JUAN PARODI

“El teatro es confiar”

El director tiene a su cargo la Comedia UNL 2015, que está en pleno proceso. Será una adaptación de la novela “Boquitas Pintadas”, de Manuel Puig. “En mis laburos, aunque no directamente, siempre el mundo de ese escritor es una inspiración”, aseguró. Foto: Pablo Aguirre

“El teatro es confiar”
 

Juan Ignacio Novak

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El director porteño Juan Parodi tiene a su cargo el proyecto de la Comedia UNL 2015, que consistirá en una adaptación de la novela “Boquitas pintadas”, de Manuel Puig. Es la primera vez que este hombre de teatro desembarca en la ciudad para desarrollar un trabajo en sintonía con esa casa de estudios. Y tiene claro el desafío. “Se vienen meses intensos”, admitió. Sin embargo, en una extensa charla con El Litoral utilizó varias veces la palabra “confianza”, que considera clave en su concepción del hecho teatral. Y se mostró entusiasmado por las cualidades de los actores que pudo descubrir en las recientes audiciones que definieron el elenco de la Comedia. “Vi mucho interés en los actores”, dijo.

—¿Cuál fue el nivel que encontraste en la ciudad?

—Me sorprendí mucho. Sabía que acá había una actividad teatral y de formación de actores muy buena, pero a veces eso ocurre y en la práctica lo que se ve es otra cosa. Primero por la cantidad de gente, la convocatoria. Más de sesenta actores, me pareció muchísimo. Y después, en el trabajo intenso que hicimos esos dos días, pude comprobar que en este caso toda esa formación, que es mucha, va acompañada por el laburo que pueden generar. Hubo gente de todas la generaciones y en todas encontré talento y disposición. Sobre todo eso. Porque me interesaba, además de encontrar actores que respondan a lo que yo buscaba, actores predispuestos y entregados al laburo. Yo hablo mucho de la confianza. Creo que el teatro básicamente es confiar. Uno confía en el otro todo el tiempo. El director en los actores; ellos, en el director. Cuando eso no está, hay algo del trabajo que está resentido. Uno trabaja con su cuerpo, sus emociones, algo que por momentos parece intangible, porque no sabe dónde va a llegar. Y si no confía en el otro empieza a traicionarse, a boicotearse, a dudar. En las audiciones vi, además de muy buen trabajo, mucha confianza y escucha.

—Insististe en que trataran de tomarlo más como un espacio de encuentro que como una prueba.

—Estaba tan nervioso como ellos. En mis laburos no hago audiciones. En general llamo a gente que veo trabajar y me gusta, o determinado actor que vio un trabajo mío me invita a trabajar juntos. Puedo llegar a hacer una audición para algún personaje puntual, por determinada característica. Pero así, abierta y tan amplia, no. Entonces propuse que más que una audición o un casting fuera el encuentro de un actor con el director. El primer ensayo, en todo caso. Creo que eso facilitó que ellos estuvieran más tranquilos, relajados y no se traicionaran. Porque es muy difícil en un rato elegir a alguien. Uno puede intuir. Alguien puede hacer un trabajo interesante, pero no deja de ser un poco arbitrario. Por otro lado, me parece que las audiciones son la forma más democrática para dar espacio a todos. Me parece que también está bueno. Traté de generar un clima tranquilo, relajado, donde ellos no sintieran la presión. También en una audición puede haber un actor maravilloso, pero por ahí lo que elige hacer no lo ayuda, no lo muestra en su totalidad o lo traiciona. Entonces, cuando veía eso también les pedía que estuvieran abiertos a escuchar. Sentía que lo que fallaba no era el actor, sino que había algo del material que habían elegido que no era apropiado y no me permitía verlos.

—O verlos en un registro que se adapte al proyecto.

—Por ejemplo. Uno a la audición va con algo que ya tiene armado. Es lo más lógico. Y cuando hay algo demasiado armado, puede ser riesgoso. Creo que el actor no es un muñeco que hace lo que el director le dice. Es un artista que propone, que se planta y produce algo. El director, en todo caso, es un gran tomador de decisiones. Al menos es la mirada que tengo. Entonces propuse eso también. Que el actor traiga algo y lo muestre. También ver cómo lo muestra. ¿Qué elige mostrar? ¿Cómo? Eso también habla del artista. Ahí metí un poco la cuchara para ayudarlos un poco, cuando vi que fallaba algo. Las audiciones fueron como un buen comienzo, un buen arranque.

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Para Parodi, “Boquitas pintadas” ofrece una amplia variedad de registros para los actores. “Por momentos es un drama puro, otras veces melodrama, es trágica y aparece la comicidad de las situaciones".

El mundo según Puig

—¿Por qué surgió ‘Boquitas pintadas'? ¿Cómo se une el universo de Puig con este proyecto en Santa Fe?

