El impacto en la infraestructura de estos “polizones” del río

Así invadían los mejillones el viejo caño de la toma Hernández de Assa

Las fotos fueron tomadas tiempo atrás en ese acueducto que Assa tiene en el riacho Santa Fe, caño que fue reemplazado en 2011. Hoy, se realizan limpiezas periódicas mediante un “shock” de cloro para matarlos.

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Costra. Los mejillones dorados se ven adheridos en el viejo caño de la toma Hernández, ya reemplazado. La presencia de estos invasores acuáticos afecta la infraestructura de la empresa prestataria.

Foto: Gentileza H. Alessandría (Assa)

 

Luciano Andreychuk

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Aunque no son recientes, las fotos impactan por la magnitud del problema y cobran actualidad. Muestran el viejo caño de toma de agua cruda de Aguas Santafesinas SA (Assa), que fue reemplazado en 2011 luego del último gran problema que tuvo la ciudad, en 2010, cuando se interrumpió en forma total el suministro de agua.

La costra que se ve en las paredes internas del caño son los mejillones asiáticos que invadieron los ríos en la década del ‘90. Ahí se ve la medida en que afectan las cañerías y conductos principales. El Litoral publicó una nota en la edición del domingo pasado sobre este tema.

El de lo mejillones asiáticos “es un problema con el que tendremos que convivir”, se lamentó Hugo Alessandría, jefe del Dpto. Estudios y Proyectos Norte (Gerencia de Infraestructura) de Aguas Santafesinas SA (Assa), en diálogo con El Litoral.

El caño de la toma Hernández fue reemplazado por uno de mayor diámetro (hoy tiene 1.000 milímetros, el anterior era de 800) lo que permite una mayor captación de flujo de agua cruda, que luego llega hasta la planta de tratamiento de Assa. Es de fundición dúctil, “que es un muy buen material y permite una menor adhesión de esos invasores”, explicó.

Mantenimiento

Alessandría aseguró que Assa realiza limpiezas periódicas en el conducto Hernández -ubicado en inmediaciones del Club Azopardo-, mediante “shocks” de cloro para matar los mejillones, que de esta forma se desprenden y el mismo caudal de agua permite un barrido de la cañería. Los mejillones muertos llegan hasta la planta potabilizadora de la prestataria, y ahí son extraídos. “La calidad del agua no se ve afectada en absoluto porque recibe un tratamiento adecuado”, dijo.

“También se limpian las bombas porque el hecho de que se peguen (los mejillones) en las paredes del caño de toma de agua reduce su diámetro y, por ende, entra menos agua. Hay un caudalímetro electromagnético, elemento de medición que nos permite monitorear el nivel de caudal de agua ingresada”, precisó Alessandría. Pues si baja ese caudal de agua cruda que se trata en la planta de Assa, se podría ver resentida la prestación del servicio.

“Tenemos que convivir con este problema”, volvió a lamentable Alessandría. Los mejillones asiáticos están y seguirán estando en nuestros ríos.