria”, lamentó.

El artículo en cuestión defiende el “derecho al respeto a la vida privada y familiar” y sanciona cualquier “injerencia de la autoridad pública” si no afecta a la seguridad, el bienestar, la defensa, la salud o la moral de la nación.

La Corte Europea de Derechos Humanos se pronunció el pasado martes para condenar a Italia por no respetar “el derecho a la vida privada de los homosexuales, pues no disfrutan de la misma protección jurídica que las parejas casadas heterosexuales”.

“La condena es un estigma del que debemos despojarnos, es una sentencia que certifica años de indiferencia por parte de la vieja política ante la petición de derechos civiles. Hay un partido, el mío, que quiere cambiar de ruta”, dijo la legisladora del Partido Demócrata (PD, en el Gobierno).

Cirinná aseguró que era “previsible” porque el Parlamento ya había recibido “serios llamamientos” de sedes judiciales italianas y subrayó que “el paso a la judicatura europea estaba por descontado dada la oleada de derechos civiles que se ha expandido por todo el continente” a excepción de Italia.

Mientras tanto, los miembros de la Comisión Justicia del Senado siguen debatiendo el proyecto de ley, un texto que establece uniones civiles gays, con los mismos derechos que los ‘matrimonios‘ heterosexuales pero sin emplear ese término y sin la posibilidad de adoptar de manera conjunta.

El futuro

¿Cuándo pasará el texto al Senado y a la Cámara de los Diputados? En la actualidad la reforma está a la espera ser votada por la Comisión pero primero debe recibir un informe del Ministerio de Economía que certifique que no supondrá mayores gastos de los previstos en los Presupuestos Generales de este año.

Dicho informe aún no ha llegado pero el jueves el propio Ministerio avanzó con un tuit sus cálculos: “el coste para las cuentas públicas sería de 3,5 millones en 2016 y de 6 en 2017”, cifras que para las fuerzas conservadoras no son realistas.

Tras recibir luz verde de la comisión será cuando el texto entre de lleno en la Cámara Alta y en la Baja para su aprobación definitiva, algo que se producirá antes de que acabe el año, según ha estimado el propio primer ministro, Matteo Renzi.

“El presidente ha comprendido que es obligatorio hacer cuanto esté en nuestras manos para cambiar el modo en el que nuestro país se presenta ante Europa y el resto del mundo. Confío en él en este tema”, auguró Cirinná.

Sin embargo, como es frecuente en el país, el juego de las sillas en el Parlamento será crucial para que esto se produzca y Renzi deberá recabar apoyos entre los parlamentarios.

Uno de los escollos más importantes que deberá salvar es la posición del Nuevo Centroderecha, su principal aliado en la coalición gubernamental y reticente a la reforma.

En cualquier caso, el exalcalde de Florencia ya ha conseguido algo prácticamente insólito: el parecer favorable del Movimiento Cinco Estrellas, que rara vez colabora con ‘la vieja política‘.

La Conferencia Episcopal italiana se ha manifestado en contra de lo que consideran un texto “confuso” ya que “atribuye a las uniones homosexuales derechos y deberes iguales a los previstos a la familia fundada en el matrimonio”.

Una consideración compartida por algunos parlamentarios conservadores que han interpuesto cientos de enmiendas al texto en la Comisión es un intento de bloquearlo.

El presidente de la asociación LGBT Arcigay, Flavio Romani, lamentó la sentencia de Estrasburgo que, a su juicio, retrata el “estado catatónico de la política en relación con el respeto de este derecho”.

“Italia ha tenido una clase política inepta e incapaz de tener una visión adecuada a la sociedad cambiante y que está absolutamente de acuerdo con reconocer a las parejas homosexuales”, aseguró a Efe el activista.

Los límites de la protesta

  • El Gobierno italiano advirtió hoy de que el derecho de huelga podría quedar limitado en servicios públicos esenciales tras los perjuicios y riesgos causados por los paros que afectaron en los últimos días al metro de Roma y a las ruinas de Pompeya.

“Son bienes comunes, pertenecen a la colectividad”, dijo el ministro de Infraestructuras, Graziano Delrio, quien estimó que habría que “protegerles mejor de esas iniciativas de protesta, no siempre legítimas, que acaban por dañar a todo el país”.

“Creo que es justo que el disfrute de los bienes culturales se considere como un servicio público esencial”, explicó el ministro en una entrevista con “Corriere della Sera”.

Las palabras de Delrio se conocieron después de que el sábado el propio primer ministro, Matteo Renzi, mostrara su irritación por lo sucedido en la capital y en Pompeya y declarara sobre los sindicatos: “si esto continúa así tendremos que defenderlos de sí mismos”.

Los usuarios del metro de Roma sufrieron en los últimos días las consecuencias de paros no anunciados de parte de su personal, retrasos en la frecuencia de los convoyes, que circularon sin aire acondicionado, a lo que se añadió la polémica que causó comprobar que algún vagón transitaba por un túnel con las puertas abiertas.

En el caso de Pompeya cientos de turistas se encontraron el viernes pasado con las puertas del recinto cerradas sin previo aviso por la celebración de una asamblea sindical.