Un programa de Nación que llegará a Santa Fe

Spinetta en las aulas: cómo el gran mito del rock seguirá dando clase

Se entregarán cuadernillos y partituras con 26 canciones del Flaco en escuelas medias con orientación en arte de todo el país. Poesía y música del Padre del Rock Argentino para mejorar la enseñanza artística.

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Flaco eterno. Luis Alberto Spinetta llegará a las escuelas medias de arte con sus canciones. Foto: Archivo El Litoral

 

Luciano Andreychuk

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Él hubiese detestado que le dijeran mito nacional. También que declararan por ley Día Nacional del Músico -el 23 de enero- en honor a la fecha de su nacimiento. “¡No seas fanático!”, diría hoy. Si viviera el Flaco Luis A. Spinetta (1950-2012) quizás compondría una canción satirizándose a sí mismo y a su propia obra, para burlarse de tamaña distinción que le han otorgado.

Por lo general, las personalidades se vuelven mitos populares por la llegada que tienen en el imaginario social, a veces por azar, a veces por una vida trágica que termina fatalmente. En su caso, Luis Alberto Spinetta es un mito nacional por el incalculable valor de su obra poético-musical, y lo que ésta ha aportado a la cultura argentina. No por otra cosa.

A través del Instituto Nacional de la Música (Inamu), el Ministerio de Educación nacional lanzó un programa mediante el cual se distribuirán 5 mil ejemplares de un cancionero que incluirá un cuadernillo que incluirá 26 canciones del Flaco y un libro con las partituras de las canciones, con transcripciones para diferentes instrumentos musicales.

Este material llegará a 500 instituciones educativas de todo el país, en su mayoría escuelas secundarias con orientación en arte. Serán cerca de 150 mil los alumnos secundarios que accederán a la obra del poeta del rock. La cartera educativa provincial confirmó a El Litoral que ese material didáctico llegará a escuelas de la bota santafesina.

Tres canciones

¿Qué puede aportar la poética spinetteana y cuánto pueden contribuir sus composiciones musicales para una mejor la enseñanza del arte en las escuelas? El Litoral analizó las estructuras literarias y compositivas de tres de sus canciones más emblemáticas: “Plegaria para un niño dormido” (Almendra, 1969), “Todas las hojas son del viento” (“Artaud”, 1973) y “Barro tal vez” (del disco “Kamikaze”, 1982).

En la letra de “Plegaria...” hay recursos literarios como la sinécdoque, que a partir de un elemento se abarca una totalidad (nombra la parte por el todo). Por ejemplo, “Donde el mundo es un chocolatín”. Se juega con la imagen sensorial y lo onírico: el sueño feliz de un niño, donde juguetea “inquieto en los jardines de un lugar” y que “quizás se sienta gorrión esta vez”.

“Todas las hojas...” es una poesía simbólica y mística: habla de lo inefable. “En las letras de su primera época usaba metáforas más sencillas: un ejemplo, ‘sus dedos que se vuelven pan’. Admirador de la poesía de Rimbaud y Artaud, Spinetta utilizaba casi siempre sinestesias, combinaciones de diferentes imágenes sensoriales que tan bien traducen el mundo de los sueños”, explica Rosa Gronda, profesora de Letras y crítica de cine del diario El Litoral.

“Progresivamente, fue explorando la potencialidad simbólica de las palabras, como en la letra de ‘Durazno sangrando’, donde construye toda una alegoría de imágenes polisémicas. Y más todavía en las letras surrealistas de Pescado Rabioso”, agrega Gronda. En esa época, el artista estaba influenciado por autores de la poesía simbolista y surreal.

En “Barro tal vez” (del disco “Kamikaze”, 1982), hay un sesgo casi contestatario, de queja y lamento: “Si no canto lo que siento/ me voy a morir por dentro”. Se vislumbra una evidente movilización emocional por lo que dejó la última dictadura militar.

La letra está muy condicionada por el contexto sociohistórico: el drama de la dictadura, sus amigos desaparecidos, la guerra de Malvinas, el sufrimiento. Es una canción catártica. Todos estos recursos poéticos pueden ser trabajados en el aula por los docentes. La poética spinetteana es muy amplia, rica y variada.

Su música

La profesora Elina Goldsack da clases de la materia Audioperceptiva en el Instituto Superior de Música (ISM/UNL). También es música. Y además desarrolla un proyecto de investigación con otros docentes sobre música popular argentina. Realizó un trabajo sobre la obra de Luis A. Spinetta tomando la etapa artística de los años ‘80.

“A Spinetta lo venimos estudiando desde el lugar de un músico que se posiciona en un género (el rock), pero que lo transgrede musicalmente. Es tan amplia su obra que ha logrado incursionar en otros estilos, como el jazz, el tango, el blues, hasta los sonidos electrónicos”, explica a El Litoral la especialista.

Además, en cada disco que ha hecho, “Spinetta tuvo un libro al lado, un repertorio de lecturas que lo influenciaron, y que tenían estrecha relación con su estado emocional en ese momento. Esto también puede llevarse a las escuelas para ser estudiando e identificado”, dice Goldsack.

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Ideas para el docente

  • Analizar la “hibridez” compositiva de Spinetta. “Él fue un músico de rock, pero si quería usar un sonido a piano de jazz o un ritmo más rioplatense, lo hacía. No se quedó nunca encorsetado en un género”, dice la prof. Goldsack.
  • Observar las estructuras: muchas de sus canciones se desarrollan de formas muy distintas a las canciones habituales. Hay desde grandes extensiones instrumentales a formatos no tan claros (como son estrofa y estribillo).
  • Analizar las construcciones poéticas de Spinetta: identificar los recursos literarios más utilizados y las estructuras rítmicas, identificando las lecturas y escuchas que lo influenciaron: el simbolismo, el surrealismo, los sonidos jazzísticos, el tango, etc.