Lo que dejó el clásico 83º en Santa Fe

Fue histórico: sólo locales

• La Policía habló de 34.000 personas, todos de Colón, en el Cementerio de los Elefantes. Como desde hace casi un siglo, El Litoral junto a los equipos de la ciudad.

 Retirada con custodia

Así se van Claudio Riaño y Fausto Montero del campo de juego del Brigadier López. Acaso el momento más conflictivo fue cuando los jugadores de Unión —casi siempre Malcorra— iban a ejecutar un tiro de esquina y estaban cerca de la gente sabalera, recibiendo escupitazos y algunos proyectiles. En la cancha, los jugadores colaboraron con el espectáculo.

Foto: Manuel Fabatía

Nereo, a lo Gatti

Fue, lejos, la figura de Unión que salvó su arco con varias tapadas. En algún momento, similar a éste, paralizó los corazones tatengues al querer salir jugando con una gambeta. Y cerca del final se despachó haciendo “jueguito” cerca de la línea de gol. Fue el blanco elegido por los hinchas de Colón a la hora de los silbidos. Armó el show y se la bancó, a lo Gatti. Foto: Manuel Fabatía

 ¡Así... meta y ponga!

Esta foto resume cómo se juega un clásico en esta bendita ciudad de Garay: el paraguayo Benegas y Lucas Gamba, con la pelota en juego, el rostro tensionado y hasta parte del césped levantado en la misma maniobra. Colón y Unión no se sacaron ventajas: el clásico más parejo del mundo sigue empatado.