—Lo más dificil fue elegir un material. El laburo de creación es una de las cosas más difíciles. Encontrar qué quiere contar uno, de qué quiere hablar. Al menos a mí me pasa. Por eso no produzco tan seguido, en general no encuentro prontamente algo de lo que quiera hablar. Y cuando me propusieron esto, pensé que tenía que ser un material que aunque no remitiese directamente a la ciudad, o a la provincia y al entorno, no fuera totalmente ajeno, alejado. Hay autores y obras que me encantan. Pero esta vez quería pensar en algo que de alguna manera pudiera tener su resonancia acá, en este lugar. En mis laburos, aunque no directamente, siempre el mundo de Puig es una inspiración. ‘Boquitas pintadas' es una novela que me gusta mucho. Fue una de las propuestas y la gente de la universidad estuvo de acuerdo. Hay una frase muy trillada: ‘Pinta tu aldea y pintarás el mundo'. Es trillada pero es así: Puig habla de cosas muy cercanas, propias, de su entorno, pero no deja de ser universal, porque se habla de las relaciones humanas, los vínculos, los fracasos, los antihéroes.

—Los grandes temas de siempre...

—Por supuesto. Eso enmarcado no en un pueblo noruego, sino en un pueblo de una provincia argentina con todo lo que eso significa. No es que yo vaya a adaptar a este lugar el trabajo, sí había empezado a tener algunas resonancias. De hecho, cuando hablamos con los actores empezaron a aparecer. Además ‘Boquitas pintadas' fue considerada en su momento como una novela vanguardista y a la vez muy popular. Pocos materiales reúnen esas dos condiciones. Vanguardista por su estructura y popular porque habla de personajes, situaciones y conflictos muy reconocibles. Hay muchas generaciones que se enganchan con ‘Boquitas pintadas'.

—¿Cómo pensaste adaptar eso al lenguaje teatral?

—Eso es un gran tema. Primero quitarse el fantasma de la novela. Sería soberbio de mi parte querer competir con eso. La novela es una gran fuente de inspiración. Va a haber momentos que se van a trasladar muy parecidos. En todo caso lo que voy a hacer es ver qué elementos me da el teatro. La novela está construida a partir de un montón de formatos: cartas, diálogos, documentos, denuncias policiales, informes médicos, pensamiento. ¿Cómo sería eso trasladado al teatro? Algo se va a perder, pero a su vez el teatro tiene otros registros que se pueden utilizar. Está la música, el cuerpo de los actores, los diálogos, los monólogos. Un montón de registros. Pero me parece que no ayudaría querer empezar a competir con la novela. Sería como una traición. Me parece que hay que tomar la novela, sus personajes como gran fuente de inspiración. El teatro se alimenta de personajes. La novela me los ofrece. Ahí tengo algo de donde agarrarme.

—Puig tiene eso, la variedad y caracterización de los personajes.

—Y la profundidad. Detrás de una aparente liviandad, los personajes de Puig son sumamente profundos.

—¿Cómo influye en este proceso el hecho de que ya estén definidos los actores?

—En esta primera etapa de ensayos estamos trabajando sobre la novela, pero también los estoy conociendo. Los elegí porque había algo que me interesaba pero necesito conocerlos más, ver qué entrega hay. Ahí es cuando la literatura se vuelve 3D, con los cuerpos de los actores. También les propuse, más allá de que tenemos una fecha concreta y es un tiempo bastante corto para los procesos que en general tienen mis espectáculos, no perder de vista los ensayos como forma de laboratorio y prueba.

Tiempo

—La Comedia de la UNL ofrece la posibilidad de hacer muchas funciones. Esa continuidad supone algo interesante, por lo menos en el interior del país.

—Eso es clave. La solidez de un espectáculo necesita imperiosamente funciones. El teatro es eso, es tiempo. Confianza y tiempo. Una obra nunca es la misma la semana del estreno que seis meses después. Hay una evolución. La creación es inestable, sobre todo en algo que se reproduce todo el tiempo, que se vuelve a hacer.

"Boquitas pintadas', si bien tiene personajes muy populares, de pueblo, tiene un lenguaje muy cuidado que me interesa conservar, como un estilo de habla. Uno no va a poder reemplazar palabras como ‘turro' y poner otra palabra. Porque es ésa la palabra”.

Juan Parodi

director teatral

Actores

  • Los nueve actores y actrices elegidos para la Comedia UNL 2015, bajo la dirección del porteño Juan Parodi, son: Carolina Cano, Nidia Casís, Selma López, Florencia Minen, Jaquelina Abrigo, Stella Maris Curi, Lucas Ranzani, Daniel Quiñonez y Maximiliano Andrés Jenkins.